Después de un año de durísimo para los obreros metalúrgicos, la UOM llegó a otro acuerdo para la actualización paritaria, en la mayoría de las ramas (quedan pendientes las siderúrgicas y electrónicas y autopartistas de Tierra del Fuego).
¿De qué se trata? La UOM dice que consiguió un 39,5% para toda la paritaria. Pero es un verso. Un 4,6 en realidad refleja un cálculo del impacto del bono no remunerativo a pagar en cinco cuotas de agosto a diciembre. Ese bono recién pasa al básico en enero. Luego en enero se abonaría además un 25% más sobre el básico y un 10% más en febrero. Mientras tanto, estrictamente, no hubo aumento del básico durante nueve meses. De ese modo, el aumento es mucho menos de lo apuntado: corre detrás de la inflación y se termina de pagar en febrero. Mientras, la inflación trepa a un 40% en todo el 2020. Por otro lado, el Ingreso Global de Referencia -calculado para una situación ideal de jornada completa sin faltas injustificadas- ahora treparía en febrero a 44 mil pesos. Sí, debajo de la actual canasta de pobreza del Indec calculada en 52 mil.
Obviamente, el carácter no remunerativo de los aumentos en este 2020, significa que no vale para aportes al sistema previsional ni aguinaldo. Las patronales en este punto, no pagaron aumento alguno durante todo el año.
Finalmente, el asunto es incluso peor: como sabemos, la UOM viene de acordar un régimen de suspensiones durante todo el año. Caló lo supo “festejar” como un acuerdo de descuento del 14% sobre el salario neto, un porcentaje “menor” que el que había acordado la CGT. Sin embargo, el bono durante 2020 venía con descuentos para los suspendidos. O sea, para buena parte de la industria en los meses que pasaron. Ahora, el nuevo acuerdo agrega otra vez una cláusula (punto 6) de negociación con la representación sindical de cada fábrica para negociar aumentos menores si la planta aduce un problema. Puede ser una situación tal que abarque una planta con régimen de suspensiones o que “se encuentren en situaciones de crisis”, hasta una metalúrgica que esté tramitando el Procedimiento Preventivo de Crisis. Es decir, casi toda la industria. Más cuando sabemos de donde venimos: la UOM ha firmado suspensiones sin ninguna vergüenza, como lo hizo en las plantas de Tenaris.
Por una salida de los trabajadores
El escenario no se muestra alentador para el metalúrgico. La UOM es cómplice de esta política de ajuste. No ha tomado una medida de fuerza en todo el año ni discutido con ningún trabajador cómo seguir. El acuerdo fue firmado a espaldas de los trabajadores.
De un tiempo a esta parte, trabajadores de varias seccionales comenzaron a movilizarse. Ocurrió con los trabajadores de Siderca -Campana-, trabajadores autoconvocados de Burzaco y Matanza, Siat Tenaris, entre otros. También se encuentran en lucha los compañeros de Gri Calviño. Esta predisposición de varios compañeros necesita una organización más general. Por eso, llamamos a la organización de los trabajadores en cada fábrica, en cada lugar de trabajo, para comenzar a coordinar un planteo independiente de frente a la burocracia sindical a nivel nacional.
Los metalúrgicos necesitamos una verdadera recomposición salarial con un ingreso que duplique la canasta básica -que es de una canasta de pobreza-. Hoy estamos con los salarios por el piso. La razón: sostener las ganancias de los capitalistas. Por otra parte, si las patronales, que se comen millones de subsidios, van a seguir presionando por más baja salarial, suspensiones y despidos, entonces planteamos la estatización bajo control de los trabajadores como salida, con reparto de las horas de trabajo. Que la crisis la paguen los capitalistas. Basta de sostener a las patronales con nuestros recursos y nuestro esfuerzo.
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