Esta semana se produjeron dos renuncias dentro del Hospital Centenario que encendieron las alarmas de la comunidad de Gualeguaychú y revelaron el estado de precariedad con el que se maneja el principal efector de salud del sur de Entre Ríos.
El mes pasado los Médicos de Pediatría y de Guardia habían enviado una carta al director y a la Ministra de Salud provincial alertando de las pésimas condiciones en las que se desempeñaban. Reclamaban, además, el nombramiento de los profesionales que habían abandonado su actividad privada para contribuir en la lucha contra el coronavirus, principalmente para cubrir las guardias de fin de semana.
A la semana siguiente, en el marco del día de la sanidad, enfermeros autoconvocados marcharon en todo el país. Los compañeros del Hospital Centenario reclamaban no sólo que se mantuvieran las medidas de aislamiento, denunciando que todos los días muere personal de salud, sino que además exigían mejoras en sus condiciones laborales. Mucho del personal contratado para luchar contra el coronavirus lo fue bajo la forma de monotributista, una clara muestra de precarización laboral. Además, describían que muchos enfermeros debían trabajar hasta 16 horas por día o contar con 3 trabajos para alcanzar un salario que les permitiera sobrevivir.
En línea con estos reclamos, el día 5 los residentes del área de salud mental del hospital enviaron una carta reclamando por la decisión arbitraria del director Dr. Martin Roberto Piaggio de aumentar en la cantidad de horas semanales de 30 horas fijadas por reglamento interno a 40 horas de lunes a viernes, de 9 a 17, más dos guardias de 12 horas semanales, y actividad laboral fines de semana. Esto va en contra de lo firmado en agosto en acuerdo con la coordinadora de residencias, Dra. Yanina De Torre, la cual ahora avala la decisión del director y desconoce lo firmado.
Ante semejante situación se produjo la renuncia de la instructora de los residentes y Jefa del Servicio de Salud Mental, Dra. Yamila Horane Bulit. La Dra. Horane se fue denunciando la prepotencia de la dirección y acoso laboral tanto a ella como al personal a su cargo. Dicho sea de paso, esa función la desempeñaba gratuitamente.
Otro problema que aqueja a la gestión de Piaggio es el desgrane que se produce dentro del COES (Comité de Organización de Emergencia de Salud) local. El 10 de octubre trascendió a la prensa que a la última reunión del COES sólo asistieron 8 de los 20 miembros iniciales, de los cuales ninguno era infectólogo. Muchos de ellos renunciaron debido a la sobrecarga horaria producto de su participación en el organismo, lo que les quitaba tiempo de su práctica privada. Reclamaban, además, que se estaban realizando pocos testeos. Algunos médicos eran empleados del hospital y esta nueva actividad no fue debidamente retribuida por parte de las autoridades. Todos los miembros del COES participan del organismo de manera Ad Honorem.
En este marco de arbitrariedad y precarización se produjo una segunda renuncia dentro del hospital. El Dr. Federico Ginni Cambaceres renunció tanto al COES como a la coordinación de la Guardia Pediátrica del hospital debido a la falta de reconocimiento de la dirección al trabajo realizado en pediatría y a la falta de respuesta frente a las denuncia de precarización y precariedad de las condiciones laborales.
A su vez los traumatólogos de guardia analizan realizar medidas de fuerza debido a que el director pretende reducir los pagos por guardia. Reclaman la renuncia de la dirección y la actuación del gobierno provincial.
La política del parche y los parientes.
El actual director Martín Roberto Piaggio es primo del intendente por el PJ Esteban Martín Piaggio. Su nombramiento estuvo envuelto en polémicas desde el primer momento. Además de ser primo del intendente, Piaggio ocupaba el cargo de Secretario Municipal de Desarrollo Social y Salud. Ante la reelección de su primo y debido a la jubilación del director del hospital, Piaggio fue nombrado director interino por 6 meses. Este nombramiento fue totalmente irregular, ya que se hizo sin el aval del Consejo Deliberante, por lo que todos sus actos serían nulos legalmente, y es incompatible con su cargo de Secretario municipal. Además, Piaggio no poseía licencia médica ya que no se había dedicado a la actividad durante sus años como funcionario público lo que lo inhabilitaba para ocupar el cargo.
Si contrastamos los reclamos de los diversos sectores del hospital y las credenciales del director junto con su proceso de nombramiento, podemos ver que no se trata de un sanitarista preocupado por solucionar los problemas de salud de la población, sino de un personal político encargado de llevar adelante el ajuste sobre los empleados de salud. Sobrecarga horaria, precarización laboral y autoritarismo han sido las respuestas a los diversos reclamos. Lejos de ser una inconducta se trata de un comportamiento esperable de alguien que está cumpliendo una función política dentro del hospital. Priorizando las necesidades del gobierno de ajustar por sobre las de los trabajadores de contar con condiciones apropiadas para afrontar la pandemia.
Exigimos la renuncia del Director Martín Roberto Piaggio.
Que el Gobierno Provincial garantice las condiciones laborales de todos los trabajadores de Salud.
Basta de pluriempleo. Por más personal, con sistemas rotatorios y sin quita de licencias.
Por un salario mínimo igual a dos canastas básicas
Por un sistema sanitario centralizado bajo control de los trabajadores
El Termómetro Socialista
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