Feos, sucios y enfermos. El problema de la meningitis y la explotación capitalista en la Argentina

en El Aromo n° 45

Por Lorena Martínez – La meningitis es una enfermedad infecciosa que afecta, principalmente, a niños de hasta dos años. Se transmite, entre otros medios, a través de la saliva y se manifiesta como la inflamación de las meninges, es decir, de las membranas que recubren el sistema nervioso central. Los síntomas más frecuentes son el dolor de cabeza, la sensación de rigidez en la nuca, fiebre alta, vómitos y fotofobia. Existen dos grandes grupos de meningitis según el agente causante: la viral y la bacteriana. Generalmente, el tipo viral no resulta grave y la recuperación suele ser completa. Las bacterianas, por el contrario, se consideran graves por las secuelas que acarrean y por su alta tasa de mortalidad.1

Existen vacunas contra algunos tipos bacterianos y, en algunos casos, se dan antibióticos a quienes tienen contacto cercano con alguien infectado. La vacuna cuádruple previene una de las formas más graves y frecuentes de meningitis, está incluida en el calendario nacional de vacunación y se aplica en forma gratuita. Lo mismo ocurre con la BCG. Existen otras dos vacunas, no obligatorias, la anti-meningocóccica y la anti-neumocóccica. Sin embargo, su adquisición resulta un privilegio para pocos. El costo de la primera oscila, según el tipo, entre los 92$ y los 204$. El de la segunda, entre 94$ y 334$.2 La mercancía curativa deja afuera así a inmensos sectores de la clase obrera.

Vidas robadas

En la Argentina, el neumococo produce entre 300 y 500 casos de meningitis por año sólo en niños. De ellos, mueren entre 100 y 120, y otros tantos quedan con secuelas neurológicas irreversibles.3 De acuerdo al Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, todos los años los casos de meningitis aumentan un 50 por ciento hacia fines del invierno y principios de la primavera, en relación a los meses anteriores. El 75 % de los afectados por esta enfermedad son recién nacidos y lactantes.

En lo que va del año, según el Ministerio de Salud de la Nación, la incidencia de meningitis en el país es menor a la del año pasado. Sin embargo, en la provincia de Buenos Aires hubo un incremento de los casos. En la tierra de Scioli se registraron hasta abril de este año 110 casos de meningitis contra los 77 del mismo período del 2007. De acuerdo al Ministerio constituye un “leve aumento pero no un brote” (Página 12, 24/4/08). Es cierto que por la distribución de los casos no se trata de un brote, pero eso no significa que el incremento sea leve. Por el contrario ya representa un aumento del 42,85%.

De acuerdo a la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) existe un brote cuando la tasa de ataque es superior a 10 casos por 100.000 habitantes, en un área determinada, existiendo relación epidemiológica entre los casos, y con predominio de un cierto grupo. Eso ocurrió en la provincia en Zárate, en el 2003, cuando se registraron entre 40 y 60 casos.4 Incluso allí las medidas sanitarias recién llegaron tras la movilización. Cientos de vecinos de la ciudad se manifestaron durante dos días en las calles para pedir vacunas contra la enfermedad. Ello originó la implementación de una campaña de vacunación masiva para los niños de 2 a 14 años de edad y la suspensión de las clases por una semana.5 No fue el único brote, la provincia tuvo otro al año siguiente. Por su parte también hubo brotes en Tucumán (1996); Mendoza, Córdoba y Neuquén (2004), Misiones (2005).6

Según la SAP, el índice de mortalidad de la enfermedad varía entre el 5 y el 15 por ciento, dependiendo de la edad del paciente y el agente etiológico. Influye también la precocidad del diagnóstico y la internación en sitios con la complejidad necesaria. El hacinamiento favorece la diseminación de la enfermedad, que afecta principalmente a niños de 5 años. Es potencialmente fatal, y siempre debe considerarse una emergencia infectológica.7

Si analizamos la evolución de casos en la provincia entre el 2000 y el 2006 encontramos una correlación entre la crisis económica y una mayor incidencia de la enfermedad. De acuerdo a la Dirección Epidemiológica provincial, los casos totales notificados de meningitis bacteriana hasta la semana epidemiológica 30 (la de mayor incidencia), fueron de 462 casos en el año 2000, 565 en el 2001, 597 en 2002, 630 en el 2003, 405 en el año 2004, 472 en el año 2005, y 444 en el año 2006. Tal como podemos ver la cantidad de casos fue increscendo hasta el 2003, por dos años cayeron para registrarse luego una nueva suba. Si consideramos lo señalado al principio para el 2008, la tendencia al alza pareciera consolidarse y aún no se han publicado los resultados de todo el año.

