El viernes antes de la medianoche, Julieta de 19 años, volvía de trabajar en el kiosco andando en bici. Su mamá la esperaba con la cena en Berabevú, a 170 km de Rosario. Pero nunca llegó, el teléfono dejó de tener señal a las 12 y su mamá hizo la denuncia. Tras una intensa búsqueda, las cámaras de video vigilancia en la zona registraron que a unos 200 metros de su casa, se la ve pasar normal, aunque a los pocos segundos se observa un auto retroceder en la esquina, en el punto donde la cámara pierde luego línea visual.
La Fiscalía a cargo de Susana Pepino ordenó el allanamiento de la casa de Cristian Romero de 28 años, ex pareja de Julieta, llegaba con su vehículo y se negó a abrir las puertas de su vivienda. Los investigadores irrumpieron por la fuerza el domicilio, la brigada canina entró en acción encontrando una importante cantidad d droga y dieron señales de que la joven había estado ahí. Continuaron la requisa hasta que los perros se dirigieron al patio trasero, en donde había tierra removida y encontraron el cuerpo de Julieta, que fue trasladado al Instituto Médico para la autopsia. En el auto de Romero encontraron la ropa de Julieta.
Estamos hartas. No queremos escribir más sobre femicidios. Nos matan todos los días, no nos matan desconocidos, las víctimas en general conocen a sus agresores, muchas veces ya los denunciaron, muchas veces ya tienen prohibido acercarse, pero siempre encuentran la forma. El patriarcado siempre encuentra la forma de seguir oprimiendo y matando. Antes de la pandemia marchábamos y gritábamos, ni bien arrancó la cuarentena salimos a advertir que iba a empeorar, que necesitábamos soluciones reales. Pero pasó lo de siempre, no importa si hay o no ministerio, a los políticos burgueses no les importamos. Las mujeres seguimos muriendo por ser mujeres, el patriarcado es eso. Con un femicidio diario, muertes por aborto clandestino, miles de compañeras desocupadas al frente de una olla popular con riesgos de contagio o solas en una esquina consintiendo todo tipo de violencia para poder sobrevivir, nos seguimos preguntando ¿dónde está nuestro privilegio? Y seguimos gritando:
Declaración de Emergencia Nacional por violencia hacia las mujeres.
Educación contra el sexismo y la violencia de género desde la infancia.
Fuero especial para la resolución rápida de los casos.
Un sistema de alerta y búsqueda temprana de las mujeres desaparecidas y una policía especialmente dedicada al tema y una “CONADEP” que estudie el fenómeno de femicidios y desapariciones y pueda ofrecernos una idea de su magnitud real.
