Rosana Lopez Rodriguez – Trece Rosas
Las mujeres no nos definimos por la menstruación. La operación de fragmentar los cuerpos de las mujeres e instrumentalizarlos es propia del patriarcado, para quienes somos vaginas (para penetrar), úteros (para alquilar), óvulos (para vender). La menstruación todavía es vivida como algo desagradable, porque todavía se oculta socialmente. «Periodo», «Andrés», «regla». Mis alumnas piden toallitas femeninas por lo bajo y las esconden de la mirada de sus compañeros.
La misoginia de la pornografía y de los violadores nos cree «vaginas que menstrúan». Y, aunque el generismo nos acusa a las feministas de «deterministas» (o «biologicistas), mayor reduccionismo biológico que las caracterizaciones queer de la mujer, imposible.
¿Cómo explicarle a una persona con ese grado de misoginia encima que la mujer tiene como sexo, no como individuo, la posibilidad de gestar y la menstruación es una prueba de ello? ¿Cómo explicarle que si hay menopausia es porque hubo menstruación, si para el patriarcado es algo asqueroso y oculto?
Mujeres, no podemos permitir que se niegue nuestra materialidad integral, nuestro ser bajo el patriarcado, tan real que duele todos los días. Vinieron por el feminismo e intentan vaciar de contenido nuestras luchas.