Colón for export. Entrevista a José Piazza, trabajador del Teatro Colón.

en El Aromo nº 58/Música

teatro-colon-musicosRío Rojo – Razón y Revolución

EA: ¿Nos podés contar cómo se desarrolló la lucha de los trabajadores del Teatro Colón? Sabemos que hay demandas en cuanto a salarios, pero también infraestructura, funciones laborales y, ahora, contra los sumarios que les dictó el director del Teatro.

José Piazza(1): Si bien hay un tema político, el emergente de ahora es el salarial. Trabajamos con una exigencia internacional pero con un sueldo no internacional. Como con la soja, cobran afuera en dólares y acá pagan en pesos. Hoy los compañeros del Colón no llegan a fin de mes y este es un hecho real. Pero este, trasladándolo en el tiempo, es un proyecto de Macri, Telerman, Ibarra… porque no nació con Macri. Esto ya viene de anteriores funcionarios, que quieren un teatro con rédito económico, no social. De golpe te das cuenta que el abonado no está yendo. Dentro de los abonados hay de todo, está el de la clase más pudiente pero también está el de clase media, que es la mayoría, y que no va a poder pagar 200 o 300 pesos la entrada, o 50 pesos arriba en el “gallinero”. Entonces, están implementando el modelo de teatro que apunta solamente al turismo y al que puede pagar la entrada. Nosotros, los trabajadores del Colón, estamos en contra de eso.

Para esto, lo que hacen primero es la ley de autarquía, que la impulsó el PRO en forma inconsulta y la votó con la complicidad del kirchnerismo y la Unión Cívica, porque el PRO no la hubiera podido sacar solo. En este caso, es Inés Urdapilleta, del Frente para la Victoria, que estaba como legisladora porteña, quien negoció la ley por un carguito en el Colón. La ley de autarquía permite el desplazamiento de personas, porque no tipifica al personal del teatro. Por ejemplo: dentro de la institución madre que es el Teatro Colón, había instituciones como la orquesta filarmónica, utilería, mayordomía, etc. Antes estaba tipificado todo. Ahora no, con la autarquía, perdimos la dignidad como cuerpo. Y esa ley, que permite el desguace del Colón como también el negociado, tiene una cláusula (que es lo único que se pudo lograr) que dice que para producir este desguace tiene que tratarlo el Directorio, compuesto por 5 personas (a una la eligen los trabajadores). Ese Directorio, que no está formado aún porque falta el Director Obrero (este año tenemos las elecciones), no puede tomar medidas porque no está completo.

Entonces, el director del teatro, García Caffi, el menemista, duhaldista y, ahora, macrista, se niega a darnos el aumento. Cuando empezamos a hacer reclamos, que ya van a hacer 4 meses, tuvimos reuniones con el paritario, quien se negaba sistemáticamente diciendo que no hay plata, cuando sabemos que se gasta millones en eventos extranjeros…

EA: O en la remodelación que se hizo para el festejo del Bicentenario…

JP: Claro, lo que pasa que ellos tienen esa política. Nosotros lo planteamos, pero siempre está la negativa, e hicimos un paro. Ahí, inmediatamente, se nos impuso la conciliación obligatoria en forma unilateral, del Gobierno de la Ciudad. ¿Qué significa esto? Si hay una conciliación obligatoria tiene que haber un acuerdo de partes, tiene que haber una propuesta. Fenómeno, tenemos la conciliación, ¿qué propuesta hay? Ninguna.

Aguantamos 31 días de conciliación obligatoria, en noviembre, y firmamos un documento donde abríamos una mesa de diálogo. Jorge Rey, el ex interventor de la OSBA (la Obra Social de los empleados municipales), fue designado como interlocutor. Imaginate de quién estamos hablando. En la mesa de diálogo, nos dice: “No hay plata. Yo no puedo hacer nada porque no conozco. Yo quiero colaborar.” Lo invitamos entonces a hablar con la gente. Yo pensaba que no iba a venir. Vino, y cuando la gente le empieza a preguntar sobre el teatro, sobre lo que hacíamos, etc., no sabía nada. Entonces eso provocó indignación. Para colmo al preguntarle por aumentos dice que no puede darlo. Entonces, ¿para qué va a negociar? Bueno, se fue este hombre e hicimos una Asamblea informativa a la noche y se aparece para querer frenar la situación y echó un bidón de nafta a las brasas: cuando él dijo lo mismo que había dicho a la mañana la gente se quedó hablando y hablando, y el director del teatro no tuvo más remedio que suspender la función porque ya había un retraso de 40 minutos. Bueno, le dimos tiempo al señor hasta que tuviera una propuesta para traer, y así, nosotros nos quedamos con las manos quietas, sin tocar, sin trabajar…

EA: ¿Cuáles son los gremios que están en el teatro?

