El gobierno de la Ciudad suspende las paritarias y nos manda al matadero

en Conti-Santoro/Novedades

Este lunes el gobierno de la Ciudad convocó a la Mesa Salarial donde participaron las autoridades del Ministerio de Educación y los representantes de los gremios docentes. El gobierno no presentó ninguna oferta concreta y prometió una próxima reunión. Esto es, sin lugar a dudas, un verdadero escándalo teniendo en cuenta un año de alta inflación. Cierto, no muy distinto de lo ocurrido el jueves pasado en la paritaria nacional. Pero lo que es más grave aún: la suspensión de la paritaria se da al mismo tiempo que nos mandan a las escuelas en pleno auge de la segunda ola de la pandemia.

Los sindicatos de la Ciudad fueron con una propuesta que no va más allá de correr detrás de la inflación. Ahí tenemos a los principales gremios de la capital, UTE y Ademys. Mientras el primero manifiesta querer recuperar lo perdido durante el macrismo (alrededor del 30%, dice UTE), el segundo pide el 50% y el blanqueo de los ítems en negro. En términos estrictos, ninguno de los dos pide algo cualitativamente distinto. Su planteo es sumamente conservador si nos atenemos a las cifras. Por ejemplo, la inflación proyectada para este año es del 49,8%. Con estos números, en caso de cumplirse lo que pide Ademys, en un año estaríamos cobrando exactamente lo mismo que hoy, en términos reales. Correr detrás de la inflación no puede ser nuestra perspectiva si tenemos en cuenta el costo de la canasta básica (CBT). En enero, en la Ciudad de Buenos Aires estaba en torno a los $54.000 (según datos del INDEC) por lo que un docente que recién inicia y tiene un cargo solo llega a cubrir el 48% de dicha canasta. Ahora bien, los compañeros que tienen ya años trabajando tampoco están en una situación mucho mejor. Un docente con 10 años de antigüedad cubre solo el 66% de la canasta. Ya ni hablemos de un número más realista. ATE-INDEC midió que, para el mismo período, una familia tipo necesitaba en el GBA, por lo menos, $ 82.085,88 para no ser considerada pobre. Como vemos estamos muy lejos de salir de los niveles de pobreza que establece el propio Estado aún si nos reconocieran la pérdida salarial de los últimos años.

Por eso, nuestro reclamo salarial no puede limitarse a la discusión de los puntos de la inflación. La caída salarial tiene décadas (no solo con el macrismo, como sostiene UTE) y corre en paralelo al proceso de degradación del sistema educativo argentino. Entonces, si queremos dar una verdadera lucha por nuestros ingresos tenemos que levantar la bandera de la recomposición histórica del salario docente con un cargo testigo inicial equivalente a dos canastas básicas totales reales como hemos explicado en muchas oportunidades. Esa es la única medida para recuperar lo perdido, ni más ni menos. No se recuperará en una única paritaria pero tenemos la obligación de marchar en la dirección correcta.

Por otra parte, en la mesa paritaria también se reclamó por el cumplimiento de los protocolos y las “condiciones” para la presencialidad. En el caso puntual de Ademys, intenta vincular la paritaria con la vuelta a la presencialidad. Establecen las “condiciones salariales” como requisito para volver a las aulas. Un delirio completo. Con esto nos está diciendo que con una “buena paritaria”, la conducción de Ademys  aceptaría la presencialidad sin chistar.

Más que discutir los protocolos, tenemos que llevar el reclamo de la vacunación masiva de la población como la única condición para volver a las clases presenciales. Hacer otra cosa es criminal. Por otra parte, tenemos que reclamar que el Estado provea de todos los equipos y conectividad para alumnos y docentes hasta tanto no se consiga la inmunidad colectiva. Esta provisión tiene que estar acompañada con el aumento de la planta docente y del personal técnico y asistencial de los colegios. Esto va a permitir hacer un seguimiento más minucioso del recorrido de nuestros alumnos en la virtualidad. Con esto resolveríamos el problema que angustia a miles de compañeros que hoy no tienen trabajo. No los podemos dejar fuera de la paritaria. Y cualquier discusión paritaria exige que primero estemos vivos.

En este cuadro, repudiamos la suspensión de la paritaria por parte del gobierno, ya que no podemos permitir que especulen con nuestros salarios. También demandamos que los gremios de la Ciudad, y específicamente al gremio clasista Ademys, a coordinar la lucha por lo que históricamente nos corresponde y por lo que actualmente aun conservamos, nuestras vidas. Por todo eso, exigimos:

– Recomposición histórica del salario. Cargo Testigo igual a dos canastas básicas totales reales.

– Vacunación masiva de la población. Sin vacunación masiva, la presencialidad en pandemia es criminal.

– Sostenimiento de la virtualidad, con Wi-Fi gratuito y de calidad, dispositivos para todos los alumnos y docentes de la Ciudad, designación personal docente técnico, asistencial y pedagógico necesario para acompañar la trayectoria de todos los alumnos.

Corriente Nacional Docente Conti Santoro – CABA

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