Los trabajadores estatales han sufrido una caída salarial que ubica sus salarios por debajo de la línea de pobreza. En los últimos años, fueron sometidos a una política de ajuste que va más allá de los colores políticos. A nivel nacional las paritarias se firman por debajo de la inflación desde el gobierno de Cristina. El gobierno realizó una oferta recientemente del 15% en cuatro cuotas que terminarán de abonarse en abril, en sintonía con la política de ajuste. En el partido de Pilar, recién la semana pasada, los gremios locales sellaron la paritaria 2019 que debieron cerrar en marzo de 2020.
El martes pasado, se reunieron en el Palacio Municipal, el intendente de Pilar, Federico Achával, y el jefe de Gobierno Santiago Laurent junto con los representantes de los gremios que nuclean a los trabajadores municipales. Estuvieron presentes la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y el Sindicato de Trabajadores Municipales (STMP) para sellar la paritaria 2019, que debió cerrarse en marzo, para luego abrir la discusión del período abril 2020 – marzo 2021. Allí acordaron un incremento salarial del 20%, que se hará efectivo a partir del mes próximo. Además, cobrarán una suma mensual de mil pesos fijos a cuenta de próximas conversaciones. A pesar de esta situación lamentable, los sindicatos guardaron silencio por cinco meses. Recién hacia fines de agosto, exigieron la reapertura de paritarias.
En este sentido, los gremios fueron a la reunión sin demasiadas pretensiones sobre el reclamo salarial, porcentaje adelantado semanas previas. De este modo, los estatales locales recibirán un incremento del salario que llevará el sueldo básico actual de 19156 pesos a 20156, a través de la incorporación al básico de los 1000 pesos acordados el año pasado. A esta cantidad, se le aplicará un incremento del 20%, lo que arroja un mínimo de 24.187 pesos. Al mismo tiempo, el gobierno municipal otorgó un plus de 1000 pesos, que no irán al sueldo básico. Por este motivo, el sueldo pasa a 25.187 pesos. Luis “Cuco” Molina y Arturo Sánchez, quienes comandan el STMP, señalaron que el aumento representa una actualización bruta del 26% del salario. Por su parte, Carmen Pierce, titular de ATE, informó que esos 25.187 pesos llegan a 30.000, siempre y cuando se cumpla con el presentismo. Este “premio extra”, que se divide cada 15 días, es de 3.800 pesos que pasará a 4.900 a cobrar los primeros días de octubre.
Efectivamente, no se trata de una recomposición salarial a la altura de las necesidades de los trabajadores. Venimos de una inflación 2019 del 54% o un interanual de 49% a marzo 2020. A eso hay que agregar la inflación hasta la actualidad. Claro que toda cifra se desvirtúa si consideramos que al cerrarse con cinco meses de diferencia, el aumento rige en un contexto con otro nivel inflacionario e incluso a otra valuación del dólar. Por otra parte, el aumento 2020 a partir de sumas fijas tendrá el efecto ya conocido: achatamiento de la pirámide salarial -o sea, las categorías altas financian a las más bajas-
Por otro lado, durante la reunión se habló sobre la capacitación del personal, a lo cual la representante de ATE resaltó que muchos municipales deben materias para recibir el título que les otorga la posibilidad de cobrar un 7%. También destacó que están “barajando” muchas cosas que están dentro del Convenio Colectivo y que Achával desea continuar en la medida que el presupuesto y la pandemia lo permitan. En defensa del acuerdo, la burocracia adelantó que el incremento será bien recibido por los trabajadores, y que, a pesar de no llegar a la canasta básica, ayuda. Continuando con la defensa, aseguraron que en el municipio se trabajan entre 160 y 180 horas, a quienes cumplen con 180, “se les incrementa el porcentaje por que los 4 mil pesos que se reciben por la extensión horaria se incrementan con el básico”. Frente a semejante caída salarial, los gremios actúan como una verdadera burocracia, al servicio del gobierno, que no llega siquiera a compensar lo perdido este año, y mucho menos lo que vienen perdiendo hace años.
Lamentablemente, los trabajadores y trabajadoras municipales de Pilar tuvieron que sobrevivir hasta el momento enfrentando precios de 2020 con los sueldos de 2019. Pero Achával, pidió a los trabajadores que “no bajen los brazos”, y que sigan trabajando para “poner a Argentina y a Pilar de pie”. Además, agradeció “el apoyo de toda la familia municipal para cuidar a los pilarenses, sobre todo en este contexto tan particular”. Finalmente, prometió mantener abierta la paritaria para “analizar” oportunidades de mejoras salariales y generales para los trabajadores municipales.
Parece primar la idea de que los trabajadores del estado son “privilegiados” que deben estar agradecidos por mantener el laburo (no siempre) y por no recibir recortes nominales del salario. Sin embargo, quienes son trabajadores municipales saben que esas afirmaciones no tienen lugar en la realidad de los estatales. Vienen perdiendo salario y al mismo tiempo, como en todos los municipios, se encuentra presente el problema de la precarización. Pensemos solo en los despidos de este año por la baja de contratos.
Por eso, para poder llevar adelante un plan de lucha por una verdadera recomposición salarial y por todos los reclamos de los municipales, es necesario arrancarle a la burocracia la conducción de los órganos gremiales. Para evitar que sigan manejando los sindicatos como unidades básicas defensoras de los gobiernos de turno, es sumamente necesario que los trabajadores nos organicemos de manera independiente y autoconvocada respecto de la burocracia. Necesitamos poner los sindicatos al servicio de nuestros intereses y no de la patronal. Corriente Clasista Goyo Flores – Razón y Revolución Zona Norte