La idea de que el de Macri es un gobierno débil que tiene hace rato el helicóptero preparado en la Rosada, es falsa. Los trabajadores venimos siendo golpeados duro y parejo. Nos metieron la reforma previsional, ya está acordada la laboral a la espera de ser votada, pasaron despidos en el Estado y en el sector privado, paritarias vergonzosamente a la baja y conflictos derrotados aquí y allá. Lo cierto es que la clase obrera hasta ahora no fue para Mauricio un frente problemático. El kirchnerismo y lamentablemente la izquierda también, confunden sus deseos con la realidad. El resultado: un falso optimismo que impide prepararnos para la batalla real. Nuestro desafío es cómo organizarnos para enfrentar el ajuste.
El kirchnerismo nos vende una imagen de un gobierno dictatorial o fascista contra el que no se puede hacer demasiado. Ya ni siquiera hablan de “resistir”, sino que nos proponen ir de casa al trabajo y del trabajo a casa hasta que llegue el 2019. Mientras tanto, llaman a la “unidad” contra el “enemigo común” que viene a ajustar. Todo ello no es más que una maniobra para lavarse la cara, porque nosotros sabemos muy bien quienes son. Los padecimos doce años y ahora nos quieren vender un Frente Anti Macri, que ellos conducen, para el “operativo retorno”.
En eso consisten todo el cuento K: Macri es el lobo y los kirchneristas son la pobre caperucita inocente. Pero no hay que hacer mucho esfuerzo para ver lo evidente: ¿Quiénes le votan las leyes a un gobierno que no tiene mayoría propia en el Congreso? ¿Quiénes ajustan en las provincias donde el PRO no gobierna? ¿Quiénes firman paritarias al 15%? La respuesta a todas esas preguntas es el peronismo y el kirchnerismo. Pero más importante que todo eso: ¿Antes de que el Macrismo llegara al poder las cosas en el país marchaban bien? ¿No había ya un ajuste en marcha? No hay que dejarse engañar. No son nuestros aliados, son nuestros enemigos, y de los peores.
¿Qué tenemos que hacer entonces? Poner en pie un frente, seguro. Pero un frente entre todos los sectores del campo de la clase obrera que estén dispuestos a llevar una lucha consecuente contra el ajuste. Lo que nos propone el kirchnerismo, y que seduce a buena parte de la izquierda, es el Frente Anti Macri. O sea, una alianza con una fracción de la burguesía que se supone más progresiva. La insistencia en que Macri es el padre de todos los males está al servicio de esa construcción. Quieren que marchemos con los “explotadores buenos” contra los “explotadores malos”.
Es necesario recordar todas las veces que sean necesarias que el kirchnerismo no ofrece algo distinto. Porque los cantos de sirena nos pueden llevar a construir a nuestro próximo verdugo y de lo que se trata es de dejar de poner la cabeza en la picota. Y eso solo puede lograrse con una verdadera independencia de clase.
Si queremos revertir el retroceso y prepararnos para la oportunidad que se puede abrir con la profundización de la crisis es imprescindible poner en pie, con la mucha o poca fuerza con la que se cuente hoy, una Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados que discuta un plan de lucha y sea un punto de reagrupamiento de fuerzas.
Coincido en casi todo, en las jornadas de diciembre el gobierno se vio fuertemente golpeado, y si logró pasar la reforma previsional, lo hizo con un alto costo político por la resistencia que se dio desde las calles.
Saludos.