Macri y los Fernández son lo mismo

en La Hoja Socialista 16/LHSeditorial/Novedades

La Argentina capitalista está en bancarrota. No alcanza la plata. No solo a los laburantes. Al país, organizado de esta manera. Se hipoteca, vende cosas, revienta la tarjeta y gasta a cuenta. Pero no produce lo necesario. El país burgués, la clase explotadora, para sostenerse le roba al futuro y al pasado, porque no se sostiene con su presente. Inflación, exportaciones de materias primas, préstamos, otra vez inflación, reforma previsional, reforma laboral. Aunque cueste creerlo, estamos al borde del precipicio y la Argentina está cerca de desaparecer.

Esto explica el particular clima de campaña en el que estamos inmersos. Como siempre, en tiempos de elecciones, los vampiros que nos chupan la sangre todos los días, esconden los colmillos y nos venden un futuro de colores. Cuando ese futuro llega, ya sabemos, todo es negro. Pero lo particular de estas elecciones, es que todo va hacia el centro y nadie parece ya discutir nada. Es resultado de una convicción compartida por todos los partidos patronales: no hay que hacer olas porque estamos en medio de esta tormenta.

La fórmula de Macri, quien aparecía como el constructor de una nueva fuerza política -el PRO-, integra ahora a quien sería su principal rival, el peronismo (con la figura de Pichetto). Por su parte, la fórmula de Cristina agrupa a casi todos los que, en su declive, fue echando de su gobierno y criticando ásperamente. Todos ya estuvieron y hoy vuelven a estar. Otra parte del peronismo se alía con lo que se dio en llamar el Frente Progresista en la figura de Urtubey como vice de Lavagna. En este panorama, todas las fórmulas burguesas son peronistas. Lo que puede parecer paradójico, en realidad no lo es. El peronismo es el mejor garante y sostén del capitalismo argentino.

No se trata simplemente de personajes que se repiten en tal o cual fórmula. Es el programa que todos los candidatos tienen el que los convierte en la misma opción. Nuestros salarios vienen en picada, sin recuperaciones reales, desde mediados de los ’70. Hoy cobramos menos de la mitad que en aquellos años. La flexibilización avanza duro y parejo, y tanto Alberto como Mauricio coinciden en una reforma laboral, para “abaratarnos”, es decir, degradando nuestras condiciones de trabajo y de vida.

La inflación, que no es más que otra forma por la cual nuestro salario vale cada vez menos, es también un consenso. Cambiemos y el Frente de Todos acuerdan en la necesidad de nuevas devaluaciones. El endeudamiento también está en los planes de ambos. El problema allí no es la “injerencia del FMI”, sino que la inyección de dinero es solo un parche para una Argentina que se desangra, no por agentes externos, sino por parásitos internos: los patrones de todo tamaño, color y rama de la producción.

La izquierda que se presenta a elecciones, y que debiera ser una alternativa, no lo es. Porque no quiere. Hoy va a elecciones a conseguir bancas. Por eso hace una campaña superficial y marketinera. Parece que la opción a las variantes patronales que nos proponen continuar con la degradación, son una candidata cuyo único eje de campaña es el hecho de ser mujer (Castañeira y el Nuevo MAS) o el frente, ahora potenciado, de fuerzas que encuentran el problema en el FMI (el FITU). Parece que, si al país lo manejan los capitalistas argentinos, vamos a estar mejor. Dejar de pagar al FMI es una renegociación más. Sin transformar la sociedad misma, la propuesta del FITU es la que ya llevaron a cabo los peronistas en 2002. Y no es agradable su recuerdo. Aquí o allá, en todas las fórmulas, lo que se ofrece, en el mejor de los casos, son parches para lo que es un agujero negro que se chupa a la Argentina misma. La solución a un problema integral, tiene que ser integral. Es necesario un nuevo tipo de sociedad, que no se organice irracionalmente en función de la ganancia de los patrones, sino en función de las necesidades humanas. Esa es la única opción real a la barbarie en la que nos estamos sumergiendo, el Socialismo.

2 Comentarios

  1. Si, si… todo muy lindo, pero yo quiero saber quien es el tipo que esta sentado en la punta de la piedra… Un capo.

  2. No son lo mismo, Macri, aparte de ser unladron sin linea politica, si la tuviera seria neoliberal, el peronismo sinenbargo quiere ser popular, un gobierno de todos y nacionalista, el problema es que «todos» «el pueblo» incluya a la burguesia, especialmente nacional, es diferente. el problema es que no se puede gobernar para todos. porque todos incluye contradicciones que no se pueden superar. Nosotros debemos presionar pero aliarnos con los peronistas para crear en Argentina mas industria nacional es decir mas proletariado (no estoy de acuerdo con los terminos trabajadores, laburantes, ets.)
    En todo caso decir que son lo mismo es un error de analisis.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

*

Últimas novedades de La Hoja Socialista 16

Ir a Arriba