Tanto el kirchnerismo como buena parte de la izquierda insistieron desde la hora cero con la idea de que Macri era un ajustador desalmado que venía a reimponer un sistema neoliberal. Una idea funcional al retorno de Cristina, que aparecía como el opuesto de Mauricio: un modelo industrializador basado en la inclusión social. Lo cierto es que, si miramos bien el asunto, nos encontramos con que ambos ensayaron las mismas recetas. No podría ser de otra manera, porque los dos representan los intereses de una clase, la burguesía, que nos condena a la miseria. Expliquémonos.
Hace rato que el capitalismo argentino le “sobra” gente. Usted ya sabe, lo explicamos en LHS nº 4, que una sociedad basada en la ganancia, tiende a expulsar trabajadores. Esto se puede ver en algunos indicadores. Desde el 2001 a la actualidad, se consolidó una tasa de desempleo real que en los “mejores” años fue del 23% y en promedio de toda la etapa (2001-2018) del 28%. En cuanto a la pobreza, el piso fue del 25% y el promedio del 33%. Eso es lo mejor que pueden exhibir Néstor, Cristina y Mauricio. En otra oportunidad, vamos a comparar en detalle la pobreza y la desocupación entre K y M. Ahora lo que nos interesa es tener estos número en la cabeza, para pensar otro problema: ¿Qué hicieron ambos frente a esta situación?
El kirchnerismo enfrentó su primera crisis a partir del 2009, con el estancamiento de la economía, los despidos y las suspensiones. La respuesta de Cristina siguió tres vías. Por un lado, implementó el Plan Repro, un subsidio a las empresas a punto de quebrar. Incrementó también el empleo público. Y, sobre todo, largó nuevos programas de empleo como el Argentina Trabaja. El gran caballito de batalla K fue la Asignación Universal por Hijo (AUH) en 2009, un subsidio para los trabajadores desocupados o no registrados, que alcanzó a entre 3,3 y 3,6 millones de niños. A estos planes y programas cabe agregar la asistencia al consumo por la vía de los “Precios cuidados” y el “Ahora 12”.
¿Qué hace ahora Mauricio? Nada demasiado distinto. Comencemos por señalar que no impulsó el crecimiento del empleo público pero que, contra lo que suele pensarse, tampoco achicó el Estado. Si se comparan los números de hoy, la plantilla de estatales está al mismo nivel que fines de 2015. Lo más interesante, sin embargo, en materia de planes sociales.
Macri no terminó con Argentina Trabaja, sino que lo expandió. Inicialmente, el K benefició con él a 150.000 desocupados. A fines de 2017, habían ascendido a 175.000. A su vez, el gobierno de Cambiemos creó el Salario Social Complementario, equivalente a un 50% del mínimo vital y móvil, que llega 187.000 de asistidos. Además, Mauricio universalizó la AUH e incorporó a monotributistas, lo que hizo ascender el número de beneficiarios a 4,1 millones. Por otra parte, los “Precios Cuidados” y el “Ahora 12” se mantuvieron y, además, se lanzó el programa de devolución del IVA. Se trata de un reintegro del 15% para compras que no superen los 300 pesos mensuales a jubilados, pensionados, empleadas domésticas y beneficiarios de algunos planes. A comienzos de 2018 tuvo 1,4 millones de beneficiarios.
En términos globales, el kirchnerismo en su último año de mandato destinó 102.627 millones a asistencia, mientras que el macrismo en 2017 gastó 112.281 millones (ambos números medidos en pesos reales de 2018, es decir, eliminando el efecto de la inflación). Lo que ha venido cayendo es el poder de compra tanto de los planes de empleo como de la AUH, pero eso tampoco es una novedad del macrismo. Los planes como Argentina Trabaja vienen perdiendo contra la inflación desde que se crearon, mientras que la AUH comenzó a caer sobre todo desde 2014.
Hay que insistir todas las veces que sea necesario. Macri no es diferente de Cristina. Ambos se encargaron de gestionar la miseria para contener al sector más combativo en el Argentinazo, el movimiento piquetero. Los laburantes no queremos migajas, queremos todo. Y lo queremos ya.