JP: SUTECBA y ATE. Sutecba siempre jugando un papel de entregador y socio del Ejecutivo porteño. Y ATE, bueno… en este momento se plegó a la lucha nuestra. Está poniendo el aparato jurídico…

EA: ¿Qué perspectivas ven en estas elecciones para Director Obrero, del 17 de diciembre? ¿Quiénes participan?

JP: Participa la burocracia individual, colectiva y sectorial del SUTECBA… (risas) Y participamos nosotros, que elegimos el candidato en asamblea… Hoy por ahí creo que les ganamos, aunque están tratando de boicotear desde el gobierno y desde el Sutecba.

EA: Entiendo que hay tercerizados en el Teatro, en boletería, mayordomía, vigilancia, ¿Están organizados?

JP: Mirá, cuando vinieron las tercerizadas se desplazó casi 400 empleados y se los reemplazó por tercerizados. Es el negoción. Nosotros hicimos actos, manifestaciones… incluso recursos legales y se pudo recuperar la mayoría de los puestos. Pero hay mucha gente que no quiere volver por el maltrato, por la traición de Sutecba (ellos estaban con Sutecba, por ser de la parte técnica), entonces no quieren volver. Y el gobierno… estamos hablando de un gobierno… no digo atípico porque todos fueron más o menos parecidos, pero éste es tremendo… El salario promedio de todos nosotros yo creo que ronda los 3200, 3500. Porque somos más de 900 trabajadores… Pero están los cargos ejecutivos que pone el gobierno, están los solistas y después estamos nosotros, en la lona… El Teatro Colón no es solamente un auditorio de espectáculos, es también un lugar de formación de trabajadores y artistas. Porque hay oficios que no se estudian en ningún lado, se aprenden de trabajador a trabajador. Vos reemplazás a toda esa gente y se pierde el oficio. Y después, tenés que mandarlo a hacer afuera, que es lo que pretende el gobierno. Pero también se pierde el público que viene cuando hay conciertos didácticos, donde también se forma al público. Bueno, también estamos perdiendo esa posibilidad. Ellos lo que hacen es un teatro solamente para una élite. Y lo están logrando, por eso la consigna es rodear de solidaridad al Colón, y sacar a esta gente que viene a destruir.

EA: Entiendo, por eso mismo, que es muy importante esta lucha que están dando los trabajadores del Teatro porque estas actividades que desarrollan no son para nada elitistas. Al contrario, tienden a construir una cultura musical popular más elaborada, que supere la cumbia villera, el rock chabón, etc.

JP: Voy a empezar de atrás para adelante. La cumbia villera es un emergente social. Antes era el tango el emergente social. Tango con letras de denuncia social, todavía no tenía denuncia política pero sí denuncia social, de los conventillos y todo ese tipo de cosas. A principios del siglo pasado, vinieron grandes compañías extranjeras de ópera y ahí el tango se amplió para pasar a una melodía y una armonía más complicada. Si vos escuchás: “Acaricia mi ensueño el suave murmullo…”. Hay una ondulación melódica, no digo que es operística pero apunta un poco ahí. Entonces ahí se transformó en algo muy rico, ya empezaron a intervenir poetas, y músicos. Ése era el emergente social de principios del siglo XX. Era un país que estaba en crecimiento, a pesar de las dificultades que tenía. Y tuvimos un período bueno, de mucha producción artística, educación, salud… Y ahora volvimos otra vez a retroceder, entonces… ¿quién te manifiesta la situación? El emergente, en el caso de la música, es la cumbia villera. Incluso el rock era mejor antes, porque tenía su riqueza también… Y ahora no, volvió a algo muy básico. Armónicamente lo analizás y no hay nada.

EA: Primero, cuarto, quinto…

JP: Y nada más!! Y las letras…

EA: Lejos de cualquier poesía…

JP: Claro, claro. Bueno, nosotros queremos proteger la cultura, queremos proteger eso.

Nota:

(1) Militante del Partido Obrero, músico de la filarmónica y delegado general de la Junta Interna – ATE, realizada el día 7 de diciembre de 2010.

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