Tal como lo anunciamos hace un año, el conflicto en el relleno sanitario de Junín lejos de solucionarse, empeora. El municipio no escucha, provincia no tiene una política para el tema y nación aprovecha para mover a sus punteros políticos y evitar cualquier solución.
El relleno sanitario de Junín incumple con todas las normativas de salubridad y cuidado del ambiente. A eso se le suma que decenas de trabajadores, sin protección de calidad, sufran constantemente accidentes que ponen en peligro su salud. Los trabajadores se exponen entre la basura, sin sueldo fijo, sin cobertura médica, sin medidas de protección.
Lo cierto es que esta tarea es realizada sin ningún tipo de convenio. La empresa no se hace cargo de su trabajo, el municipio tampoco. Sin embargo, empresa y estado se ven beneficiados por el trabajo que realizan. Los compañeros cumplen con una tarea socialmente necesaria. Los trabajadores del relleno sanitario deben estar en blanco, con contrato y con todas las medidas de seguridad necesarias para que no corra riesgos su salud.
En este sentido, la formación de cooperativas solo profundiza el problema. Lo que les manda a hacer nación al obligarlos a formar cooperativas para negociar es a convertirse en “sus propios dueños”. Es decir, el estado engaña a los trabajadores y, al mismo tiempo, los negrea. Fracturados del resto de los trabajadores del sector, por ejemplo, los de recolección de residuos urbanos, quedan a la deriva luchando por mejoras que nunca llegan.
Por otro lado, ya mismo, municipio, provincia y nación tienen que desarrollar un plan de conjunto que se ajuste a las normativas vigentes. El problema de los desechos es un problema de todos, que afecta a todos los que vivimos en Junín.
El problema de los trabajadores del relleno sanitario tiene una solución simple, urgente y necesaria. Primero, como la salud del ambiente y los ciudadanos compete al estado, el mismo debe hacerse cargo del control. Segundo y por esto mismo, todos los trabajadores del relleno deben pasar a ser empleados del estado en planta permanente y sueldos acordes a dos canastas básicas. Tercero se debe organizar una asamblea sanitaria para controlar a la empresa que explota el predio del relleno. Razón y Revolución Junín