La reunión
El día de ayer tuvo lugar la primera reunión paritaria entre el gobierno de la provincia de Buenos Aires y el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB). Por el gobierno de Kicillof, participaron el Ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López y la Directora General de Cultura y Educación, Agustina Vila. Ambos hicieron hincapié en el esfuerzo conjunto que habrían hecho junto a los gremios para afrontar el 2020. Desde el FUDB manifestaron la necesidad de recuperar el poder adquisitivo del año pasado ganándole a la inflación y que se instrumente el decreto nacional de licencias parentales en esta nueva presencialidad. Según dejaron trascender, los otros temas que se tocaron fueron la evolución del salario, condiciones laborales, inversión en educación para este año y balance del 2020. También plantearon el “desafío” de la nueva presencialidad con lo cual se marca la pauta de la postura del gremio: la aceptación lisa y llana. Como siempre fue una primera reunión donde no se resolvió nada y la nueva cita será el próximo 19 de febrero, un día después de la convocatoria nacional que anunció también ayer el ministro Trotta.
El salario docente
Hoy los docentes estamos más concentrados en pensar qué hacemos para frenar la irracionalidad de la presencialidad que en nuestro salario. Sin embargo, todos sentimos fuertemente la inflación y cómo la pandemia y los nuevos gastos de la virtualidad se llevaron una parte importante de nuestro salario en la compra de insumos que no nos correspondía pagar. Por eso, no está de más revisar dónde estamos hoy. Un docente que recién se inicia cobra $36.002,52. En diciembre del 2020, según mediciones de Ate Indec, la canasta de consumos mínimos fue de $82.086 para una familia tipo. Es decir, un gran porcentaje de docentes argentinos es pobre y sobrevive los últimos meses gracias al endeudamiento o simplemente privándose de cuestiones básicas. Tengamos en cuenta que el año pasado la oferta de Kicillof fue aceptada por el FUDB sin exigir siquiera la cláusula gatillo, una herramienta que nos hubiera permitido, al menos, correr detrás de la inflación solo en 2020. Pero ni eso tuvimos. Por el contrario, en la primera parte del año se aceptó un aumento del 17,6% y más un 15% más desde septiembre. Todo escalonado y en cuotas.
Como vemos el salario docente cubre bastante menos de la mitad de la canasta básica de alimentos. Los gastos docentes específicos de nuestra labor no están contemplados. El gremio el año pasado tenía tarea de garantizar la gobernabilidad de Kicillof a costa de nuestro bolsillo. Lo hizo muy eficientemente: ganan los patrones y su personal político; pierden los trabajadores. Este año no parece que vaya a ser muy diferente si nosotros no nos organizamos.
La pantomima
Como ya explicamos, el regreso a las clases presenciales el sindicalismo celeste lo arregló con el gobierno a mediados del año pasado y a espaldas de los docentes. Desde allí prepararon el camino para este regreso criminal al que nos quiere someter el gobierno. De hecho, se pertrecharon discursivamente apelando a la necesidad de solidaridad entre trabajadores, a la “vocación docente” y al apoyo que necesitan los estudiantes de los docentes en este momento difícil. Todo eso va en sintonía con el discurso del gobierno que cada vez que puede felicita a los docentes por su esfuerzo durante la cuarentena. Sin embargo, usted lo sabe, no son felicitaciones lo que necesitamos. Por el contrario, necesitamos wifi y dispositivos, necesitamos más cargos para cubrir las nuevas demandas de la virtualidad, necesitamos un bono que cubra nuestros nuevos gastos, necesitamos que las familias de nuestros alumnos tengan un subsidio para quedarse al resguardo y no tengan que viajar a retirar bolsones de comida. Necesitamos que, hasta que toda la población no esté vacunada, no se piense siquiera en un retorno a las aulas. Recién ahí y una vez que se haya ejecutado un plan de infraestructura para adecuar las escuelas a la realidad y un plan de trasporte para que los trabajadores no viajemos hacinados exponiéndonos a un contagio seguro, recién ahí, empezar a organizar el retorno a las aulas. ¿Qué implica la bimodalidad? La circulación en cuotas de cinco millones de alumnos (entre los de la modalidad común, especial, de adultos, rural y técnica) junto a más de trescientos mil docentes y otro millón ochocientos mil acompañantes (mujeres en su mayoría) de sus hijos de primaria y especial para llegar a las escuelas. En total, más de siete millones cien mil en una provincia con poco menos de dieciséis millones de habitantes. Sin más que una promesa de vacunación “voluntaria”. El último capítulo en esta novela: el anuncio de Trotta. Ayer el ministro declaró que las nuevas 400.000 dosis de vacunas que llegaron ayer irán al sector docente. Omite decir que alcanza para cubrir a menos de un tercio del total y, al ritmo que vamos, implicará cobertura total de la docencia en meses. Ya ni hablemos de pensar en los alumnos y sus familias.
