En agosto del 2021 se realizó una audiencia en la Secretaria de Trabajo de Villa Regina, para intentar resolver el conflicto que ponía en peligro, alrededor de 70 puestos de trabajo, debido al cierre del empaque Tradición Patagónica S.A. En dicha oportunidad la patronal estuvo representada por Horacio Nello Pagliaricci (gestor procesal), y participó también, la dirección de Soefrnyn (Sindicato de Obreros y Empacadores de Río Negro y Neuquén). Luego de aquella reunión los trabajadores no obtuvieron ninguna resolución en concreto sobre las fuentes laborales.
La patronal cierra la planta porque ya no les resulta un negocio rentable. Pero el hecho que generó mayor indignación entre los trabajadores, es que el sindicato, a través de su Secretario General, Marco Bielma, tenían conocimiento previo del cierre y habían guardado dicha información bajo llave, ocultándosela a sus afiliados para que los tiempos jugaran en favor de los empresarios.
Los dueños como buenos burgueses arreglaron con la burocracia del sindicato y procedieron a llevar adelante el vaciamiento de las instalaciones, llevándose toda la maquinaria de la planta para evitar cualquier respuesta de parte de los obreros.
Recordemos que desde que comenzó la pandemia del Coronavirus, las y los trabajadores habían protagonizado una serie de medidas de fuerza. Estas incluyeron un paro total y piquetes en reclamo por los salarios que adeudaba la patronal, el pago por “zona desfavorable” y por el cumplimiento de los protocolos e insumos para evitar el contagio del Covid-19. Ya desde ese periodo, la dirección del sindicato mando a guardar silencio a los obreros, incluyendo amenazas directas hacia los mismos.
Sobre la burocracia sindical de Soefrnyn: los “barones de la fruta”
Luego del cierre de la planta Tradición Patagónica S.A, comenzó el juicio por lavado de activos contra la conducción actual de Soefrnyn, comenzando por su actual Secretario General, Marco Bielma, además de Gustavo Buceta, Juan Domingo Lescano, Karina Neyroud, Silvia Weisser, Alejandro Lescano y Karol Daiana López. La Fiscalía Federal de la localidad de General Roca elevó la causa por el lavado de activos y manejo fraudulento del fondo de Soefrnyn, y también de la obra social (Osoefrnyn) de los trabajadores.
El lavado de activos es solo una de las patas del manejo de Soefrnyn. Elecciones fraudulentas, proscripción de listas opositoras para la conducción del sindicato, y amenazas a los trabajadores que reclamaban el aumento del 40% del salario por zona desfavorable, son solo algunos de los “manejos” de la burocracia.
El gobierno de Río Negro no puede lavarse las manos en este asunto. Uno de los imputados que no será procesado debido a su deceso, Rubén López, quien fuera Secretario General en gestiones anteriores, también supo ser uno de los aliados de Juntos Somos Río Negro (JSRN). En varias oportunidades Rubén López fue candidato a legislador en la lista de Weretilneck y Arabela Carreras, hoy uno senador por Río Negro y la otra, actual gobernadora. Este manejo del sindicato lo dejaba pegado a JSRN como uña y mugre, de ahí que el gremio recibiera solo durante el período de 2012 al 2017 una suma no menor a los 20 millones de pesos como aportes no reintegrables.
Transcurridos cinco meses desde los despidos y el cierre de Tradición Patagónica, sus trabajadores aún siguen esperando una solución y tanto las autoridades como el sindicato miran para otro lado. Muchos empleados recurrieron a la judicialización de sus reclamos, en tanto que otros siguen a la espera de cobrar sueldos adeudados e indemnizaciones.
Los empacadores y trabajadores de la fruta, están permanentemente expuestos a este tipo de maniobras, tal como sucede en estos días con La Reginense, otra tradicional planta de la localidad de Villa Regina, cuyos dueños intentan implementar el mismo modus operandi, amparados por la burocracia y el Estado, garantes de las ganancias capitalistas. Es indispensable la organización y coordinación de los compañeros para ponerles un freno, recuperando el sindicato para que esté al servicio de la lucha y no de las patronales. Para eso son necesarias las asambleas donde se puedan discutir las prioridades y poner en práctica los métodos que permitan la defensa de sus condiciones laborales y de vida.
Construir un espacio de poder y de elaboración de una política para la clase obrera, como la Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados, se vuelve una necesidad imperiosa para el conjunto de la clase obrera argentina.
Corriente Clasista Goyo Flores – Razón y Revolución Rio Negro
