A mitad del corriente mes y, aún llevando dos semanas de confinamiento estricto, la situación sanitaria continúa siendo crítica en nuestra provincia. A causa de esto, el optimismo aperturista del gobernador Schiaretti parece haber quedado atrás, sobre todo tras verse obligado él mismo a aislarse preventivamente por contacto estrecho con un caso positivo de covid-19.
Como hemos explicado en un artículo anterior, Córdoba viene batiendo récords de contagios, alcanzando en siete días los 30.144 casos positivos y 250 fallecimientos. En particular, la semana del lunes 7 al domingo 13 de junio, fue la peor de toda la pandemia ya que, en promedio, murieron 40 personas por día. En total, 282 las víctimas.
En este contexto el sistema de salud pública se encuentra literalmente colapsado. Se estima que el 36% de todos los internados en Utis (Unidad de Terapia Intensiva) del país se encuentran en nuestra provincia. Las terapias están trabajando a su máxima potencia, con camas en las terapias tradicionales y pacientes en otras áreas, como shock room o recuperación de los quirófanos. La ocupación es altísima, en algunas instituciones por encima del 100%. Como medida de emergencia, el gobierno impulsó el protocolo “Código Rojo”, mediante el cual los pacientes serían “asistidos” en sus propios domicilios.
Eso no es todo. Ante las declaraciones públicas de los trabajadores de la salud a cerca de la situación del sistema sanitario, el gobierno optó por intimidar, trasladar y cesantear y al personal aún cuando los mismos contaran con fueros sindicales.
Las autoridades provinciales han evitado hacer declaraciones en torno a la vuelta a la presencialidad. Sin embargo, y contra toda lógica, sí evalúan medidas de flexibilización en actividades gastronómicas y jardines maternales.
Actualmente, de los 86.243 docentes que hay en la provincia de Córdoba, 64.147 docentes, o sea, un 74%, hayan recibido, en gran parte, la primera dosis de la vacuna, y una parte menor, las dos dosis. Hoy tenemos 16 trabajadores de la educación fallecidos en la provincia. Hay casi 200 a nivel país. Si se examina el total de la población cordobesa (3.300.000 habitantes aproximadamente), sólo 1.152.544 personas han sido vacunadas con la primar dosis y los reclamos por mayor celeridad en la campaña de vacunación se hace sentir en los gremios.
Basta de perseguir a los trabajadores de salud que denuncian la realidad epidemiológica de la provincia.
No a la flexibilización de las restricciones en plena segunda ola.
En defensa de la vida de la clase obrera, ¡vacunación masiva ya!