La salud de nuestros hijos…

Desde las autoridades se culpa a los padres por no vacunar a sus hijos. Así el responsable del Servicio de Infectología Infantil del Hospital Universitario Austral, sostuvo que “en la Argentina mucha gente no se está vacunando a pesar de que están en el calendario nacional y son gratuitas” (Infobae 23/7/08). Ya desde el año 2000, el Ministerio de Salud denunciaba, en un artículo publicado por Clarín titulado “Cada año, el 10 por ciento de los chicos que nacen no recibe sus vacunas”, que los niños no eran vacunados correctamente. Sin embargo, cabe preguntarse si en realidad la culpa es de los padres. Por una parte, el gobierno podría implementar campañas de vacunación en escuelas y jardines. Por otro lado, como ya dijimos, existen otras vacunas no obligatorias como la antimeningocóccica y la antineumocóccica. En nuestro país, la comunidad científica defiende criterios divergentes. En la divisoria de aguas sobre la necesidad de avanzar en la aplicación masiva de esas vacunas se ubica, por un lado, la SAP. Esa entidad advierte que “no existen estudios que demuestren que la aplicación masiva de esta vacuna no producirá efectos epidemiológicos adversos”8. Otros pediatras, y diversos organismos mundiales como la Organización mundial de la Salud (OMS), por el contrario, han manifestado la importancia de incluirla en los planes nacionales de inmunización.9 De hecho, la vacuna antineumocóccica heptavalente conjugada se encuentra en el calendario oficial de más de 20 países, como Estados Unidos, Bélgica, Italia, Francia, Alemania y Grecia. Su inclusión logró reducir a casi 0% el número de casos de la enfermedad en los Estados Unidos.10 Sin embargo, en estas pampas su costo la vuelve inaccesible tanto para la mayor parte de la clase obrera en forma individual como para formar parte de inmensas cantidades de hospitales públicos con magrísimos presupuestos.

La detección precoz de la enfermedad también resulta fundamental para evitar la muerte y combatir las secuelas. Aquí nuevamente enfrentamos las fallas del sistema de salud. En San Luis, en el Policlínico de Villa Mercedes, este año, una niña de dos años murió por tener meningitis y haber sido tratada sólo con un antifebril.11 Lo mismo puede establecerse para el caso de una mujer de 52 años, empleada estatal de La Plata, que manifestó problemas de salud, pidió licencia médica y a la semana murió de meningitis.12 Las denuncias por diagnóstico tardío son recurrentes. En los abarrotados hospitales públicos las condiciones laborales impiden una atención adecuada. De este modo, el estudio que permite detectar la meningitis en numerosos casos no se efectúa en las primeras consultas que el paciente realiza, perdiéndose un tiempo precioso para esa persona y favoreciendo el contagio. Asimismo, existen factores que aumentan la predisposición al contagio como los nacimientos prematuros o con bajo peso, padecer problemas de insuficiencia renal o vivir en condiciones de hacinamiento.13 Por ende, de acuerdo a estos factores, podemos inferir que aquellos que se encuentren en condiciones materiales de vida más desfavorables, y mal alimentados, especialmente los niños, estarán en una situación de riesgo mayor. Así las cosas, no extraña que dicha enfermedad tienda a su erradicación en determinados países capitalistas y en otros constituya epidemias gigantescas. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en África la tasa de enfermedad de meningitis es diez veces mayor a la de los “países industrializados” produciéndose entre 700.000 y 1.000.0000 de muertos por año.14

La naturalidad de la muerte

La clase obrera se encuentra más expuesta a contraer meningitis, enfermedad que mata o invalida para toda la vida, desde la parálisis a la amputación de miembros del cuerpo afectado. El hacinamiento, la desnutrición, el bajo peso, la ausencia de dinero para adquirir ni hablar de vacunas sino antibióticos, en definitiva, sus condiciones de existencia, condenan a los niños obreros. Otros factores agravan la situación: el deterioro del sistema de salud es paralelo al del sistema educativo. Por ello las condiciones de infraestructura de las escuelas las transforma en focos de contagio. Los funcionarios del capital afirman que no existen peligros porque el sistema de salud público cuenta con los insumos para la atención necesaria “normal”. Ante cada caso confirmado, el gobierno sale a relativizar su importancia y a desdeñar la preocupación generada. El argumento es siempre el mismo: los casos no exceden la situación “normal”. Existiendo la posibilidad de llevar casi a cero el riesgo de enfermedad, esta ideología “tranquilizadora” se transforma en un instrumento de naturalización de la muerte. Se da por sentado que todos los años morirán, “necesariamente”, “porque es así, estadísticamente”, una cantidad “normal” de obreritos que no llegarán jamás a tener siquiera el privilegio de la explotación. Contra esta naturalidad de la muerte, debe levantarse la impaciencia insatisfecha de la vida que se defiende de la verdadera enfermedad, esa que se llama capitalismo.


Notas

1http//www.ms.gba.gov.ar
2http://www1.hcdn.gov.ar
3Ídem.
4La SAP denunció 40 y diarios locales 60.
5http://www.colonbuenosaires.com.ar
6AAVV: “Brote epidémico de meningitis viral causado por echovirus tipo 4 en la provincia de Misiones”, Revista Argentina de Microbiología v.40 n.1 Aires ene./mar. 2008.
7Sociedad Argentina de Pediatría: Comité Nacional de Infectología, 01/05/2008.
8Clarín: 18/06/2005.
9Ídem.
10Clarín 31/08/2007
11http://www.cronicadesanluis.com.ar
12http://www.diario-elmensajero.com.ar
13Ídem.
14http://www.who.int

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