Roberto Fernández
Conti-Santoro
El arribo de Macri al gobierno trajo consigo una nueva reforma educativa a nivel nacional. En Entre Ríos, su aplicación en el nivel secundario se denominó “Secundaria se Mueve”. A decir de nuestros gobernantes, está reforma viene a aggiornar el sistema educativo a las competencias laborales del siglo XXI. Uno de esos cambios se dará en el contenido de los diseños curriculares. En esta nota explicaremos el rol de los diseños curriculares en la batalla cultural y la conciencia, tomando como referencia la concepción del modelo de “ciudadano” implementado durante el kirchnerismo.
¿Por qué intervenir en los contenidos?
En los diseños curriculares, la burguesía impone su propia visión del mundo con el objetivo de consolidar su hegemonía como clase dominante. Es decir, los diseños curriculares están cargados de ideología. Parece una obviedad, pero aclarar este punto nos permite avanzar en la discusión. Todo contenido es político. Por eso, dentro del aula no podemos hacernos los distraídos. Lo que se enseña debe estar en la agenda de cualquier organización que se considere clasista.
Dentro del campo social, el modelo de “ciudadano” aparece como uno de los ejes articuladores de los distintos curriculums. Desde un punto de vista histórico, los debates en el interior de los diseños entrerrianos fueron hegemonizados por el paradigma tradicional. El Kirchnerismo se propuso recomponer el cuestionamiento hegemónico a la burguesía luego de la crisis del 2001. En ello, se dio la tarea de “readaptar” los diseños a los nuevos tiempos. De alguna manera tenía que aparecer como algo distinto a la clase social que provocó la crisis. Entonces, bajo el paradigma de la “diversidad”, enarboló un nuevo tipo de ciudadano “comprometido y que partícipe en procesos de transformación social, en la búsqueda permanente de alternativas más emancipadoras e igualitarias (…)”[1]. Intervino en el propio terreno del contenido, promovió la apropiación de unos determinados saberes mediante el “conocimiento y análisis de distintos tipos de sociedades y culturas pasadas que los estudiantes logren conocer y valorar los principios, deberes y derechos propios de una sociedad democrática (…).”[2]. En definitiva, buscó reforzar la democracia burguesa en deterioro de otros tipos de participación como la ANT o las asambleas barriales. Recordemos que uno de los lemas fundamentales del Argentinazo fue “que se vayan todos”. Por eso, los diseños curriculares sancionados a partir de la Ley de Educación Nacional, apuntan al fortalecimiento de los mecanismos de representación burgueses.
La construcción del modelo ideal de ciudadano tiene como objetivo borrar las diferencias de clase. A partir de la crisis del 2001, la alianza entre la clase trabajadora ocupada y desocupada, constituyo una amenaza real para la burguesía. El kirchnerismo, como todo régimen bonapartista, encubrió el antagonismo de clase bajo el manto de la igualdad de derechos. La escuela reforzó la cohesión social, apuntalando la unidad nacional bajo la noción del “ser argentino”. Así, los culpables de las crisis y la miseria general de la clase trabajadora no es la burguesía nacional, sino otros agentes foráneos (el FMI, las políticas neoliberales, el imperialismo). Todos los ciudadanos argentinos, obreros y burgueses por igual, son víctimas. Por lo tanto, oprimidos y opresores deben unirse para luchar contra los males extranjeros.
La importancia de la lucha cultural y el rol docente
Por lo antes expuesto, es necesario recuperar
el carácter intelectual del trabajo docente. Los diseños curriculares y los
manuales reproducen pura ideología burguesa. Utilizarlos sin crítica alguna nos
somete a meros reproductores ideológicos del capitalismo. Recuperar el trabajo
intelectual docente requiere de nuestra intervención consciente en el
Curriculum. Eso implica trabajar con contenidos y herramientas que pongan al descubierto
el funcionamiento de la sociedad capitalista. En este sentido, la Corriente
Nacional Docente Conti Santoro ofrece la Colección de la UNI. La misma consta
en una serie de libros sencillos y didácticos para trabajar en el aula. Por
otro lado, seguimos desarrollando el Blog del Docente Rojo, un sitio web que
propone transformarse en el repositorio
de propuestas pedagógicas (proyectos, planificaciones) que los docentes necesitamos. Con estos recursos, la Corriente
Nacional Docente Conti Santoro se propone combatir la ideología burguesa dentro
de las aulas.
Notas
[1]Diseño Curricular de Educación Secundaria – Tomo I CGE. Entre Ríos. Pág. 102
[2]Diseño Curricular de Educación Secundaria – Tomo I. CGE Entre Ríos. Pág. 90
Desde Tehuacán, Puebla, México, un fraterno saludo y manifiesto mi acuerdo a sus planteamientos sobre el carácter enajenante de la curricula educativa que la clase dominante maneja en la educación. Ante ello, los docentes clasistas debemos aprestarnos a la lucha ideológica, puesto que educación, arte, religión, deporte, etc. en las actuales sociedades las clases dominantes las usan como instrumentos ideológicos, hasta el mismo inernet incluvive.