El héroe de la resistencia, el General Enrique Lugand, recibe cada año un homenaje por su participación en el levantamiento de Valle. Pero nadie recuerda que, un año antes de consagrarse como “general peronista”, Lugand ordenó abrir fuego contra los obreros rosarinos que resistieron en Rosario el golpe de 1955.
Marina Kabat
Grupo de Investigación sobre el Peronismo
En la calle Moreno al 300, en Rosario, nació un pasaje denominado “General Lugand”. El pasaje lleva ese nombre desde 1974, a modo de homenaje al general que dirigió en Rosario la sublevación de Valle, en 1956. Bajo el kirchnerismo, se colocó allí una placa en memoria de los caídos. Cada año, en ese pasaje, el kirchnerismo organiza actos alusivos.
En Rosario, el levantamiento de Valle fue encabezado por el general Enrique Lugand. Todos los testimonios de la resistencia referentes al levantamiento en Rosario dan cuenta de su participación, acordada en una reunión previa con Valle. Allí, se habría fijado la contraseña para la sublevación “por la mañana se corta la fruta” y el Regimiento 11 como el principal objetivo del levantamiento en la ciudad. Llegado el día, el regimiento no pudo ser copado, aunque sí se logró tomar una emisora radial local. En Rosario hubo detenidos, pero, a diferencia de lo que ocurrió en Buenos Aires, no hubo fusilamientos. Sin embargo, los detenidos vivieron momentos tensos y salvaron su pellejo por muy poco, cuando los oficiales a cargo se negaron a cumplir las órdenes de ejecutarlos. Pero, Lugand no estaba entre los detenidos. Así lo relata el hijo del Teniente Lorenzo Cogorno:
“Rosario no se rindió. Lugand estuvo acá, hubo una compañera que lo guardó mucho tiempo en la yerbatera ‘El charrúa” y se escondió pese a que Mainetti, que era su dueño no sabía que en su sótano tenía a un general peronista, y así se salvó el hombre.”
El relato tiene toda la épica de la resistencia. De esos que podrían conmovernos…si no supiésemos que el general Enrique Lugand, el “general peronista”, el camarada de Valle, se cobró más vidas de obreros peronistas, que quienes reprimieron a nivel nacional el levantamiento de Valle.
Lo que ni Walsh descubrió
En septiembre de 1955 el general Enrique Lugand, todavía no es el héroe de la resistencia peronista, hasta hoy recordado. Lugand llega a Rosario el 21 de septiembre de 1955 al mando del primer cuerpo del ejército. Ese día el diario El litoral indica que “el comando del 1° ejército se plegó a la Revolución y asumió el gobierno provincial.”La ciudad vive cierta tensión: por un lado, marchas en el centro en apoyo al golpe, por otro lado, agitación en los barrios obreros. El jueves 22 por la noche comienzan las acciones obreras. Desde las zonas norte y sur los trabajadores intentan llegar al centro y son enfrentados por tanques. Por radio, ya se escucha una proclama del general Lugand, advirtiendo que el ejército dispararía contra los “revoltosos”. El viernes 23 es el día más álgido. Contingentes obreros intentan llegar al centro de Rosario. El ejército, para contenerlos, abre fuego sobre ellos. Dirige la represión nuestro héroe el General Enrique Lugand. No se puede negar que es un hombre de palabra: había amenazado con disparos y estos no se hacen esperar: los diarios mencionan entre 15 y 25 muertos obreros. El sábado 24 las acciones se repiten. Además de tanques, francotiradores y nidos de ametralladoras el ejército recurre a ataques aéreos sobre los manifestantes. Un diario minimiza los muertos, otros dice que superan los del día anterior.
Lugand dicta órdenes estrictas: el ejército disparará sin consideración a cualquier persona que se encontrara en la calle luego de las 8 de la noche. A toda hora del día, cualquier grupo d2e más de dos personas sería detenido y arrestado.El domingo la población es contenida en los barrios, pero allí la agitación no cesa. Según el informe especial que hizo el diario Noticias en 1974, ese domingo a las 16.28 radio del Estado transmitió este comunicado del Cuerpo I del ejército que, no olvidemos, dirige Lugand: “El comando de represión previene a las manifestaciones y concentraciones que se están formando en distintos puntos de la ciudad de Rosario, que aviones militares las sobrevolarán ya la segunda pasada de los mismos si no se dispersan, abrirán el fuego sin contemplación”. El comunicado también ordenaba a la población mantener ventanas cerradas, (esto para evitar la acción de los numerosos francotiradores obreros-, “Mauricio Redril, que en un edificio de Córdoba y Oroño desobedeció la orden, fue abatido de un tiro.”
