Sobre el conflicto del SOEME en la provincia de Buenos Aires. La paritaria pasada y el presente – Por Martín Rodríguez

en El Correo docente 1

A principios del mes de Marzo, el Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME), se encontraba en conflicto con el gobierno provincial de Vidal. La disputa surgió a partir de la paritaria no resuelta ya que la provincia había comenzado proponiendo un mísero aumento del 15% y a pagar en dos cuotas durante el primer semestre del año, mientras que el sindicato pedía elevar el mínimo a los 10 mil pesos. Recordemos que un trabajador del SOEME de la categoría más baja, se encuentra ganando un salario básico de $8.000 por turno.

Como era de esperarse, la primera oferta fue rechazada por el conjunto de los trabajadores, quienes reclamaron una nueva propuesta salarial y el cobro del aumento en un solo tramo. El gobierno contraofertó 25%, pero en cuatro tramos: el 5% en Enero, 11,2% en Marzo, un 16,5% en Julio para llegar al 25% en Septiembre. Esta también fue rechazada. La tercer y última propuesta del gobierno provincial fue de incrementar el salario básico en un 5% en Enero, para más un 15% en Marzo; prometiendo reabrir la paritaria en Julio para volver a discutir el salario. Nada de esto dejó satisfecho al SOEME, que decidió romper la pasividad y declarar la retención de tareas por tiempo indeterminado y la toma del edificio central de la Dirección de Escuelas para el 7 de Marzo ¿Qué significa la retención de servicio? Es la no realización de las tareas laborales diarias por parte de los trabajadores ante el incumplimiento de quien o quienes los emplean. Con lo cual, los trabajadores no asisten a su lugar de trabajo. Los dirigentes sindicales agregaron que este último ofrecimiento incluía la eliminación de las horas extras y de viáticos. Esta primera acción del gremio tuvo un acatamiento que rondó entre el 80 y el 90% de sus afiliados.

Distinta, sin embargo, fue la respuesta de los sindicatos que integran la UPCN y el FEGEPPBA (exceptuando el SOEME), quienes aceptaron sin mayores cuestionamientos la propuesta del 15% en dos tramos. Según el diario platense “Hoy”, los sindicalistas de la UPCN entregaron el salario de los trabajadores a condición de mantener las cajas de dinero y gente de su gremio en cargos burocráticos estatales. Además, debemos agregar que hay varios dirigentes de la UPCN que están siendo seguidos de cerca por la justicia, sospechados de participar en el vaciamiento de IOMA[i].

Me hice cargo de tu herencia: la continuidad del proyecto y su resolución

El conflicto se extendió durante todo Marzo, alcanzando altos puntos de conflictividad. El gobierno provincial de Vidal continúa con la línea del sciolismo en la provincia y del kirchnerismo en general profundizando la flexibilización laboral, la tercerización y la persecución de los trabajadores combativos. En primer lugar, no tuvo mayores problemas en descontarle los días no trabajados a todos aquellos que se habían adherido a la medida de fuerza. Se estima que la resolución afecto a unos 65.000 afiliados. Más tarde se supo que la quita del salario afectó a todo el sindicato por igual, más allá de haber adherido o no a la medida de fuerza. Dentro de los damnificados por esta medida se encontraban personas con licencias por enfermedad, embarazo, maternidad, incluso veteranos de Malvinas. Según los datos del SOEME, las rebajas salariales se sucedieron en el orden que va desde los 5.000 hasta los 7.500 pesos, cifra que reduce hasta el 80% del salario promedio. La acción del gobierno provincial busca desarticular y desgastar a los compañeros del SOEME. El hecho de que les hayan descontado a todos por igual tiene como objetivo la desunión de los trabajadores, ya que aquellos que no han adherido culparán a sus compañeros por lo sucedido. Esta decisión pretende lanzar una advertencia bien clara al resto de los trabajadores: TRABAJADOR QUE PARA, TRABAJADOR QUE NO COBRA.

La despiadada medida lanzada por el gobierno ya se cobró una víctima: Yolanda Mercedes. La compañera de sesenta años, que trabajaba en la Escuela Especial 506 de Mar del Plata, murió de un ataque cardiaco al enterarse que iba a cobrar 40 miserables pesos, luego que su sueldo fuera violentamente reducido por estar afiliada al SOEME.

En segundo lugar, el gobierno bonaerense no tuvo demasiado reparo en continuar con la tercerización laboral, en este caso en el ámbito educativo ¿Tercerización? Si, oyó bien, tercerización laboral. Desde la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) se bajó una resolución a todas las escuelas en la cual se las autoriza a contratar empresas privadas de limpieza con el fin de retomar la continuidad del ciclo lectivo. Las mismas serían contratadas por las cooperadoras de cada escuela que recibirían en un principio una partida por parte del gobierno. Por lo visto, quienes llevan las riendas de la DGCyE ignoran por completo la situación de las cooperadoras de nuestras escuelas. Por su parte, los dirigentes sindicales de SOEME afirmaron que no iban a permitir el ingreso de todo aquel personal ajeno al ámbito escolar y que puedan interferir con la medida de fuerza.[ii]

Pero no solo ataca a los trabajadores de la educación no docentes. También prepara las bases para el ataque a los docentes. Al catalogarlos a todos “servidores públicos”, niega la responsabilidad del Estado como garante de la educación y busca, bajo la excusa del servicio, obligarnos a aceptar cualquier condición de trabajo ya que nos debemos a la sociedad en general, cual sacerdote de barrio. Vieja receta. Recordemos, si no, cuando Cristina Fernández de Kirchner nos tildó de burgueses por tener tres meses de vacaciones, trabajar un solo turno, gozar de “estabilidad” y otras burradas que todos sabemos no son así.

