Con gran pesar recibimos la desgraciada sorpresa del fallecimiento de la decana del marxismo en Argentina, Beba Balvé. En la próxima edición de El Aromo rendiremos justicia a su memoria militante de la manera más adecuada. Nos permitimos por ahora este sencillo homenaje.
En relación a los problemas de carácter epistemológico, el proceso de construcción de conocimiento implica el desarrollo de la teoría social, en donde la realidad es su mediación. Articulando filosofía, historia, economía y sociología, nuestro modelo teórico-metodológico-conceptual se asienta en la teoría del socialismo científico trazado por Marx, Engels y Lenin, incorporando en la investigación y bajo este parámetro la búsqueda de nuevos observables.
El proceso de construcción de conocimiento implica teoría, método, conceptualización, descripción, medición y verificación empírica de un problema a delimitar. Requiere de la aplicación del materialismo histórico, que conduce a la delimitación de un período histórico que parte y culmina con dos hechos sociales que convulsionan a toda la sociedad, constituyendo en un momento un punto de inflexión que altera la correlación de fuerzas, delimitando un cambio en la hegemonía de la guerra civil.
Nos permite observar la génesis, desarrollo y realización de una alianza de clases por medio del enfrentamiento social que hace observable la conformación de una fuerza social, sabiendo que toda clase social conforma un conjunto de grupos sociales procesados por momentos históricos diferentes y a veces contradictorios. Así es como del observable emerge el concepto de fuerza social, armada moral y materialmente, la que se desenvuelve según los grados de conciencia adquiridos que devienen en organización.
A la vez, para analizar las oleadas ascendentes y descendentes de un período determinado, es necesario observar la relación del proletariado con la masa fluctuante compuesta por pequeña burguesía, sectores medios y sectores sociales desalojados del sistema productivo. Esto conduce a los problemas de orden táctico dentro de una estrategia de carácter revolucionaria. Esto se corresponde con la teoría del socialismo científico de Marx y Engels y desarrollado por Lenin.
Finalmente los grados de conciencia de su situación objetiva y subjetiva determina la organización que expresa la disposición a la lucha de esa fuerza de masas, teniendo como dimensión explicativa la división social del trabajo y su entramado de relaciones sociales, personificaciones y formaciones ideológicas.
Acerca del método
Toda investigación presupone un programa, para este caso, se articula a partir de dos grandes dimensiones: valor/poder. El problema acerca del valor y del poder en tanto concepto y unidad de análisis, conforma campos de problemas, los que observados en proceso, con su momento de génesis, formación, desarrollo y realización nos hace observable el mecanismo por el cual se implementan y hacen efectivas las leyes del valor y del poder teniendo en cuenta que ésta es una relación.
De allí que en las esferas del valor y del poder, el enfrentamiento social sea nuestro operador para establecer mediciones en relación a estos ámbitos de la realidad. Las investigaciones de base se objetivarán en un mayor conocimiento de la estructura económica y social; las investigaciones sobre los movimientos sociales, en un preciso conocimiento del movimiento político-social de esas estructuras.
Los movimientos sociales en tanto mediación entre estructura y superestructura, son percibidos como una expresión del poder en formación. En cambio, los estudios sobre la estructura económica así como los alineamientos sociales y sindicales, se consideran indicadores indirectos de un poder realizado. Visto así, observamos las relaciones infraestructurales (en sus cuatro determinaciones: producción, distribución, cambio y consumo) en relación al proceso de enajenación/alienación y, en relación recíproca, con el proceso de acumulación capitalista (apropiación-expropiación).
Es esta esfera de la realidad la que da forma a las fracciones sociales y es la escena acerca del proceso de objetivación. El proceso de descomposición, disolución, recomposición y constitución de relaciones sociales -personificación de porciones de intereses materiales- se vincula con el ámbito de las relaciones superestructurales -proceso de extrañamiento (ciudadanización)- en tanto efectivización de las leyes del valor desde el punto de vista social. Es por ello que se intenta establecer la relación entre el campo de lo objetivo y el campo específico de transfiguración de la realidad objetiva, campo, proceso y escena tanto del extrañamiento de la clase obrera consigo mismo como de su recuperación mediante los enfrentamientos sociales.
Localizamos todo este proceso de carácter general en un momento en que la internacionalización del capital se desarrolla y articula mediante políticas del ámbito de la vida estatal y sus aparatos, que conduce a la transferencia de los beneficios del capital en manos del Estado a manos de capitalistas privados. Momento del pasaje que reaviva en el plano de las teorías, la polémica alrededor del centralismo burocrático y el centralismo orgánico y la resolución hacia un programa de predominio económico, político y social congruente con las nuevas condiciones sociales generales. Proceso factible de ser periodizado en el ámbito de la superestructura, ya que los cambios en las condiciones sociales generales implican a su vez cambios en la relación entre representantes y representados que se manifiestan como crisis del “consenso”, de hegemonía de los partidos, etc. (Gramsci).
Desde esta perspectiva teórica metodológica, el momento de la polémica alrededor de los distintos centralismos expresa y refleja el elemento económico inmediato -crisis- pasando a ser la encarnación del capital variable, masa de maniobra del campo de la superestructura y de las personificaciones del proceso más general que estos encarnan.
Volviendo. Estos dos procesos (infra y supraestructural) se vincularán con el proceso de luchas sociales, demarcando la formación y desarrollo de movimientos sociales, sus tiempos, forma, contenido y espacio social que recorre, lo que nos permitirá periodizar el desenvolvimiento de las clases sociales y sus contradicciones, por medio de los territorios sociales involucrados.
Los hitos en este proceso de constitución y desarrollo, están dados por los momentos de los enfrentamientos sociales, en los que las distintas fracciones de clase objetivamente, realizan relaciones de alianza o de ruptura con otras fracciones sociales que define, compone, institucionaliza (redefine, descompone, desarticula), las posiciones que cada una de ellas ocupará durante un cierto período en el conjunto social. Este es el campo de la realización del poder acumulado. Todo el soporte teórico-metodológico y empírico acumulado nos permite aprehender la dimensión que formaliza la teoría del socialismo científico: valor-poder-guerra.
De esta manera intentamos articular las relaciones sociales de la base material con las relaciones sociales de la superestructura política, jurídica, ideológica, ámbito éste que expresa mediante los enfrentamientos sociales, sean estos de carácter económico, político, ideológico, militar, etc., la relación de fuerza establecida entre Estado y sociedad tomando forma de guerra política, ideológica, y social. Así llegamos a la dimensión poder-guerra cuyo anverso es la economía política.
Ahora bien. ¿ Cuál es el objeto de estudio del materialismo histórico? El desarrollo en la historia de las relaciones sociales de producción -esto es, aquellas cuya mediación es una categoría económica- en que se basa, en última instancia, el régimen social de poder. Se encuentra así que ambos planos en su movimiento histórico implican la dimensión enfrentamiento; de ruptura y construcción de nuevas formas y relaciones sociales de producción que conllevan nuevas relaciones de fuerza y poder entre las clases sociales. El régimen social de producción capitalista es el punto más alto de este movimiento, donde la destrucción y construcción de nuevas relaciones es llevado al punto más alto, tanto desde el punto de vista de la velocidad de los cambios como de su profundidad.
Así entendido, el materialismo histórico no es historia, economía, sociología o ciencias políticas, tampoco la combinación o integración de estas disciplinas académicas. Es la reconstrucción del todo social en su movimiento como partida de análisis de situación para la acción política; es la ciencia social en sí y para sí.
* Tomado de www.cicso-arg.org