Finalmente, tras más de un mes de movilizaciones, los compañeros del Partido Obrero, César Arakaki y Dimas Ponce, fueron liberados por un fallo del juez Sergio Torres. Si bien no están totalmente libres de todo cargo, ya que siguen procesados (y se les embargó una importante suma de dinero), lo cierto es que este hecho muestra lo que podemos conseguir con la lucha.
También pone en evidencia, una vez más, la inviabilidad del “Frente AntiM” con el kirchnerismo. Mucho menos en este tipo de reclamos. Esta opción se intentó durante todo el gobierno de Macri, expresadas en la defensa de Milagro Sala, el 2×1 y las marchas por Santiago Maldonado. Sin embargo, a la vista de lo acontecido en el último mes, los mismos hechos terminan de desarmar cualquier intentona de esta clase. El kirchnerismo, teniendo legisladores y figuras públicas, nada hizo para pedir el juicio político al juez Torres, ni denunció la detención de los compañeros, ni siquiera las condiciones de cautiverio. Ninguna organización ni ningún dirigente kirchnerista movieron hoy un dedo por los compañeros detenidos. En criollo, se borraron. Y no puede ser de otra forma. No se puede hacer un frente con asesinos de obreros como Insfran o represores como Alicia Kirchner.
Lo que corresponde es organizar una coordinadora para defendernos de los ataques políticos y judiciales del Estado, ya sea bajo administración macrista, pejostista o kirchnerista. Esa coordinadora debe estar integrada por todas las organizaciones de izquierda, que son las afectadas, y tiene que darse un plan de intervención. Seguir separados y juntarnos solo en marchas no va a ayudar a contrarrestar esta ofensiva. Llamar al enemigo a que nos ayude, mucho menos.
Vamos por:
-
El desprocesamiento y el cierre de las causas de los compañeros detenidos y procesados por luchar.
-
Por la destitución del juez Torres.
-
La construcción de una coordinadora antirrepresiva.