El SOEME respondió elevando una apelación ante la justicia de La Plata. La medida cautelar fue apoyada con una movilización conjunta entre SOEME y ATE frente al Ministerio de Educación de la provincia el 7 de Abril. Además, el sindicato presentó una denuncia penal contra Vidal por el presunto homicidio culposo de Yolanda Mercedes. En estos días, la Justicia ordenó el cese de los descuentos y la devolución del salario deducido para antes del 15 de Abril.

Para contrarrestar esta medida de fuerza, el gobierno acudió a su aliado más fiel: el tiempo. Así, dejó que los días transcurran para que la lucha se desgaste, los compañeros se cansen y poco a poco cedan y acepten las condiciones impuestas desde el poder. Luego de 45 días de lucha, el sindicato conducido por Balcedo, firmó la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo. La misma exige la reapertura de la paritaria en la brevedad, la recomposición del salario quitado y el cese de la medida de fuerza por parte de los trabajadores. Por su parte, ATE se negó a aceptar la conciliación y llamó a un paro nacional con movilización a Plaza de Mayo para el día 19/4.

La posición de las otras agrupaciones

La medida contó con el apoyo de los SUTEBA combativos pertenecientes a las seccionales conducidas por la Multicolor, quienes además se expresaron en contra de la tercerización laboral, los descuentos, manifestando además la reivindicación por un salario igual a la canasta familiar, la reapertura de la paritaria cerrada, el pase a planta permanente de los precarizados y la titularización de cargos. A la vez exigieron a las direcciones el lanzamiento de un plan de lucha conjunto. En el paro nacional del 4 de Abril convocado por CTERA, se dejaron ver carteles en solidaridad con los compañeros auxiliares, expresando el deseo de unión entre toda la comunidad educativa. En muchos casos el apoyo se expresó mediante la convocatoria a asambleas, clases abiertas y otras actividades en común.

Por su parte, la Celeste de Suteba ha manifestado un apoyo simbólico con los compañeros auxiliares, mientras que UDOCBA y la FEB no han demostrado ni el más mínimo acercamiento hacia el SOEME.

Algunas consideraciones y los pasos a seguir

En este contexto, se supone que los colegios que no se encuentran con las condiciones higiénicas óptimas no podrían abrir sus puertas. Sin embargo, se han dado una serie de hechos ante los cuales debemos parar la pelota y reflexionar al menos por un momento, ya que muchos establecimientos educativos han resuelto lo contrario.

En algunos colegios han sido los docentes y/o padres los que se han hecho cargo de las tareas de limpieza y mantenimiento edilicio. Aquí es donde se conjugan dos asuntos que no debemos pasar por alto: la solidaridad con nuestros compañeros y la idea del docente sacrificado al estilo sacerdotal. De más está aclarar que ninguno de los que formamos parte de la comunidad educativa queremos que nuestros alumnos pierdan clase. Sin embargo, es importante saber que si nos ponemos a limpiar los baños, a cocinar, a barrer los pisos y demás tareas necesarias, estamos afectando y echando para atrás el reclamo justo de nuestros compañeros de trabajo. Por otra parte, al docente no le corresponde hacerse cargo de estas tareas, ya que es el Estado quien nos debe brindar todas las condiciones necesarias para que podamos realizar nuestra tarea en su debida forma. Es más, en la resolución de la DGCyE, ellos mismos lo aclaran. El hecho que un padre o un docente se encargue de estos asuntos, favorece a la degradación de la escuela pública y, a la vez, promueve el avance de la tercerización y la flexibilización laboral en el ámbito educativo.

Le propongo que se imagine, compañero/a, si el día de mañana nos declaramos en huelga por tiempo indeterminado ¿Usted se imagina a un padre reemplazándolo dentro del aula? ¿Podría cualquier persona pararse delante de sus alumnos y hablar sobre logaritmos, Revolución Francesa o dar Fisicoquímica? ¿O a los compañeros auxiliares bastardeando nuestra acción? ¿Acaso podría el gobierno reemplazarnos con estudiantes recién iniciados o con cualquier tipo de personal no idóneo con tal de asegurar los 190 días de clases? De nosotros no depende “salvar al mundo”, sí podemos apoyar a nuestros compañeros que cobran una miseria digna que apenas les alcanza para vivir brindando información a toda la comunidad educativa sobre el conflicto y tratando de encauzar la lucha hacia un lugar común: la revalorización de la educación dentro de nuestra sociedad. Para ser más específicos, debemos volver a posicionar al conocimiento como una herramienta de la clase trabajadora en pos de la emancipación. No somos sacerdotes que nos debemos a la “vocación”. Con esto no queremos decir que no debemos ser apasionados con nuestro oficio, ni que debemos actuar de forma mecanizada e irresponsable; sino que no tenemos que reproducir el discurso que nos quieren imponer sistemáticamente desde el Estado que busca responsabilizarnos por los males del sistema educativo. Nuestra arma es el pensamiento, la palabra y la acción, y con ellas debemos construir un futuro digno para nuestros alumnos, los trabajadores de la educación y la totalidad de la clase obrera. No confundamos a la víctima con el verdugo. Esperamos que estas líneas aporten al debate dentro de cada escuela a la que lleguen.

Notas

[i] http://diariohoy.net/politica/rechazan-irrisoria-oferta-salarial-y-paralizan-la-provincia-65590

[ii]http://www.eldia.com/la-ciudad/autorizaran-a-las-escuelas-sin-clases-a-contratar-empresas-para-limpiar-125437

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