El lunes se conoció nuevamente un nuevo caso de contagio de coronavirus en el local de COTO ubicado en Moreno. Esta vez, se trata de un trabajador del sector de la carnicería. Pasadas las 17hs el supermercado debió cerrar sus puertas por la aparición de un nuevo caso de COVID. El objetivo del cierre fue realizar una investigación epidemiológica de la persona infectada e investigar a las personas que tuvieron contacto, mientras se tomaban medidas sanitarias en el supermercado.
No pasaron más de diez horas y las puertas del local volvieron a abrir, gracias a la habilitación otorgada por el municipio. Es sabido que esas diez horas no son suficientes para tomar las medidas sanitarias y de seguridad correspondientes para resguardar la vida de los trabajadores del local. Dicho de otro modo, los trabajadores del local siguen expuestos al virus.
Compradores, vecinos y trabajadores denunciaron en varias oportunidades que no es la primera vez que, ante casos positivos de coronavirus, el supermercado cerró sus puertas para abrilas pocas horas después. Incluso, han señalado que la cierran con los trabajadores dentro para que signan trabajando.
La situación se agrava en tanto que el Estado interviene en pos de garantizar las ganancias de las patronales y no en denfensa de la salud de los trabajadores.
Por ello, los trabajadores de las cadenas de supermercados tienen que plantear un plan de lucha propio, independiente de los intereses de los empresarios y de la burocracia sindical, en reclamo de protocolos sanitarios y condiciones de seguridad fiscalizados por los mismos trabajadores.
Razón y Revolución Moreno
