En dos semanas los docentes de la Ciudad de Buenos Aires vamos a cobrar la primera cuota de la paritaria de este año. Recordemos que este aumento está pautado en tres tramos a realizarse en marzo, julio y octubre, totalizando de esta forma un incremento del 33%.
Este “incremento” implica otra baja salarial ya que ni compensa la inflación del año pasado ni se pone a la altura de la proyectada para este. En este sentido, con ninguno de los aumentos el salario testigo llega a cubrir la canasta básica que el INDEC estableció en enero para CABA. Leyó bien, el aumento de octubre no llega a cubrir la canasta de enero. Si nos referimos a números más realistas, la situación es aún más grave. Para darnos una idea: en diciembre de 2020 el salario testigo ($36.250) apenas cubría el 44% de la canasta básica total confeccionada por ATE-INDEC para GBA ($82.085). Con el aumento de marzo y teniendo en cuenta la inflación proyectada por el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, este porcentaje bajaría al 43%; y con los de julio y octubre bajaría al 41%. Ya en diciembre del 2021, el salario del cargo testigo solo cubriría el 40% de la canasta. En decir, en diciembre de este año vamos a estar cobrando menos que en diciembre del 2020.
Frente a este panorama, Ademys se tiene que poner a la cabeza de la lucha por nuestros salarios. Por un lado, debe abandonar el reclamo de aumento salarial del 50% ya que en caso de cumplirse solo conseguiríamos mantenernos en los mismos niveles de pobreza de principios de año. Tenemos que reclamar una verdadera recomposición salarial que eleve nuestros sueldos a un nivel equivalente a dos canastas totales reales. Por otro lado, Ademys debe abandonar la actitud pasiva en la que entró desde fines del febrero. Debe convocar urgentemente a asamblea para organizar un verdadero plan de lucha. Por último, el crecimiento del número de casos de COVID-19 en las escuelas porteñas, impone la necesidad de iniciar una campaña contra la presencialidad como tal, independientemente de las condiciones de cada escuela en particular. La vacunación masiva de toda la población es el requisito innegociable para volver a las clases presenciales.
-La recomposición histórica del salario para docentes. Con cargo testigo inicial equivalente a un mínimo de dos canastas básicas totales reales.
-Vacunación masiva para toda la población. Sin vacunación masiva, la presencialidad es criminal.