Notas
Los datos de esta nota fueron elaborados por la Oficina de Estadísticas Sociales (OES) del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (CEICS), en base a estadísticas del ANSES, el Ministerio de Trabajo y Hacienda y la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC.
Comparto el análisis que hacen. Una pregunta: cuando al kirchnerismo se le critica que luego de 12 años dejó más de 30% de pobreza suele decir que cuando asumieron en el 2003 había un 50%, o sea que la bajaron considerablemente. Eso es correcto ?
Y cómo llegan a que la tasa de desempleo real esta entre 23 y 28 % ? O dicho de otra forma, cómo dibuja el gobierno el índice oficial para que de un desempleo de más o menos 10% ?
Lo que hay que mirar son las cuestiones estructurales. Más allá del elenco gobernante, lo cierto es que la Argentina va en picada y se ha consolidado un piso del 30% personas son pobres. Eso es lo que el capitalismo tiene para ofrecernos. Si es por buscar mejores índices, Alfonsín llegó a tener un 10% o Menem llegó a tener un 38% (1990) que luego bajó a 18% (1994). Con la soja por las nubes, lo único que logró el kirchnerismo es eso: que 1 de cada 3 personas sean pobres.
Con planes sociales (subocupados) y puestos laborales del Estado. En una economia capitalista generalemente el empleo publico representa un gasto y una mayor subida de impuestos para solventarlo.
Te paso un link 2017 sobre el porcentaje.
https://www.cronista.com/economiapolitica/Nacion-provincias-y-municipios-cuanto-empleo-publico-hay-en-la-Argentina-20170426-0101.html
Excelente!
Me parece que están muy equivocados, pero no van a entender mis pensamientos, valdrá la pena que trate de explicarlos?
Soy totalmente contrario a la corrupción, que genera mayores costos para que el estado les pague sobreprecios, o que decida direccionar fondos hacia un lado u otro que no son los que normalmente decidiría. Porque así se pueden realizar menos obras (con mayores costos), entregar menos medicamentos (por sus mayores precios) , hacer funcionar menos hospitales (por carencia de esos recursos), emprender menos trabajos (porque salen más caros por la corrupción), inclusive se logran hacer menos negocios, ya que el estado, uno de los mayores compradores en todos lados, ve limitados sus recursos por el encarecimiento generado por los actos de corrupción. En ambos gobiernos hubo gigante corrupción. La gente de bajos recursos estaba mejor en el gobierno anterior, ya que tenía menos pobreza, pero en este está mejor mucha gente a la que le importa poco el otro. Deben devolver lo robado TODOS, incluyendo los de este gobierno endeudador, lavador, apropiador de recursos ajenos, además con pago de gigantes intereses en fuga de capitales mediante la bicicleta financiera.
No me pareció tan acertado como a los otros que comentan aquí, sino casi tendencioso. En: ==> Se está mezclando rata con liebre. La rata es la que tenemos actualmente en el gobierno, que triplicó la pobreza y sumió en la indigencia en pocos añitos de su desgobierno donde sólo a unos cuantos les fue bien robando claramente y endeudando al resto, mientras que aunque también robaban, los K en sus años pasaron de una situación de extrema debilidad a una de mejoría, no solamente aprovechando los dineros de la soja, porque no le aprobaron la ley que (injustamente) dejaba para el gobierno toda la ganancia circunstancial agraria adicional de ese período. Eran políticas diferentes, donde se priorizaban las escuelas, los hospitales, las familias, el desarrollo de la ciencia y la tecnología propias, y de proyecto nacional, que este gobierno se dedicó a destrozar desde que asumió, retrocediendo décadas en lo que con tanto esfuerzo de muchos se había logrado. Y respecto de la opinión: ==> Hay que desarrollar estrategias integrales inclusivas para el desarrollo del país, que contemplen a todos los sectores para su moderna potenciación en base a criterios actuales, sus logros parciales exigidos y una auto superación asistida, poniendo todo el esfuerzo de todos para crecer pronto mediante la mente colocada en el bien común, pero sin apelar a que sean eternos los planes asistenciales ni clientelares para los que no trabajan.