La dirección de AGD con la patronal y contra las promociones directas y la reglamentación del trabajo a distancia durante la emergencia

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El sábado 16 se realizó una Asamblea de AGD Sociales. El temario con el que fue convocada incluía tres puntos: derechos docentes frente a la virtualización optativa, situación salarial, reclamo por el nombramiento de los 45 docentes ad honorem de Sociales. Se inscribieron para participar 60 personas, pero la asistencia fue más baja, siendo solo 46 personas al momento de la votación. La asamblea duró 3hs 20, con lo cual no excedió la duración habitual de una asamblea de este tipo. Fue coordinada por Tamara Perelmuter de la minoría de AGD Sociales. La dirección de AGD Sociales difundió antes una propuesta que llevó a la asamblea. 

Puntos 1 y 2 eran colocar el conocimiento de la universidad al servicio social y el no pago de la deuda. El punto 3, que dar o asistir a clases fuera optativo para estudiantes y docentes (o sea que los docentes no trabajemos sino queremos). Puntos 4, 5, 6 y 7 respeto del horario de trabajo, licencias vigentes, otorgamiento de las 45 rentas pendientes del año pasado a ad honorem y no obligatoriedad de trabajar para los ad honorem en la cuarentena, equipamiento y conectividad provisto por la facultad. El 8 que no haya exámenes a distancia, el 9 que se regularice a todos los estudiantes.

La propuesta de la dirección de AGD

Abrió la Asamblea Santiago Gándara, quien expuso los planteos de la dirección de la AGD sociales, y el contexto político académico en que se desarrollan. Señaló que mientras el rectorado, la dirección de las carreras de Ciencias Políticas y Relaciones del trabajo apostaban a la enseñanza online, la Dirección de AGD había trabajado junto a FEDUBA, la dirección de la carrera de Sociología y de Ciencias de la Comunicación, es decir, con las carreras más claramente kirchneristas, en pos de instalar el acompañamiento virtual optativo. Santiago Gándara también dijo que, en base a estos lineamientos, la AGD había estado trabajando un borrador con la gestión que era un avance importante. Ninguna precisión se dio sobre el contenido de dicho borrador.

Cabe señalar que, efectivamente el rector de la UBA, Barbieri, se ha reacomodado en las últimas semanas y ha pasado a defender las clases a distancia, incluso jactándose de que la UBA sea un modelo para el mundo pues sería la Universidad que está dictando clases virtuales a más estudiantes en el mundo.[i] En todo este tiempo, Barbieri ha seguido de cerca los lineamientos de Alberto: primero apostando a un rápido regreso a la normalidad al reprogramar inicios de clases para junio y ahora pasando a defender la virtualidad, en un contexto que el gobierno afirma que si se han de correr riesgos estos deben estar asociados con la reactivación de la economía, mientras que la educación puede esperar. En línea con ese planteo se prosiguen las clases virtuales, pero sin realizar las inversiones necesarias.

En este contexto la AGD en vez de tener una política independiente de las dos las fracciones patronales en pugna se pliega explícitamente a una de ellas. El kirchnerismo duro, con la excusa de la inclusión, pretende abandonar a los estudiantes a su suerte, proponiendo un acompañamiento virtual optativo. Así, según cátedra o docente cada estudiante tendrá o no contacto con los docentes, guías por mail o clases por zoom. A este disparate se ha plegado la dirección de AGD y, desconociendo las demandas estudiantiles de regularizar y promocionar las materias, planteó en su pliego en el punto 8 la no toma de exámenes. Los motivos reales como se vio en la asamblea son evidentes y no tienen que ver con los estudiantes y su inclusión/exclusión: la cuestión es que si tomamos exámenes tenemos que dar clases. Para evitar tal cosa la dirección de AGD propone que no se tomen exámenes y poder seguir con el “acompañamiento virtual optativo”. El nombre es engañoso, ya que no solo no se asegura ningún tipo de clases a los estudiantes, sino que tampoco se garantiza algún tipo de acompañamiento: si a un estudiante le tocan en suerte docentes que “optan” por no realizar el acompañamiento quedará “desacompañado”. ¿Se percibe el fondo liberal del asunto? La cuarentena se usa como excusa para que cada uno haga lo que quiera más allá de su impacto en los demás.

Este punto 8 fue el más debatido. Los compañeros de Razón y Revolución presentes en la Asamblea plantearon sus objeciones: la propuesta de la dirección de AGD fuerza a los estudiantes a rendir como si fueran libres, no importa que les digan que regularizaron, pues deben rendir final sin haber tenido clases e incluso sin haberse comunicado con sus docentes. Además, esta propuesta anula el régimen de promoción directa que es una conquista estudiantil y un régimen de cursada en función del cual muchas cátedras se encuentran organizadas. A partir de nuestra intervención, hubo 5 votos en contra de la propuesta de la AGD y 10 abstenciones, aprobándose igual con la suma de 31 votos.

