Por Nadia Robles – La industria del call center en Argentina concentra hoy alrededor de 50.000 empleos, más del doble que la industria automotriz. 1 En el año 2001, solo había 5.000 trabajadores de call center; ya 20.000 en 2004; se incorporaron 10.000 más en 2005, 30.000; y en 2006 alcanzaron los 50.000.2 Se trata de un fenómeno que nos permitirá observar las características de la economía K.
Mano de obra joven y barata, se busca
El 60% de los call center son empresas que exportan servicios de capitales extranjeros que se van instalando en los lugares que le resultan más rentables. Esto se lo permite su estructura fácilmente transportable. La mano de obra representa el 70% de los costos para estas empresas. En la Argentina, los salarios del sector son menores con respecto a otros países: con jornales aproximados a u$s 2,50 la hora en Córdoba y Rosario, explotando con u$s 3 la hora en Buenos Aires, hay una clara ventaja frente a los u$s 5,25 en Costa Rica, u$s 5,60 en Chile, y u$s 12 en Estados Unidos. 3 El resto del costo se reparte entre la energía eléctrica y las telecomunicaciones. El costo promedio de energía eléctrica para los usuarios industriales en Argentina, es de u$s 0,03 por Kwh.4(incluyendo impuestos). La comparación del Kwh., en las principales ciudades argentinas, respecto a las ciudades más importantes de Latinoamérica resulta ser muy favorable: los valores locales están entre un 30 y un 60% por debajo. En cuanto a las telecomunicaciones, por las instalaciones realizadas en la década del ’90, existe una infraestructura tecnológica moderna. Las empresas consiguen tarifas preferenciales con las telefónicas. A estas ventajas que llevan a elegir la Argentina, se suma que la mayor parte de los trabajadores buscados son jóvenes de entre 18 y 25 años y que aquí existe un alto indice de población joven, si la comparamos, en particular, con Europa. Además, hay un alto porcentaje de obreros con estudios secundarios y el 25% de los estudiantes superiores de Latinoamérica. A este sector de la mano de obra apuntan los call, estudiantes con horarios flexibles y poca experiencia laboral. La diversidad de tareas de atención al público parece “confundir” a ciertos empresarios, que encuadran a sus empleados dentro del gremio de comercio, y no de telefónicos, como les corresponde. De este modo, no se les reconocen sus dolencias como enfermedades laborales (problemas de audición, nódulos en la garganta, stress mental, etc.) y tampoco las condiciones de trabajo son las adecuadas, ni están cerca de serlo. Esto último lleva a una alarmante rotación de empleados, que supera el 20% anual. Nos encontramos con otra muestra de la predilección de esta industria por una fuerte explotación de la mano de obra. En definitiva, el boom de los call center resume las características de la economía K: trabajo precario, represión gremial, bajos salarios, tarifas de luz y teléfono “congeladas”. Pero el futuro de este crecimiento está atado a variables cada vez más difíciles de controlar por el gobierno. Basta ver qué dicen los propios interesados. “Si de golpe el tipo de cambio se deteriora, sale alguna medida que afectara la exportación, o las presiones sindicales prosperan, perderemos la competitividad inmediatamente contra cualquiera de los países que hoy quieren ganar el negocio”, dice Norberto Varas, CEO de Teleperformance.5
Notas
1Adefa
2TELAM 03/03/2007
3Suplemento Cash, Página/12, 10/12/2006.
4Idem.
5Revista CCSur, citado en http://www.quickminds. com.ar/ccach/mostrar_noticia.php?id_ noticia=462