Ayer cerró la paritaria estatal 2020 con un 18% en tres cuotas (4% febrero, 6% marzo y 8% mayo) que se suman al 7% que empezamos a cobrar el mes pasado. En total va a ser un 25% de aumento salarial, que recién vamos a ver en junio con el sueldo de mayo. Ese aumento, cuando lo terminemos de cobrar, se ubicará al menos 10 puntos por debajo de lo que será la inflación de 2020, calculada en más del 35%. A esta miseria se suma un bono igual de miserable de 4 mil pesos, que solo van a percibir quienes cobren menos de 60 mil pesos en bruto. A su vez el monto de 4 mil pesos que se otorgó a principio de año a quienes cobraban debajo de los 60 mil brutos va a continuar. También se acordó un aumento en el presentismo, ese plus que impuso el macrismo y que atenta contra el derecho al usufructo de las licencias. Por último, se anunciaron 29 mil pases a plata permanente, mil menos de los prometidos, que si bien es una buena noticia puede significar una reducción salarial para muchos trabajadores. Amén de los plazos para efectivizarlos, que se estiran hasta el 2023 (si no hay ninguna postergación en el medio, algo que suele suceder con los anuncios grandilocuentes de este gobierno).
A diferencia de otros años, en donde ATE rechazó el acuerdo y solo UPCN firmó, está vez ATE convalidó el ajuste con su firma. En la paritaria 2019, cuando UPCN firmó un 28% en cuotas (más dos cláusulas de revisión) que terminamos de cobrar en marzo del 2020 frente a una inflación proyectada del 45%, que terminó en un 53%, ATE rechazó el acuerdo e hizo el simulacro de siempre: algún paro y listo. Esta vez ni eso. Firmaron sin que se les caiga la cara de vergüenza. Y eso que la paritaria es mucho peor. Primero porque a diferencia de 2019, ya sabemos de cuánto es la inflación 2020: 35% de mínima. La paritaria se pospuso por 6 meses y ya estamos a fin de año, es decir que pasamos gran parte del año sin aumento alguno. No solo eso: el aumento pactado hoy se va a terminar de cobrar en junio del año que viene. Además, no dijeron nada de las cláusulas de revisión de la paritaria 2019 que no fueron convocadas, y en los que podríamos recuperar alguno de los 20 puntos que perdimos frente a la inflación el año pasado. Y todo esto lo hicieron sin emprender lucha alguna. ATE apenas convocó a una caravana luego de la paritaria del 7% de manera aislada, y porque el descontento era tal que hasta se evidenció en las propias filas de la Verde, que dirige el gremio a nivel nacional, donde delegados descontentos movilizaron junto a los sectores combativos.
La burocracia sindical, como siempre, es la mejor aliada del gobierno y las patronales para que pase tan brutal ajuste. La diferencia es que esta vez ni disimulan, y firman contentos el acuerdo con el gobierno. Y encima nos dicen, como el flyer de ATE Nacional, que “seguimos avanzando”. La burocracia sigue avanzando, los trabajadores no: nuestros salarios siguen retrocediendo como desde hace 10 años. Y todo gracias al peronismo, que se sienta a ambos lados de la mesa paritaria. Necesitamos organizarnos para recuperar nuestras herramientas gremiales y echar hasta el último burócrata de nuestros sindicatos.
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