Ser docente es levantarte a las seis de la mañana, organizar la vida familiar, ir a trabajar, comer en el trayecto de una escuela a otra. Entrar a las 13 en otra escuela. Si sos docente de primaria jornada extendida o con 5ta hora probablemente comas con tus estudiantes mientras te fijás que no les pase nada y que la cosa no se alborote. Seguís trabajando a la tarde, con quemazón porque pasó que a la mañana afrontaste problemas cotidianos de las y los estudiantes, alguno seguro se enojó, te trató mal, se pegaron entre ellos. Explicaste muchas veces algo que te parece básico pero no lográs que comprendan. En general, viste que son muy pocas y pocos los que demuestran que aprender es algo importante. Te aferrás a eso para que tu tarea no pierda sentido. El agotamiento que sentís lo tenés que pasar por alto porque tenés que seguir trabajando, te queda aun un turno o dos que cumplir. Vas a llegar a tu casa sin resto para las tareas del hogar, darle el tiempo que tus hijas/os necesitan, ayudarlos/as con las tareas. Querías hacer un curso para tener más puntaje pero no tenés resto mental. Vas a ver si podés hacerlo el fin de semana. Pensás que tanto sacrificio será compensado si trabajás mucho tres años y con eso te jubilás. Ahí recién vas a disfrutar un poco de la vida. No pudiste disfrutar demasiado de tus hijos, entre el cansancio y los apuros, pero tal vez lo hagas con tus nietos. Si recién iniciás en la docencia y venís de otros trabajos pensás en cómo hacer para tomar más horas y en que no hay que quejarse de las condiciones de trabajo porque tenías otros laburos que eran peores.
Cobrás a fin de mes, pagás la hipoteca si tuviste suerte de comprar, el auto si con tu pareja se pudieron empeñar y están haciendo el esfuerzo, la tarjeta porque como la inflación no te da tregua terminás pagando hasta la comida con ella. Y seguís pensando que hay que aguantar, que hay gente que está peor. Pensás en la familia de tus alumnos y reflexionás que al menos tenés obra social. Sabés que no siempre funciona bien, que mucha gente murió esperando remedios o atención pero pensás en las veces que al menos te salvó cuando tenías la nena con fiebre. Pensás en que sabés que cobrás a fin de mes, aunque no llegues. La jubilación y las familias que están peor son cosas de las que te agarrás para pensar que lo tuyo no es tan grave.
Sin embargo, muchas y muchos piensan que se puede hacer algo. Los escuchás, ves que cada tanto hacen paro. Estás de acuerdo con lo que piden, la medida te hace un poco de ruido. Pensás que dejar a los pibes sin clases no soluciona demasiado. Te discutís si parar o no parar. Vas a ver qué hace el resto de la escuela, cuánto te aprieta el cansancio de la semana, si te lo van a descontar, si te pasan paro o falta injustificada, si ese día es más fuerte el enojo o la resignación, si parar sirve o no de algo. Si para todo Suteba o solo una parte. Viste que Baradel y sus amigos salieron a decir que el gobierno adelantó el aumento. Te seguís preguntando qué hacer. Sacás cuentas de cuánto vas a cobrar, ves que hasta la poleta subió un 47% en tres meses y ves que el aumento que ofrecen es seguir en un círculo vicioso.
