Entre Ríos: Zafreros, crónicas de los explotados en cuarentena

en Goyo Flores/Novedades

Cada año, miles de trabajadores de la zafra deben migrar de una provincia a otra para poder asegurarse un ingreso continuo que permita la subsistencia de ellos y sus familias. En el caso de los cosechadores del arándano en Concordia, estos trabajan en la cosecha entre los meses de octubre y diciembre. Una vez finalizada la temporada de zafra muchos deben viajar a otras provincias para continuar con la cosecha de otros frutos y asegurarse ingresos para el resto del año. Estos viajes pueden ser a lugares tan lejanos como la provincia de Rio Negro donde la temporada de cosecha de la manzana comienza en enero y se extiende hasta los primeros días de abril.

Estos trabajadores son parte de la mano de obra que distintas provincias utilizan para cosechar frutos según la temporada. Se los conoce como “trabajadores golondrina” ya que deben moverse de un lado al otro dependiendo la temporada de cosecha especifica. En el caso de Rio Negro se emplean entre 15.000 y 20.000 trabajadores de otras provincias para la cosecha de peras y manzanas. Pero una vez terminada la cosecha en una región, estos deben moverse a otra para tener un flujo continuo durante el año. Hablamos de viajes costeados por los propios trabajadores que deben viajar miles de kilómetros y permanecer lejos de sus familias, realizar trabajo de campo en jornadas de 12Hs y cargar con el peso de lo que cosechan. Además, trabajan en sumo estado de precariedad y con condiciones habitacionales de miseria y –lo cual se agrave en contexto de pandemia- sin ningún tipo de protocolo sanitario. Los trabajadores de Concordia que se dirigen a Río Negro, lo hacen en colectivos que paga el sindicato, pero el pasaje de vuelta suele ser costeado por los mismos trabajadores con un costo de $4.000.

Este año, los trabajadores realizaron estas largas travesías en busca de una fuente de trabajo. Con la cuarentena recientemente decretada, el sector fue declarado esencial. A medida que la cuarentena se intensificaba y las provincias y municipios cerraban sus entradas, los trabajadores continuaban con la cosecha esperando que el sindicato se encargara de coordinar el retorno de los trabajadores a sus respectivas provincias.

A comienzos de abril, y finalizada la cosecha de manzanas, los trabajadores se encontraron varados en Valle del Río Negro, con las terminales cerradas. Esto los obligó a costearse un alquiler y comida sin la posibilidad de generarse ingresos dado que la cosecha había terminado. Tras 15 días sin respuestas, y encontrándose al límite de los recursos, los trabajadores decidieron realizar un video que se viralizó rápidamente. Denunciaban a Camejo por el abandono y la falta de gestión para proporcionarles el transporte y los permisos necesarios para retornar a Entre Ríos.

Esta situación respondía a una disputa entre las regionales del sindicato de Río Negro, a cargo de Marcos Bielma, y el de Concordia pues ninguno quería pagar el costo del retorno de los trabajadores. Camejo llegó a declarar que él “hacía la gauchada” de gestionar el transporte, pero que Río Negro debía pagar el costo, ya que “muchos de los trabajadores varados ni siquiera son afiliados míos”. En realidad, los trabajadores aportan a cada seccional durante el período en el cual trabajan en cada ciudad.

Debido al escándalo que despertó el video, el gobierno proporcionó un colectivo que recogía a los trabajadores de distintas ciudades. Esto implicó un viaje de 1.300Km, sin paradas, ya que ninguna provincia les permitía bajar.

Como se ve, ante una emergencia sanitaria como la que enfrentamos este año, los que supuestamente representan a estos trabajadores han puesto como prioridad el negocio de la exportación de la fruta, asegurando que la cosecha se lleve a cabo sin prever traslados, garantías de salubridad ni hospedajes. Tampoco han resuelto este problema los gobiernos de turno. Se los usó primero para asegurar los negocios de la patronal a bajo costo y luego se los dejó desamparados hasta que decidieron luchar por su derecho a volver a casa.

Exigimos a los Gobiernos de Río Negro y Entre Ríos el retorno inmediato de los trabajadores a sus hogares. Además, planteamos la necesidad de luchar por el fin de toda forma de precarización en el sector, además de cubrir salarios equivalentes a dos canastas. El mismo debe ser abonado íntegramente por las patronales agrarias, incluso en concepto de viáticos. No debe ser cubierto con aportes ni bolsillos obreros.

Es evidente que la situación de ataque a las condiciones de vida y a la salud de los zafreros no es exclusiva de este sector. Mientras presionan por flexibilizar la cuarentena, los empresarios no dudan en despedir, suspender y acordar quitas salariales con la burocracia. A su vez, el Gobierno de los Fernández –a través de la ANSES- paga el 50% de los salarios que deberían correr a cuenta de los capitalistas y reparte subsidios millonarios. En cambio, tira unos míseros $10.000 a obreros que no pueden seguir subsistiendo. Esto evidencia la sociedad en la que vivimos, dónde el trabajador siempre es la variable de ajuste con el objetivo de asegurar la ganancia capitalista. La situación se profundiza en un contexto de pandemia: el capitalismo no puede sobrellevar la crisis sin que le cueste la vida y la salud a los obreros.

Ante esta embestida, los trabajadores debemos organizarnos e impulsar un plan de lucha por una cuarentena que resguarde la vida obrera y una salida socialista, donde se priorice las necesidades sociales sobre la ganancia capitalista.

Razón y Revolución Entre Ríos – Corriente Clasista Goyo Flores

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