La dirección de AGD sabe que su política ha tenido diferentes cuestionamientos por parte de los docentes en estos meses. Esto fue especialmente notorio cuando ellos promovieron la reprogramación de clases para que están iniciasen en forma presencial el primero de junio. Por otra parte, mientras que la AGD llamó a no dictar clases a distancia, la abrumadora mayoría de los docentes está dictando clases. El malestar entre estudiantes es también evidente, varias agrupaciones están solicitando el respeto de las promociones directas. Además, en forma individual y colectiva en las redes trascienden quejas respecto a cátedras y docentes que no dan clases. En algunos casos estas son azuzadas en forma demagógica por corrientes estudiantiles que no tienen empacho en escrachar a docentes. Incluso estudiantes del mismo partido que dirige la AGD han participado de estas actividades. Más allá de lo equívoco de este último accionar, el mismo manifiesta un profundo malestar estudiantil frente a la política de la AGD. Por todo esto, la dirección de AGD, en vez de convocar una asamblea general como corresponde, dada la naturaleza general de los problemas a discutir, convocó apenas asambleas en sus bastiones, primero psicología y ahora sociales. RyR planteó que era necesaria una asamblea general para discutir estos problemas que no eran exclusivos de Sociales, sino que atañen a toda la UBA. Antonio Roselló de la dirección de AGD intervino duramente contra nosotros. Anunció que ya había una asamblea general convocada para el 26 de mayo, y nos acusó de estar desinformados. Dijo también que el hecho de que no supiéramos de la mentada asamblea era una prueba de los problemas de conectividad que supuestamente RyR quería negar. Un compañero de RyR, Martin Pezzarini debió señalarle a Roselló que la Asamblea no había sido informada en el mail de la AGD, ni figuraba en la web ni en el face del gremio. Por lo tanto, si tal asamblea estaba de verdad planificada tal hecho no había cobrado estado público. Ante esto, Santiago Gándara debió reconocer que la información de la asamblea no había sido aún comunicada por haberse decidido el día anterior. Recién el día lunes 18 la asamblea general fue comunicada a los afiliados (dos días después de que Roselló nos recriminara nuestra “desinformación”). Esto muestra como la dirección de AGD puede apelar a supuestos problemas de conectividad como excusa de cualquier cosa y cómo ataca con mentiras a quienes la critican.

Nuestra propuesta

La propuesta que sometimos a votación fue la siguiente:

-Provisión de medios de conectividad por parte del Estado.

-Respeto del régimen de promocionalidad de las materias que lo tuvieran.

-Bajo la modalidad de videoconferencia un docente no podrá tener comisiones superiores a 15 estudiantes.

-Bajo la modalidad de cursada regularizada mediante la resolución de guías escritas, con consultas por mail un docente no puede seguir más de 8 estudiantes.

-Si la planta docente de una cátedra no fuera suficiente para resolver la enseñanza de su matrícula se procederá al nombramiento con renta de los docentes necesarios.

-Derecho a la desconexión y derecho a la reprogramación horaria:

-Los docentes no realizarán tareas fuera de su horario de trabajo.

-Suspensión de toda otra obligación docente por fuera del dictado de clases y consecuente prórroga de entrega de informes de proyectos de extensión, investigación, etc.

Como dijimos, el punto 8 de la propuesta de la dirección de AGD implica la liquidación de la promoción directa que los estudiantes demandan (sino hay exámenes en la cursada no hay promoción). Por eso, no fue sorpresa que la dirección de la AGD promoviera un voto contrario a nuestro reclamo que en el primer punto planteaba el respeto de la promoción directa.

No solo la dirección de AGD actúa contra los estudiantes al manifestarse abiertamente contra la promocionalidad de materias, sino que lo hace contra los mismos docentes al pronunciarse contra la reglamentación del trabajo a distancia durante la emergencia.

Como dijimos, la dirección de AGD se opuso al sostenimiento del régimen de promocionalidad bajo el argumento de que no se puede evaluar en este momento. ¿Cómo argumentó contra una reglamentación del trabajo a distancia favorable a los docentes? En un alarde de inventiva, planteó que no se podía reglamentarlo porque esto implicaría reconocerlo.

La mayoría de los docentes universitarios está trabajando. Salvo que ahora la dirección de AGD promueva un sabotaje a los campus de las facultades, este es un hecho que conoce y acepta (pues, por más que haya vociferado, no hace nada para impedirlo). Entonces, el trabajo a distancia en la emergencia existe, que 35 docentes universitarios se opongan a reglamentarlo no le quita ni le agrega reconocimiento. Lo que si hace es que los docentes ejecuten esas tareas sin un marco de protección legal específico a tal fin.  La propuesta de reglamentación mocionada por Razón y Revolución permitiría evitar la sobrecarga de trabajo docente y favorecería el dictado de estas clases a distancia en mejores condiciones. Es claro que sería una reglamentación para esta situación de emergencia y que no aceptamos que esta forma de trabajo se extienda más allá del período que dure esta emergencia, con lo cual el argumento de que no se quiere reconocer el trabajo a distancia se cae solo. Es una vergüenza que la dirección de AGD votara contra el respeto de las promociones directas y contra una reglamentación sumamente progresiva del trabajo a docente a distancia durante la emergencia. Nos dirán que no fue el voto de la dirección de AGD el que resolvió la cuestión, pero eso es falso: una asamblea en que votan 46 afiliados es una asamblea de aparatos que se define por las posiciones impulsadas por los distintos partidos participantes.

