Viviana Rodríguez Cybulski
OME-CEICS
Junto al ajuste de tarifas, el gobierno anunció el lanzamiento de un plan industrial basado en subsidios a las PyMEs. El principal argumento es que estas generan empleo y apuestan al aumento del consumo interno. En esta nota, se explica por qué ninguna de las dos cosas ocurre y por qué este plan implica la continuación del despilfarro en proyectos inviables y antiobreros.
Unos meses atrás, el gobierno presentó el Plan Industrial 2020. En pos de “profundizar el modelo”, se apostaría a la industrialización basada en la “sustitución de importaciones” y el crecimiento de la demanda interna, motorizada en gran medida por las PyMEs. Presentado como un tema pendiente en la agenda progresista del gobierno, este anuncio, por el contrario, viene a continuar una línea política ya existente. Lejos de ser novedoso, se constata en los últimos años el crecimiento de las transferencias directas al capital, a partir del aumento del rubro de servicios económicos del gasto público: del 4,8% que representaba en 2001, alcanzó el 14,6% en 2008. Dentro de éstos, fue creciendo el agregado de gastos en “Producción primaria, industrial y servicios”, que pasó del 3,4%, en 2002, a 8,15% en 2008. Teniendo en cuenta que el 96% de los establecimientos industriales en Argentina son PyMEs1, más que una profundización, lo que se busca es ocultar el fracaso de lo hecho hasta ahora.
¿Qué son los subsidios al capital?
Un subsidio es una transferencia de riqueza social, una cesión de valor (creado por la clase obrera) a un sector de la sociedad, por la intermediación del Estado, a partir de varias de sus dependencias. En la actualidad se contabilizan alrededor de 200 instrumentos a disposición de las PyMEs exclusivamente (sin mencionar otras formas de promoción industrial no exclusivas). Los más relevantes son los de asistencia técnica, con 83 instrumentos, y los de facilidades financieras, con 77.
Dilapidando…
Como se percibe, estamos ante una inmensa riqueza social, producida por los trabajadores, que se transfiere a este sector de la burguesía local y los resultados no parecen estar a la altura del esfuerzo hecho. Según informes de organismos patronales, gran parte de las PyMEs disminuyó sus ganancias durante el último año8. En cuanto a la generación de empleo, aunque durante 2010 hubo un incremento del 12,1% en las ventas, la creación de puestos de trabajo en el sector creció solo el 1,7%. La elasticidad empleo-producto de las PyMEs disminuyó fuertemente en los últimos años. En 2004, por cada 1% de incremento en las ventas se generaba una suba del 0,92% en el nivel de ocupación, en 2007 la elasticidad empleo-producto pasó al 0,59%, y en 2010 al 0,14%9. Por otra parte, durante 2010, la proporción de empresas que buscó contratar personal no calificado, el segmento más demandado por las PyMEs, fue del 43,1%, mientras que en 2007 fue del 75,2%. La debilidad en la demanda laboral es mayor en las empresas pequeñas que en las medianas. Todo esto a pesar de que durante 2010 se duplicaron los créditos a las PyMEs10. Asimismo, en pos de recuperar su rentabilidad, no solo no incorporaron personal de manera significativa, sino que no pudieron otorgar aumentos salariales en la misma magnitud que el promedio de la industria11. En cuanto a la inversión, a pesar de las inyecciones que vimos, para 2010 se mantenía en niveles por debajo del período previo a la crisis de 2001 [12]. Las PyMEs deben competir en el mercado interno con productores más eficientes, en su mayoría capitales chinos y brasileños. Una de cada tres empresas del segmento tiene una fuerte presión competitiva por la importación de bienes. A nivel internacional, tanto la proporción de PyMEs industriales exportadoras como el porcentaje promedio de sus ventas, no ha cambiado de manera significativa en los últimos años. De hecho, aún se mantiene en niveles similares a los del período previo a la crisis de 1996-1997. La escala productiva insuficiente es uno de los limitantes históricos de la competitividad internacional de las PyMEs argentinas.
Notas
1 Véase IERAL: Documento de Trabajo, año 17, Edición 109, agosto de 2011.
2 Mussi, Emiliano: “El Reino de los Pitufos”, El Aromo, n° 49, 2009.
3 Graña, Juan, Kennedy Damían y Valdez Ximena: “El ‘modelo’ de la post Convertibilidad: contenido, límites y perspectivas”, II Jornadas de Economía Política, Universidad Nacional de General Sarmiento, Los Polvorines, 10 y 11 de noviembre de 2008, disponible en el Sitio Web de CEPED.
4 Véase www.sepyme.gob.ar, consultado el 6/9/2011.
5 Véase www.sepyme.gob.ar/programas/bonificacion-de-tasas.
6 Véase www.sepyme.gob.ar/2012/02/el-ministerio-de-industria-de-la-nacion-entrego-prestamos-por-63-millones-a-210-emprendedores-del-nea/
7 Véase www.buenosaires.gov.ar, consultado el 12/12/2011.
8 Véase IERAL: Relevamiento Realidad Empresaria 2011 y Perspectivas 2012, 7 de diciembre de 2011, disponible en Sitio Web de IERAL.
9 Datos del Observatorio PyME.
10 Infobae, 9/12/2010.
11 Informe 2010/2011, Observatorio Pyme.
12 Informe 2010/2011, Observatorio Pyme.