Sostener que en pandemia no se puede regresar a la presencialidad no se trata de ningún capricho. En aquellos países donde se retomó la presencialidad, los rebrotes se hicieron más fuertes. Esto incluso el gobierno lo reconoció en algún momento, cuando la cuarentena servía a sus intereses. Se acuerda de la frase “¿hasta que no esté la vacuna no volvemos?”. La cambiaron por “no hace falta la vacuna para volver”. Si no fuera que se nos va la vida y la de nuestras familias en esto sería para tomárselo a risa. Por su parte, la provincia para las intensificaciones establece presencialidad cinco días a la semana, jornada simple, que luego cada escuela adecuará como puede. Menos mal que el ministro de salud, Kreplak, dice estar preocupado por la apertura de escuelas porque si no…
Bien, frente a la evidencia indiscutible de que nos están mandado al matadero, el FUDB algo tiene que hacer. Las acciones simbólicas de contención son lo suyo. Por un lado, anuncian que en la reunión paritaria “se expresó el desafío de la vuelta segura a la presencialidad con el cumplimiento de los protocolos”. Por el otro, nos piden a los delegados que relevemos la situación edilicia de nuestra escuela para que el sindicato accione en caso de que no estén dadas las condiciones para el cumplimiento del protocolo. Sí, aquellos que aplauden una campaña de vacunación ficticia y que transaron esta criminalidad, nos dicen que nos van a cuidar si las escuelas no están en buen estado. Remiten al protocolo de 2010 con los doce puntos de recomendaciones básicas de prevención suscriptos por la CTERA y el Ministerio de Educación en paritaria. ¿Hay que decir que no se cumple? El “cuidado” de la letra muerta. Esto sin contar que no somos los delegados los que debemos mirar el estado de las escuelas. Al contrario, entre las demandas debe estar el relevamiento por personal idóneo para el regreso cuando haya pasado el peligro de pandemia. En fin, por un lado y por el otro todo es una gran pantomima.
La “alternativa”
Uno se enoja con el FUDB y lo bien que hace. Hay que echarlos a patadas. Sin embargo, cuando vemos la postura de la multicolor no podemos sentirnos muy diferente. La tarea del momento es convencer a los compañeros de que nos tenemos que organizar para frenar la vuelta a las aulas. Exigir la vacunación masiva de la población y hacerlo cumplir como precondición para la presencialidad. Organizar un plan de lucha firma y claro: nadie debe volver a las escuelas hasta que no haya pasado el peligro de pandemia. Los compañeros de las escuelas debían poder tener una respuesta frente a las incertidumbres. Las salidas individuales y la visión de casos puntuales no sirve. Hoy no importa si las escuelas tienen lavandina o no porque el momento amerita la menor circulación de personas posibles. Las escuelas no pueden funcionar con clases presenciales por la cantidad de población que se mueve para ello, población que no está inmunizada y según los planes del gobierno no se sabe cuándo lo estará. En lugar de ser claros la multicolor está midiendo qué quieren hacer los compañeros. Hay que preguntarse, en qué se diferencia el Suteba de Baradel pidiendo que relevemos las condiciones de las escuelas con la postura de la multicolor de “sin recursos no volvemos” y de volver para discutir las condiciones de cada escuela. El próximo plenario multicolor está convocado para la semana del 22 de febrero pero el 17 todos los docentes ya vamos a ir a cumplir horario. ¿Por qué, si desde octubre sabemos lo que el gobierno prepara, no organizaron antes a los compañeros, no se postularon como alternativa real para enfrentar el viaje a un contagio seguro? Desde ya que esta estrategia de la multicolor de ir detrás de la zanahoria no es nueva y cada año pasa lo mismo. El problema es que hoy cobra más relevancia porque no estamos hablando únicamente de nuestro salario sino de la vida y la salud de docentes, alumnos y familias.
