Tres Arroyos y la burguesía planera: Tres Arroyos también le saca la plata a los jubilados

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La semana pasada varios trabajadores de Tres Arroyos se encontraron con que les habían depositado una quincena, con cifras entre los veinte a treinta mil pesos. Esto se debía a que la empresa había entrado en el Programa de Asistencia de emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) en el cuál el gobierno abona la mitad del sueldo de los trabajadores hasta 2 sueldos básicos con los fondos de la ANSES. Hoy, esto fue confirmado por la seccional Concepción del Uruguay del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación. Tres Arroyos posee 6.500 empleados por lo que de alcanzar a todos los empleados estamos hablando de una “ayuda social” de entre 130 y 195 millones de pesos. Recuerde eso cuando le insistan con que hay obreros “vagos que viven de los planes”.

Estamos ante una verdadera burguesía “planera” que no escapa a la norma del conjunto de los capitalistas argentinos. El Estado compensa y asiste a grandes y chicos. En este caso, estamos ante un capital que representa el 40% de las exportaciones argentinas en productos derivados del pollo -por lo que se trata de una empresa que gana competitividad con cada devaluación- y su producción es el 30% del mercado local. Como podemos ver, no sólo las PyMES se nutren del Estado.

Por otro lado, Tres Arroyos ha avanzado en su ofensiva desde el inicio de la pandemia, para intentar trasladar cualquier costo de la crisis a los trabajadores de sus plantas. El fin: sostener sus ganancias. Primero modificando la jornada de trabajo para reducir los salarios un 20%, medida que fue rechazada por los trabajadores. Luego, intensificando los ritmos de trabajo. Ahora la empresa ha despedido 50 contratados en un contexto de paritaria y con una baja de producción en la última semana. Vale aclarar que este tipo de despido no está prohibido por el DNU de Alberto Fernández, lo cual expone en toda su dimensión las características limitadas de aquella medida. Así, Tres Arroyos se vale de la precarización para seguir ajustando a los trabajadores según sus necesidades. Lo que vendrá será más explotación para el personal.

Frente a este escenario, llamamos a la organización obrera por fábrica o por actividad, para debatir una salida propia a la crisis, que ponga nuestros intereses por sobre la ganancia capitalista. Cualquier empresa que suspenda o despida, no abone salario íntegramente o que deba vivir de la plata de los jubilados, debe ser estatizada y puesta bajo control de los trabajadores para producir al servicio de las necesidades sociales. Sobre todo, empresas como Tres Arroyos que producen alimentos esenciales para cualquier comedor y cualquier obrero de este país.

Por la reincorporación de los trabajadores despedidos.

Por un plan de lucha definido en asamblea hasta derrotar el ajuste patronal

Que la crisis la paguen los capitalistas

Corriente Clasista Goyo Flores – Razón y Revolución Entre Ríos

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