En las últimas semanas, Atilra solicitó la apertura de paritarias a las cámaras empresariales.Según señalan, piden “recomponer” el valor del salario de los trabajadores en base al IPC del primer cuatrimestre de este año. Pero, como era de prever, la realidad es que Atilra está reclamando un 10% que absorbe las sumas fijaspor 4 mil pesos de comienzos de este año. A eso hay que agregar que ese porcentaje sigue sin recuperar nada de las paritarias 2017 y 2018, donde los trabajadores lácteos perdimos salario, luego del “empate” que significó la paritaria 2019. Pero además, hay que decir que ya los cálculos más conservadores proyectan una inflación anual del 43%.
El aumento que propone el gremio va a significar un salario incapaz de afrontar los aumentos –en los hechos, superiores- en rubros esenciales como alimentos, vestimenta, salud e higiene. Sobre todo, en los próximos meses. Hay que tener en cuenta que algunas empresas comenzaron a diferir salarios e implementaron suspensiones con descuentos en los haberes, como ocurrió en Verónica y SanCor, a pesar de seguir funcionando por ser producción esencial.
Cabe recordar que para los trabajadores de SanCor, las últimas actualizaciones de sueldo percibidas corresponden a tramos acordados hace más de un año. Los trabajadores de Sancor tuvimos que atravesar la terrible devaluación, el descontrol de los precios y el aumento en los servicios del 2019 sin ninguna recomposición salarial, cobrando en cuotas semanales, sin aguinaldos y mucho menos sin percibir el bono de fin de año de $13 mil acordado con el CIL, que recibieron los compañeros de otras empresas.
Con todo, el pedido de Atilra fue rechazado por la CIL y Apymel. Las empresas del sector no quieren saber nada: esperan que los trabajadores costeemos la crisis con su bolsillo, mientras ellos reciben millones en subsidios y créditos, a través del programa ATP financiado con la ANSES (o sea, con la plata de los jubilados). No tienen cara. Ya venimos de acuerdos paritarios con el que nos bajaron el salario y nos reformaron el convenio. ¿Cuánto más quieren que perdamos para que ellos mantengan sus ganancias?
Hay que ser claros. Todo esto es posible porque Atilra no tiene nada para ofrecer. En los hechos, no propone ninguna medida de lucha contundente y no llama a deliberar en ninguna fábrica.
La paritaria láctea deja en claro, una vez más, las alianzas entre Atilra y SanCor
Un cruce entre Apymel –la cámara que reúne a pequeñas y medianas empresas del sector- y Atilra, vía comunicados, destapó además otra olla de complicidad entre el gremio y la patronal de SanCor.
Sucede que a comienzos de 2020, la cooperativa que atravesaba el peor momento en su producción (solo 350.000 lts diarios de leche) y ventas, sorpresivamente pidió volver a ser parte de la mesa paritaria a la que había renunciado en 2017, hecho por el cual Atilra nunca había alzado la voz. El pedido seguramente esté relacionado con algún salvataje prometido desde el Estado, como lo están preanunciando algunos medios. Recordemos que Atilra y Sancor durante todo enero, tocaron las puertas de varios funcionarios para ayudar no a los trabajadores, sino a la empresa. Incluso, como lo dice en su comunicado, Atilra ha “protegido y auxiliado siempre desde nuestras posibilidades a las empresas que atraviesan alguna dificultad”. A confesión de parte, relevo de pruebas: en lugar de organizar la lucha de los trabajadores, Atilra auxilió a la patronal ajustadora.
Fue así, incluso, que desde el 2017, Atilra permitió todos los atropellos antes mencionados, al igual que muchos otros que hemos venido denunciando desde esta página (suspensiones, despidos encubiertos, no pago de aportes, etc.).
Apymel plantea que el reingreso de Sancor a la negociación paritaria obedece a la necesidad de posicionar la negociación de forma favorable al sindicato, rompiendo una suerte de “empate” en una pelea que no solo incluyen los aumentos salariales, sino los aportes que las patronales deben depositar en las arcas del gremio. Está claro que están “llorando” para no pagar aumentos, seguir flexibilizando, despidiendo y negreando, mientras reciben subsidios, moratorios y créditos regalados del Estado. Por eso, rechazamos el comunicado de Apymel.
Pero, con todo, la disputa pone al desnudo que Sancor regresa a una mesa de negociaciones a firmar acuerdos que luego no va a cumplir con su personal. La burocracia de Atilra y la directiva de SanCor se complementan y mueven sus fichas, a nuestras espaldas, privándonos de toda posibilidad de expresión de lucha.
El Concejo Directivo Nacional, para cubrirse, debió emitir un comunicado en el que acusa recibo de una carta de «delegadas y delegados de base, de todo el país» quienes le solicitan «energía y firmeza en procura de la adecuación salarial» y rechazan la «actitud miserable» de los empresarios. Energía y decisión que le venimos reclamando en vano, miles de familias trabajadoras de SanCor desde hace años, para que defiendan los puestos de trabajo y eviten que nos sumerjamos día a día más en la miseria y la degradación. Es claro que para el gremio que haya trabajadores suspendidos sin goce de sueldo desde hace meses o que compañeros de otras empresas (Arsa, Danone, etc.) deban donar bolsones con comida, no califica como una actitud “miserable” desde la cooperativa hacia sus empleados.
Por último, cabe destacar que la responsabilidad del Estado en estas maniobras es mayúscula, ya que las viene homologando desde hace años (reforma del CCT, Régimen de Jornada Liberada y suspensiones, etc.) al tiempo que hace la vista gorda con la terrible situación que viven los trabajadores, a quienes les niega la mínima posibilidad de recibir siquiera, alguna de las ayudas económicas actualmente vigentes (IFE, Tarjeta Alimentaria, Seguro de desempleo, etc.).
Por una salida de los trabajadores
La impostura de Atilra en esta disputa con la patronal no podría ser mayor. No cuentan con el aval de ninguna asamblea en ninguna fábrica. Con nadie consultaron la cifra miserable que quieren negociar, ni las medidas a tomar. Pactan con SanCor, cuando los mismos trabajadores de la cooperativa siquiera vamos a percibir los mismos aumentos. En todo el gremio, es urgente la necesidad de poner en pie un plan de lucha. Llamamos a todos los trabajadores lácteos a deliberar en asambleas en todas las fábricas y resolver medidas concretas de acción por una urgente recomposición salarial. Planteamos además que se cumplan con todos los protocolos sanitarios en todas las fábricas, bajo control de comisiones obreras elegidas en asambleas. Además, rechazamos los despidos y las suspensiones en SanCor, como el pago en cuotas en Verónica. Que la patronal pague todos los aumentos y salarios adeudados en SanCor.
Corriente Clasista Goyo Flores