*En este panorama, ¿por qué parar con Suteba Multicolor este 17 y 18 de mayo?*
El Suteba de Baradel y el resto del FUDB no hacen nada porque apoyan al gobierno de Kicillof. Son el brazo del gobierno dentro de nuestra clase, de las y los trabajadores. Son el dique de contención. Fijate sino, cómo actuaron en las medidas que llevamos adelante el mes pasado, cuando paramos el 24 y 25 de abril. El paro pintaba masivo y justo el día antes de la convocatoria sacan una reunión paritaria con el gobierno y varios comunicados desinformando y diciendo que el paro no era legal. Los acuerdos paritarios ni siquiera sé consultan en las escuelas sino que los cierran las conducciones con el gobierno. Esta actitud no es de ahora, en el 2018 según ellos, no había demasiado que hacer porque lo importante era votar bien en el 2019. Desde que ganó su gobierno solo están llamando a defenderlo porque sino “viene la derecha”. Vos te preguntás qué puede ser más a la derecha que esto y tenés razón. Pero tanto discurso confunde y se contrapone lo que te dice tu experiencia, la forma en la que estás viviendo, con el relato. De nuevo, ¿por qué parar? ¿Por qué organizarse sindicalmente? Porque hay reivindicaciones sindicales, es decir económicas y de condiciones de trabajo que solo está llevando adelante este sector, la multicolor. Y esas reivindicaciones son posibles de modificar a través de esta forma de lucha. Es decir, si conseguimos un mejor salario, posiblemente vivamos con menos estrés porque podemos trabajar menos horas. Si en lugar de tener 40 estudiantes en un aula tenemos 20, podemos hacer un trabajo mas individualizado, es menos caótico el trabajo en el aula, el seguimiento, el vínculo. Si tenemos mejores condiciones de infraestructura, no damos clases ni con fríos extremos ni con calores extremos, no conviviríamos con ratas o palomas, no habitaríamos aulas hacinadas, ni tendríamos el peligro cotidiano que, ante un inminente incendio o necesidad de evacuación, no poder salir. Tal vez nos podríamos tomar un te o mate en el recreo si hubiera agua potable, no tendríamos los dolores cervicales que tenemos si hubiera armarios donde dejar las cosas, no lamentaríamos los crímenes sociales de compañeras y compañeros como Sandra Y Rubén.
*Ahora bien, ¿qué quiere decir que la lucha sindical por sí sola no alcanza y hay que ir por más?*
Cuando vemos que las familias de nuestros estudiantes la pasan muy mal, cuando vemos que van con hambre a las escuelas y las viandas que hay que darles dan pena, cuando hay que admitir con mucho dolor que saben cada vez menos, nos damos cuenta que no alcanza con la lucha sectorial. Nos damos cuenta que hay que cambiar todo, no solo pedir un poco de aumento. Un país que se degrada cada vez más, no tiene nada que ofrecer a la mayoría de la población. La escuela pierde sentido en una sociedad que no sabe a dónde ir. Necesitamos avanzar hacia la lucha política porque debemos transformar la sociedad y las relaciones sociales en las que se funda. Argentina puede ser una sociedad que tome el camino del desarrollo, de la energía nuclear, de la robótica, del trabajo calificado. Logrando esto, la educación de calidad que tanto anhelamos, que forme mano de obra calificada en una gran cantidad, será no solo posible sino imperiosa. En paralelo, mejoraría la calidad de la formación docente, la cantidad de alumnos por docente, la infraestructura de la escuela, obviamente los salarios, y muchas cosas más. Sin embargo, la clase social que nos gobierna solo tiene para ofrecernos ser una granja criadora de cerdos para China. Si ellos siguen manejando esta sociedad, nuestras hijas e hijos, nuestras estudiantes solo tendrán una sociedad más degradada y en consecuencia una educación acorde.
Para poner en pie una educación científica, laica y feminista, debemos proponer, no solo una alternativa sindical, sino, y sobre todo, una alternativa política. Si no tenemos que proponer, damos lugar a que en nuestros alumnos y sus familias cale hondo la ideología liberal que se expande cada día más.
Por eso, esta semana paramos por reivindicaciones sindicales y todos los días luchamos por una nueva sociedad.
Salario inicial igual a dos canastas totales
Desdoblamiento de cursos. Grupos reducidos para poder hacer un mejor seguimiento
Creación de cargos. Queremos que se revalorice la tarea docente. En lugar de “programas de fortalecimientos”, todas/os dentro de la escuela bajo el estatuto docente.
Paritarias de contenido. Queremos decidir qué enseñamos y para qué.
Plan de infraestructura. La justicia real por Sandra y Rubén es que las escuelas dejen de ser un cromañón en potencia.
*Corriente Nacional Docente Conti-Santoro 14-5-23*
Porque mejor no hacen un paro, por esta mujer desaparecida por el peronismo del chaco, que el acusado puede llegar a ser diputado. No tienen sangre uds, el fanatismo político los ciega