Para el velorio masivo de Maradona, el Gobierno Nacional priorizó el rédito político antes que la seguridad de los asistentes. En medio de la pandemia, llamó a amontonar más de un millón de personas sin distancia y trajo a conocidos y peligrosos barrasbravas, que seguramente le prometieron el “control” de la gente. Sabiendo que la asistencia iba a ser masiva, no se tenía acordado el horario de cierre con la familia ni se había informado a la población la dinámica del evento. A eso, se agrega la interna con el Gobierno de la Ciudad, que tampoco mostró voluntad de coordinar un evento que no le redituaba políticamente. El desenlace es una terrible represión a la población que asistió al velorio, obrera en su mayor parte. Aunque Wado de Pedro y Horacio Rodríguez Larreta se acusen mutuamente, los gases provienen de la Policía Federal (a cargo de Nación) y de la Policía de la Ciudad (a cargo de Larreta). Es decir, detrás de la pantomima de las acusaciones, hay una unidad en los hechos. Reprimen juntos como reprimieron juntos tantas veces. Alertamos que este tipo de represiones a la población más pauperizada es simplemente un anticipo. Exigimos el cese inmediato de la represión. La liberación de todos los detenidos y la renuncia y procesamiento de todos los funcionarios responsables.
Que se vayan todos
Razón y Revolución