La crecida del Rio Chijra nuevamente trajo los viejos problemas a los que están acostumbrados los trabajadores del barrio Suipacha, en San Salvador de Jujuy: la imposibilidad de entrar y salir con normalidad. Contando solamente con un acceso al barrio, los vecinos se han quedado aislados debido a que a los daños producidos por la crecida del rio también acarreó consigo mismo la entrada y circulación del colectivo urbano.
El reclamo de los vecinos no es nuevo, ya que desde años vienen exigiendo un acceso acorde al barrio. En el año 2019 el reclamo de los vecinos hizo que el Consejo Deliberante aprobara la creación de una pasarela que uniera Suipacha con el barrio lindante, Campo Verde. No era una cuestión menor, allí se encuentran las escuelas a las que concurren los niños. Sin embargo, hasta el momento la Intendencia no hizo nada.
Un informe del año 2019 de la Dirección General de Habitad y Vivienda Social de la Municipalidad de San Salvador de Jujuy informaba que existían 115 asentamientos en la ciudad y que en ellas se encontraban viviendo 9000 familias. De esa realidad es parte el Barrio Suipacha.
Los barrios y los asentamientos de la capital necesitan con urgencia un plan de obras públicas que permitan mejorar sus condiciones de vivienda, acceso a servicios y salubridad. 13 años de intendencia radical, 6 años de gobernación radical y decenas de años de intendencias y gobernaciones peronistas, no han hecho nada por cambiar y mejorar las condiciones de vida de la clase obrera de la capital.
Hacen falta miles de obras públicas en todo el país. Los pueblos, los barrios se inundan. Poblaciones enteras no tienen gas. No hay rutas, faltan hospitales y estamos en una emergencia habitacional, con millones de argentinos viviendo en villas miserias o directamente en la calle. Del otro lado, miles y miles de compañeros sin trabajo, sufriendo hambre y miseria. Lo único que se interpone entre ambos, es una sociedad basada en la ganancia. Por eso pueden faltar las obras más elementales para la vida, mientras fracciones enteras de obreros se hunden en la miseria porque “no hay trabajo”. La burguesía mostró su inutilidad, es hora que tomemos las riendas nosotros, los laburantes. En lo inmediato, los vecinos del Barrio Suipacha tenemos que coordinar esfuerzos para que la intendencia y la gobernación resuelvan el problema de circulación. No queremos promesas a futuro, queremos hechos ya. Una asamblea y un plan de lucha, esa es la tarea que tenemos por delante.