La semana pasada dimos a conocer el caso de la EES N°62 de Moreno que no podía estar abierta porque estaba en obras, no tenía agua y no podía cumplir con ninguno de los requisitos del protocolo de la muerte. Lo denunciamos. Luego de la visibilización del caso, los directivos decidieron volver a las tareas virtuales exclusivamente. Dijimos que no era el único caso y lo cierto es que no paran de llegar noticias de escuelas que, ni en tiempos normales, podrían funcionar. El día martes delegadas y delegados docentes de la multicolor de Mar del Plata junto a la comunidad educativa de más de 16 escuelas se hicieron presentes en el Consejo Escolar para exigir un plan de obras.
Por supuesto que hay más. En Roque Pérez, la directora de la EEST N°1 dio positivo en el testeo de covid. Cerraron un día la escuela, sanitizaron y todos a trabajar. Los docentes que estuvieron en contacto con ella no fueron aislados ni testeados. Y después nos hablan de burbujas. En Morón, la EES N°22 está sin agua. Mientras tanto, los docentes y auxiliares obligados a ir a la escuela, incluso a llevar adelante la entrega de la mercadería del Servicio Alimentario Escolar (SAE). También en Morón, la EEP N° 1 que comparte establecimiento educativo con la Escuela de Teatro, encontramos azulejos que se caen, baños que no funcionan, imposibilidad de la sanitización adecuada. En Avellaneda, pese al esfuerzo de la burocracia por hacernos ir a trabajar “por vocación”, en la EEST N° 8 se logró más de cien firmas en rechazo a la presencialidad entre docentes, auxiliares, alumnos, madres, padres. Sin embargo, el motivo por el que la escuela no puede volver hasta la presencialidad es los tanques de agua están sucios. Lo mismo sucedió en la EEST N° 5 del distrito, aunque ya comenzaron con la presencialidad de varias materias. En la EES N° 7 informaron que en la entrega del SAE una docente dio positivo con lo cual todos los que estuvieron ese día están en riesgo. Todos los que asistimos a esas entregas sabemos de la imposibilidad de la distancia y el protocolo. Ni que hablar de las máscaras de acetato que brillan por su ausencia. En Junín, la EES N°7 hizo cumplir horarios a los preceptores para tareas que se pueden llevar adelante desde el hogar. En el Cens N° 451 los docentes fueron convocados el día jueves, no había máscaras y fueron obligados a quedarse durante la jornada.
La lista puede continuar hasta el cansancio. Por eso debemos ver que no podemos correr tras los hechos puntuales. Salir a ver si las escuelas están o no en condiciones, o pensar que si el protocolo no puede aplicarse los docentes van a poder cerrar la escuela, es desconocer que cada caso depende de la correlación de fuerzas dentro de la institución e incluso del distrito. Cuando la multicolor pone esto como eje de lucha pasa por alto esta cuestión y olvida el problema principal: la pandemia. El gobierno junto a la burocracia logró ponernos como encuestadores a ver cada escuela, atomizó una lucha que debemos dar en conjunto. La lucha por la vida, la salud y la educación. Para eso debemos ser claros: sin vacunación masiva de la población la presencialidad es criminal. Esto no quiere decir que debemos abandonar la lucha histórica por infraestructura. De hecho, la presentación de reclamos por infraestructura en los distritos y la exigencia de un plan nos acompaña hace años. Sin embardo, en estas condiciones epidemiológicas, aunque las escuelas fueran un palacio, hoy no se puede volver porque la presencialidad en la provincia de Buenos Aires implica el movimiento de más de 7 millones de personas; porque en todos los países que ya vivieron la segunda ola la vuelta a la escuela fue determinante de forma negativa y porque aun no estamos inmunizados. El gobierno viene preparando la vuelta con la promesa de vacunas pero son eso, promesas lejanas. Por empezar, tendrían que haber vacunado ya al menos un millón y medio de docentes en todo el país. En la provincia de Buenos Aires la cosa viene lenta y recién se comenzó con mayores de 70 años y algunas personas de riesgo. Se trata, según Keplak de unos 30.000 docentes que están en la lista de espera. Vila y Kicillof, allá por enero festejaban que para febrero íbamos a estar todos los trabajadores de salud con la primera dosis aplicada. Puede ser un mal cálculo o una estrategia para apagar la resistencia que se estaba iniciando en torno a la presencialidad, pero lo cierto es que no hay más de 3.500 docentes vacunados en toda la provincia. En este cuadro estamos en peligro docentes, auxiliares, alumnos y familias. Debemos unificarnos detrás del reclamos más urgente y seguir luchando por los históricos que, en este nuevo contexto, toman otra dimensión.
– Vacunación masiva de toda la población. No queremos un cronograma con promesas ni que se vacune solo al personal de riesgo, esencial, docente y no docente. El único prerrequisito para la presencialidad es la previa vacunación masiva de la población respetando los tiempos de inmunización.
– Entrega inmediata de dispositivos para todos los alumnos y docentes.
– Wifi y conectividad a internet gratuita y de calidad para toda la población.
– Contratación de personal docente para realizar seguimiento del proceso educativo a distancia y cuando se retome la cursada en condiciones seguras designación de todos los cargos en planta.
– Contratación del personal técnico necesario para cada escuela a los fines de asistir y colaborar en la diagramación de las clases a distancia y en el diseño de las plataformas escolares.
– Contratación y dotación de personal para gabinetes escolares, EOES, DOES para acompañar el proceso pedagógico y acompañar a las familias de nuestros estudiantes.
– Por un bono extra mensual y retroactivo para cubrir los gastos en insumos tecnológicos, internet de calidad y mayores costos de los servicios utilizados durante la pandemia.
– Censo de infraestructura y plan de obras acorde a las necesidades escolares en manos de personal idóneo.
-Recomposición histórica del salario. Cargo testigo inicial equivalente a dos canastas básicas totales.
estos si son picaros ,cierran todo, por que dejandola abierta, van a perder la ilusion de volver,…. no se dan cuenta que estan en juego vidas de los que le ponen el voto…… es una situacion macabra …. pero real , se dan cuenta que la pandemia juega a favor por un tiempo , despues se hace contra, ellos ya estan en campaña juegan un monton de nombres, que no vienen al caso….. la izquierda debe ser monolitica en lo que hace ,sino,cien años de soledad