La dirección de AGD sociales debiera hacerse cargo entonces de haber votado contra la promocionalidad de las materias y contra un régimen progresivo de reglamentación del trabajo docente en función de su alianza con la gestión kirchnerista de la Facultad.  Obviamente esto es algo que la dirección de AGD quiere evitar, por eso en su informe la AGD dice que hubo otra propuesta que fue votada en contra, pero no detalla el contenido de la misma. Tienen miedo de decir que votaron contra la promocionalidad directa y contra una reglamentación progresiva del trabajo docente a distancia.

 Debemos evitar el aislamiento y llegar mejor a las luchas futuras

La preocupación de los estudiantes no es el grado de inclusión o exclusión asociado a la educación a distancia. Ese es un mito del kirchnerismo y de la dirección de la AGD. El estudiante real quiere cursar, tener clases, aprender y promover las materias. A ese estudiante real la dirección de AGD le da la espalda iniciando ellos una ruptura de la histórica alianza entre docentes y estudiantes. Hay que evitar que esa ruptura se consume.  Si no lo hacemos la dirección de la AGD aislará al gremio cada vez más.  Nos enajenaremos la confianza de los estudiantes que necesitan cursar y la de los miles de docentes que están trabajando y que necesitan que, mientras trabajen excepcionalmente a distancia, su actividad esté regulada por normas específicas.

Que 30 docentes de una Facultad donde trabajan más de 1000 docentes gratis (entre ad honorem y sin nombramiento) se nieguen a impulsar una reglamentación del trabajo a distancia con la excusa de no reconocerlo es una prueba de este encapsulamiento. Este no es un problema nuevo, pero ahora se agrava. El año pasado AGD podría haber crecido sobre una amplia campaña con los ad honorem. No se hizo porque la dirección del gremio eligió acomodar a sus militantes en las listas de los nombrados que propiciar la movilización más amplia posible de los ad honorem. Se nos dirá que cuestionamos la comisión de ad honorem y su trabajo. Falso, cuestionamos el trabajo de la dirección del sindicato que no puso los recursos de nuestro gremio en la campaña. ¿Sino por qué el sindicato no realizó publicidad paga en las redes para difundir el empadronamiento de ad honorem como sí lo hizo para publicitar la fiesta de los 30 años del gremio? La publicidad paga permite en redes trascender el círculo de las personas ya vinculadas a la organización. Se ve que eso era importante para la realización del festejo, pero no tanto para la organización de los ad honorem… Dirán que eso es asunto pasado, pero lo cierto es que la dirección de AGD no piensa organizar ninguna lucha este año por los ad honorem. A la asamblea de Sociales la convocó solo con la consigna por lo 45 ad honorem con renta pendiente del año pasado. Fuimos nosotros quienes planteamos que debía discutirse la situación de TODOS los ad honorem.

Tanto la cuestión de los ad honorem como la cuestión salarial se vinculan con el error de la dirección de AGD de rechazar la enseñanza a distancia en la emergencia y promover un “acompañamiento virtual optativo”. Sino damos clases, no podemos hacer huelga y, entonces, ¿qué herramienta nos queda para luchar por nuestros salarios y por las rentas a los ad honorem?

Eso explica por qué la dirección de AGD no demanda el pago retroactivo del ajuste salarial que nos correspondía y nos fue arrebatado y se limita a esperar la reapertura de paritarias, a la cual llegaremos con un gigantesco atraso salarial.

Eso explica por qué la consigna del nombramiento de los 45 ad honorem, que era la consigna de mínima el año pasado, pues ya era fruto de una transacción con la gestión y con FEDUBA respecto a quiénes debían ser rentados, es hoy el objetivo de máxima y, en vez de renovar la lucha por todos los ad honorem, se convoca asambleas apenas por el cumplimiento de la migaja que nos deben del año pasado.

Por una salida

Un gremio con la trayectoria de la AGD no puede seguir esta política liberal ni abandonar nuestros reclamos históricos. Por eso llamamos a todos los afiliados a participar masivamente de la Asamblea de AGD del 26/5.

Por la defensa de nuestra alianza histórica con los estudiantes

Por la defensa de la promoción directa

Por la reglamentación del trabajo a distancia durante el plazo de la emergencia, con goce de las licencias correspondientes, con derecho a la desconexión, fijación de tareas máximas (número máximo de estudiantes según modalidad de cursada), demanda de adicional al salario para cubrir gastos de internet, provisión de insumos por parte de la patronal y nombramientos rentados para cubrir el trabajo adicional que la virtualización genera.[ii]

Para luchar por todos los ad honorem

Por una recuperación salarial: pago inmediato y retroactivo del aumento pactado el año pasado.

Incremento salarial acorde a la inflación.

Razón y Revolución Ciencia y Técnica


[i] https://bit.ly/2WHXrHu

[ii] Nuestra propuesta completa: https://razonyrevolucion.org/plan-de-ryr-para-enfrentar-la-emergencia-en-la-uba/

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