Alcoyana, Alcoyana; General, General.
En un artículo anterior sobre el levantamiento de Rosario,[i] cuyos principales rasgos aquí resumimos, no mencionamos la trayectoria posterior del General Entrique Lugand. A nosotros mismos nos parecía inverosímil que alguien considerado un héroe de la resistencia peronista fuera el responsable de la mayor represión que esa resistencia sufrió (los muertos en Rosario durante septiembre de 1955 superan a los asesinados en la Operación masacre). Las fuentes en ambos casos eran claras y coincidentes, pero quedaba la posibilidad de que nose tratase de la misma persona. Por eso, hicimos nuevas averiguaciones antes de denunciar el hecho. La confirmación llegó al consultar el legajo militar de Enrique Lugand.
El legajo de Lugand muestra que él está en Rosario desde el 21 de septiembre con el cargo que aparece mencionado en los diarios al referir a sus órdenes represivas. El mismo legajo también da cuenta de su participación en el levantamiento de Valle, el juicio que se le hace y la posterior amnistía. Se trata, sin dudas, de la misma persona. El general Enrique Lugand, camarada de Valle y héroe de la resistencia peronista es el responsable directo de la represión en Rosario en septiembre de 1955, la peor masacre que esa resistencia sufre.
El diario Noticias, dirigido por Miguel Bonasso, que hace una primera investigación sobre la represión a la protesta rosarina, se queja de que la sublevación obrera de 1955 no haya sido investigada y que “ni siquiera figura en las conmemoraciones del peronismo oficial”. En realidad el cuadro era peor: ese mismo año que el diario estudia el hecho y denuncia al General Enrique Lugand como su principal responsable, éste era homenajeado, al bautizarse el consabido pasaje rosarino con su nombre.
No solo un hombre
Quien gusta de defender lo indefendible, siempre encuentra excusas. Es solo un nombre repetido entre muchos que participaron, dirán. Sucede que no. Lugand, no es una figura menor, ni en el ’55 ni en el ’56, y el hecho tiene sus implicancias. Los peronistas han criticado al Partido Comunista porque este caracterizó al levantamiento de Valle como un contragolpe militar y llamó a los obreros a no seguir las aventuras del nacionalismo castrense. Como era de esperar, el PC fue acusado también de gorila y de repetir el “error” del 17 de octubre.
Por un lado, es llamativo que se acuse a los comunistas de gorilas por defender la misma valoración que en ese momento Perón hace de los sucesos. En una carta a Cooke, dice “Si ellos hacen ahora algo es porque están enconados con sus ex-camaradas que los expulsaron del Ejército, cosa que ellos no esperaban”, “esos pillos, que se hacen llamar camaradas, son cualquier cosa menos eso”Por otro lado, el prontuario de Lugand, les da la razón a los comunistas en este caso.
Pese a las opiniones iniciales de Perón, el levantamiento de junio de 1956 pasó a integrar los hitos históricos peronistas más recordados. Quizás en 1974 el hecho servía para recrear la alianza entre pueblo y ejército que el peronismo defendía. Ya en el país, Perón no temía ser desplazado en su rol por otro militar nacionalista y Lugand puede tener su pasaje. Nos preguntamos: ahora que nosotros sacamos a la luz el caso, ¿cambiaran el nombre a la calle?
NOTAS
1 http://razonyrevolucion.org/la-excepcin-que-confirma-la-regla-marina-kabat-y-blas-costes/
El PC siempre gorila.Hasta hoy mamita. Sigue igual.
Estuvieron a favor del golpe del 76
He escuchado testimonios directos de participantes de la resistencia en esos días del 55 y nunca mencionaron tal cantidad de muertos.
Dada la magnitud, es extraño que no mencionen.
Consultaré.