La entrega del salario realizada por la burocracia de la UOM, liderada por Caló, comienza a mostrar el quiebre de una dirección con las bases. Los acuerdos paritarios son realmente indefendibles: bonos no remunerativos (“gratificaciones” que no se suman al básico) a pagar en partes entre septiembre y diciembre y sin retroactivos, con proporcionalidades acuerdo al régimen de suspensiones y “negociable” con las empresas “en crisis” e “impedidas” de pagar el aumento. Una verdadera vergüenza que coloca el Ingreso Mínimo de Referencia del metalúrgico (casi 34 mil pesos) por debajo de la canasta familiar de pobreza (arriba de los 47 mil pesos). En las siderúrgicas ocurre lo mismo.
En función de este escenario, en algunas seccionales (Matanza y Zona Sur, esencialmente en la zona de Burzaco, así como San Juan y Córdoba), algunos trabajadores comienzan a organizarse de forma autoconvocada, con llamados a movilizarse a plazas y puntos locales. En Campana, trabajadores de Siderca -autoconvocados- también plantean la necesidad de movilizar a la seccional de la UOM.
Al asunto del salario, hay que agregar la situación en las metalúrgicas del país. A las suspensiones, baja salarial, se le agregan los despidos y el intento de aplicar una mayor flexibilidad laboral. En Florencia Varela, la metalúrgica Gri Calviño se encuentra en lucha, con toma permanencia en la fábrica ante el lock out patronal implementado para avanzar sobre las condiciones de trabajo y el salario. En Siderca, como en otras plantas del grupo Techint, el ataque es cada vez más avanzado. Por un lado, sigue aplicando suspensiones, esta vez al 70%, mientras amenaza o ejecuta despidos en las contratistas, como Ferrúa o Loberaz. Los capitalistas pretenden descargar la crisis del sector en los hombros de los trabajadores, y la gente de Caló, lo va a garantizar.
Como ocurrió en otros sectores -fundamentalmente, estatales o docentes en Misiones, pero también Comercio-, la autoconvocatoria para imponer un plan de acción es un método clave para ofrecer una salida. Los trabajadores toman nota que de la dirección de la UOM no se puede esperar nada. Por eso, comienzan a organizar respuestas propias. Es un factor fundamental a tener en cuenta para impulsar en todos los lugares de trabajo.
Para derrotar la ofensiva capitalista, aplicada con la aprobación de la burocracia de Caló, es necesario profundizar este camino. Profundizarlo significa llevarlo a todos lados, con una perspectiva independiente y de lucha. Acá el clasismo tiene un campo donde intervenir con una propuesta concreta: los intereses de los patrones -económicos y políticos- son irreconciliables con los nuestros. Caló es servil a la patronal como al gobierno de turno, porque tienen un compromiso con el ajuste a los trabajadores para salir de la crisis. Romper con Caló y su política debe conducir necesariamente a una política de independencia de clase, donde los trabajadores tengan sus propias propuestas para que la crisis la paguen los capitalistas.
Corriente Clasista Goyo Flores – Corriente Sindical de Razón y Revolución