Balance y perspectivas de la lucha docente

en Conti-Santoro/Novedades

Ayer, la mesa de trabajadores de la educación en lucha firmó un acuerdo salarial que elevó el básico docente a $10.500,77, reincorporó el adicional 775 material didáctico y fijó el compromiso del gobierno para discutir la grilla en noviembre. Como parte de la mesa, y a pesar de no estar de acuerdo con aceptar la contrapropuesta, nosotros firmamos respetando el mandato de la asamblea, como correspondía hacerlo a quienes estuvimos desde el minuto cero luchando en las calles y participando de todas las asambleas provinciales que se constituyeron como la instancia de base por excelencia. Firmamos con cierto sabor amargo porque estamos convencidos que se podía ir por más, en un contexto en el que una masa de trabajadores estábamos en las calles. Sin embargo, respetamos el mandato de la asamblea. Por eso también, porque estuvimos ahí todo este año, nos parece importante hacer un balance y sacar las conclusiones pertinentes.

Durante todo el mes de agosto la lucha docente fue creciendo, radicalizándose cada vez más las medidas de fuerza; se sostuvieron piquetes en las rutas por tiempo cada vez más prolongado. Los trabajadores movilizados mostrábamos cada vez más fuerza y en ese contexto la patronal hizo una contrapropuesta que implicaba alcanzar un básico de $9.227,77 licuando adicionales y agregó un bono en negro de $2.500 para los maestros de grado de 0 a 9 años de antigüedad. Esta propuesta, rechazada por la asamblea provincial el 8/9, fue firmada, sin chistar, por la burocracia oficialista (UDPM, UDA, AMET, SEMAB, SADOP). Esta nueva entrega por parte de la burocracia profundizó el quiebre al interior de UDPM y miles de sus afiliados salieron a las plazas y rutas en toda la provincia. El gobierno intentó apagar el incendio con nafta y lógicamente el conflicto no hizo más que crecer, tomando dimensiones superiores a las de principios de año. Las asambleas se fortalecieron, se coordinaron los cortes de ruta en toda la provincia y se llegó a convocar a más de 6.000 docentes en el Puente Garupá en una jornada histórica el día viernes 11/9. Ese mismo día rechazamos una nueva contrapropuesta del gobierno que mantenía sin tocar el básico, recuperaba un adicional y sumaba $5.000 en negro para los maestros de 0 a 9 años de antigüedad. Totalmente insuficiente, mantuvimos el corte en Puente Garupá hasta las 18 Hs. Salimos de allí fortalecidos, y los días venideros continuamos el plan de lucha con cortes de ruta, medida que más le dolió al gobierno.

Luego de dos contrapropuestas rechazadas, el miércoles, el gobierno realizó un tercer ofrecimiento: aumentó el básico de $9.227 a $10.500 y prometió recomponer el código 775 (Material Didáctico) en un 5%. Además, mantuvieron el bono de $5.000, conforme al anuncio de Herrera Ahuad del piso salarial para el empleado público provincial. Con esta oferta, el salario testigo alcanzaría los $30.000 y el de máxima antigüedad se elevaría a $41.000. Aunque claramente fue una propuesta superior a lo que firmó Adomis, objetivamente aún era una propuesta insuficiente. No obstante, la misma dividió las aguas entre la aceptación y el rechazo. UDNAM, UTEM, MPL, ATE y varios referentes Autoconvocados de distintas localidades, junto a sus asambleas, defendieron la aceptación de la propuesta. En la vereda de enfrente, por el rechazo a la misma y la continuidad del plan de lucha nos situamos la Corriente Nacional Docente Conti-Santoro, Tribuna Docente y más de un centenar de trabajadores de la educación incluyendo docentes y porteros. La votación estuvo dividida porque todavía estábamos lejos de los $12.800 al básico y no fuimos pocos los que considerábamos que aún teníamos fuerzas para ir por eso y por todos los reclamos. De hecho, los $12.800, que se fijaron en febrero, están atrasados. Recordemos que esos $12.800 correspondían a los 200 dólares cambio oficial. Hoy, esos $12.800 suman apenas 97 dólares -dólar ahorro-. Sin embargo, para la mayoría de los presentes, incluyendo la dirigencia gremial y parte de la de autoconvocados, primó la lectura de haber conseguido un acuerdo mejor que aquel firmado por la mesa oficial. Por eso, se aprobó por mayoría y se realizó una gran marcha hacia plaza 9 de Julio para firmar el acta acuerdo en Casa de Gobierno.

En primer lugar, el acuerdo firmado es una pequeña muestra de lo que podemos lograr si nos organizamos por fuera de la burocracia. En este punto, es cierto que se quebró un acuerdo firmado por la burocracia adomista gracias a la organización de base y el piquete. Por eso, esto tiene que ser el puntapié inicial para construir un frente opositor para la recuperación del sindicato de las garras de la burocracia. La desafiliación no sirve de nada, hay que armar un frente opositor multicolor y conquistar esa herramienta que constituye el sindicato para defender los verdaderos intereses de los trabajadores. Conquistar el sindicato para nosotros nos daría un terreno fértil para luchar por mejores salarios -no unos que nos parezcan de pobreza, pero menos pobres- y para dejar de naturalizar que tenemos que conseguir dos cargos solo para llenar la olla en lugar de pelear por un salario que nos permita trabajar solo uno.

En segundo lugar, atado al punto anterior, se firmó un acta acuerdo por un aumento salarial. Esto quiere decir que hay toda una agenda de trabajo laboral y pedagógica que quedó pendiente. Y, como lo dijimos en nuestra intervención en la asamblea, ir por todos los reclamos significa no limitarnos al salario. Necesitamos una solución urgente al problema de la desocupación en la docencia. Por eso, exigimos que se unifique el padrón provincial y se creen nuevos cargos para atender las demandas de la docencia y los estudiantes. Queremos docentes y equipos de orientación para acompañar y reinsertar a todos los alumnos que desertaron. Necesitamos un relevamiento y un plan integral de infraestructura para reacondicionar las escuelas que sufren décadas de degradación. Necesitamos discutir cuáles son los contenidos que deben recibir nuestros alumnos y las condiciones materiales para alcanzarlos.

La conclusión que emerge es que la lucha paga y muestra un camino. Estábamos para más, necesitamos más y vamos a ir por todo. Por eso, pensemos lo que podremos ser capaces de conseguir si superamos a la burocracia, discutimos una perspectiva integral de los problemas de la educación y recuperamos el sindicato para los intereses de los trabajadores. A discutir esta propuesta convocamos a todos los trabajadores de la educación en lucha.

Corriente Nacional Docente Conti-Santoro

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