El pasado 10/8 la docencia de Misiones respondió al paro convocado por CTERA con un alto acatamiento. Esto a pesar de que no todos los gremios docentes pararon o adhirieron realmente a la huelga. Si bien la convocatoria era sobre el repudio a la criminalización de la protesta social y por la absolución de Santiago Goodman y todos los luchadores procesados, lo real es que los reclamos superaron esta cuestión puntual y pusieron sobre la mesa otros problemas centrales de la coyuntura actual. En primer lugar, el salario. Como muestra la imagen que compartimos a continuación, nuestro salario sigue muy por debajo de una línea de pobreza y perdiendo valor contra una inflación que lo devora continuamente. En este sentido, el ajuste llevado adelante por el gobierno de los Fernández y la Renovación no retrocedió y, sin ninguna oposición en la calle, tampoco se detiene. Por otro lado, la reforma en secundaria vía modificación del Régimen Académico Marco (RAM) es otro de los elementos de coyuntura que nos movilizaron y que avanzan profundizando la degradación educativa.
Por estos motivos el paro del 10/8 no pasó desapercibido, tuvo la adhesión de muchos docentes y se logró nuclear en varias plazas públicas de la provincia (Posadas, Oberá, Jardín América, Apóstoles, por mencionar algunas localidades) cierta cantidad de colegas descontentos con la situación actual. Si abonamos a desarrollar y organizar ese descontento, podremos quebrar con el clima de inmovilismo actual, elaborar un plan de lucha y salir a dar batalla en las calles. Así como lo supimos hacer a principios de año y como hicieron recientemente nuestros colegas en las provincias de Mendoza o La Rioja.
Rompamos el inmovilismo: Por un plan de lucha provincial
Por un congreso educativo para discutir qué educación queremos
Por un salario inicial igual a dos canastas básicas totales
Por un Encuentro Nacional Docente que unifique la lucha en todo el país