El miércoles 16 de septiembre Ailén, una joven de 21 años, que vive en la ciudad de Rosario con su novio le dio una entrevista al canal Rosario 3 donde contraba el horror que había vivido el día anterior.
Contó que se encontraba en su casa, cuando vio que la puerta se empezó a abrir y entró un enmascarado con un arma. Al gritar del susto su novio y su cuñado (un nene de 12 años) se acercaron a ver que sucedía y el “ladrón” los empezó a interrogar: con quiénes vivían, si había alguien más y si estaba el vecino. Sacó unos precintos y obligó a Ailén a atarlos, luego él la ató a ella y los llevó a la habitación. Los chicos pensaron que se trataba de un robo, que los iba desvalijar y listo. Pero no, se acercó a ella, le tapo los ojos y se la llevo a punta de pistola al comedor. La tiró en el sillón, la manoseo, se bajó el pantalón, le pasaba el miembro por la cara, la intentó penetrar y terminó eyaculando sobre su panza. Por lo poco que pudo ver ella, el abusador estaba filmando toda la situación con un celular. Al finalizar la limpió con un trapo que luego llevo a la cocina para mojar y no dejar pruebas. Mientras esto pasaba, los chicos les dijeron donde estaba el dinero, que se lo llevará pero no, como dijo Ailén: «No quería plata, me buscó a mí”. Jair, el novio, cuenta que: «No pidió plata ni nada. Solo quería que la deje a ella. Le dije que se lleve plata, pero no. Agarró la plata, cargó el arma y me apuntó. Me dijo que no llame a la Policía porque iban a volver. Me dijo que no iba a poder caminar ni yo ni mi novia. Me sacó la billetera y le sacó una foto al DNI y con eso se fue. Me dijo: listo. Ya te tengo para saber quién sos, dónde vivís».
La descomposición a la que el capitalismo arrastra a la sociedad, permite que haya un grupo social, conformado por mafias, tanto del narcotráfico como de la trata, la policía, con zonas liberadas, los políticos burgueses y la clase dominante, que se beneficia del martirio que vive la clase obrera. A esto se le suma la opresión patriarcal, que encuentra en el capitalismo un suelo fértil para que crezcan los femicidios y la violencia contra las mujeres. Hemos llegado al punto en el cual, o nuestra realidad continúa desbarrancándose como consecuencia de la acción de las relaciones sociales que la dominan, o buscamos una salida fuera de ellas. Socialismo o descomposición, esa es la alternativa que enfrenta hoy la población a la que el capitalismo nacional y mundial someten todos los días en este territorio. Por una sociedad socialista y feminista.