Una oportunidad
Somos muchos los que nos negamos a ir a las escuelas a enfermarnos y sabemos de la importancia de frenar esto. Nos estamos organizando. Vos podés hacer lo tuyo. Hablá en las escuelas con tus compañeros, no naturalices esta ida al matadero. Y preparate, unite a los demás docentes para venir a organizar una gran asamblea nacional de trabajadores ocupados y desocupados. El 13 de marzo es la primera cita. Una de muchas. Estamos organizando una comisión de educación para pensar las soluciones a todos los problemas que vivimos los docentes y los alumnos. Mientras tanto gritemos fuerte y exigimos:
-La vida primero: rechazamos la presencialidad criminal. Ningún alumno, docente, no docente, personal auxiliar pueden volver a clases hasta que finalice la amenaza de la Pandemia. Vacunación masiva de toda la población.
-Wifi y conectividad a internet gratuita y de calidad para toda la población. Hoy especificamos: queremos liberación completa de la conectividad y no solo para grupos reducidos o portales educativos. Según los datos del gobierno nacional exigimos: entrega de un mínimo de 4.300.000 computadoras para alumnos y para 400.000 docentes. Recordamos que la provincia concentra al 40% de la matrícula. A su vez, el plan debería contemplar las necesidades de renovación de equipos de alumnos y docentes que sí tienen computadoras, pero son obsoletas.
-Contratación de personal docente para realizar seguimiento del proceso educativo a distancia y cuando se retome la cursada en condiciones seguras. Queremos desdoblamiento de cursos para que los docentes puedan cubrir las necesidades reales de los alumnos y el seguimiento personalizado de los objetivos alcanzados. Eso solo puede hacerse en pequeños grupos. Y donde un docente fije un plan específico para cada niña y niño según las metas que haya alcanzado el año anterior contemplando también su trayectoria escolar previa.
-Contratación del personal técnico necesario para cada escuela a los fines de asistir y colaborar en la diagramación de las clases a distancia y en el diseño de las plataformas escolares. Hoy agregamos si el gobierno logra imponer la bimodalidad, las estrategias implementadas en 2020 deben revisarse y readecuarse: necesitamos personal idóneo para ello.
-Contratación y dotación de personal para gabinetes escolares, EOES, DOES para acompañar y apuntalar el proceso pedagógico de cada uno de los alumnos de nuestro país. Hoy agregamos, el hartazgo de los niños al encierro, las necesidades de socialización son reales, pero ello no puede realizarse en detrimento de la vida. Hoy más que nunca, las escuelas necesitan de equipos y gabinetes en cantidad suficiente para atender a las y los alumnos y a sus familias.
-Bono extra mensual y retroactivo para cubrir los gastos en insumos tecnológicos, internet de calidad y mayores costos de los servicios utilizados durante la pandemia y hasta el día de hoy: el ítem fonid-covid es insuficiente.
-Recomposición histórica del salario para docentes. Cargo testigo inicial equivalente a un mínimo de dos canastas básicas totales reales.
-Inmediata incorporación de todos los docentes desocupados y/o subocupados dentro del circuito formal para cumplir tareas pedagógicas lo que implicaba su contratación como docentes formales.
-Censo de infraestructura y plan de obras acorde a las necesidades escolares en manos de personal idóneo, plan de transporte y revisión de las condiciones de trabajo docente para eliminar la figura del docente taxi que, en plena pandemia, solo vectorizaría el virus entre sus alumnos y familias. Asimismo, las escuelas deben ser dotadas de todos los insumos de limpieza y de prevención necesarios.
-Subsidio a los desocupados equivalente a dos canastas familiares. Licencia laboral remunerada para quienes ejercen las tareas de cuidado, en su inmensa mayoría las mujeres. Corriente Nacional Conti-Santoro
me expreso con lenguaje carrero,, mira cuando la milicada se les paro de mano, en la quinta, se hicieron pis y todos mojados le subieron los salarios….a los maestros con esta gente no les va a ir muy bien por que con los jubilados y otros, son variable de ajuste, estos no entiende el martin fierro y menos el quijote….. son gobernantes pusilanimes de la burgesia