Día Internacional de lucha contra la violencia hacia las mujeres
El 25 de noviembre es un día en el que las mujeres tenemos la tarea de poner en las calles nuestras luchas. En 1981, el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, estableció que cada 25 de noviembre se conmemoraría como el Día Internacional de la lucha contra la violencia hacia las mujeres para recordar a las hermanas Mirabal y su lucha contra el régimen de Trujillo, en República Dominicana.
En la actualidad, el eje central de nuestra agenda es la defensa de las mujeres como el sujeto político del feminismo. Es necesario aclarar, cuantas veces sea necesario, que las mujeres no somos identidades ni autopercepciones y que, por el contrario, ser mujer es una realidad objetiva, histórico-social y biológica. Pero también, ser mujer hoy requiere un enorme y doloroso esfuerzo por la conciencia. Ser feminista es sostener un programa político y una estrategia en una sociedad de reacción patriarcal.
En este sentido, una de nuestras prioridades hoy es hacerle frente al borrado de las mujeres. Las feministas tenemos la obligación de explicarle a la sociedad la diferencia entre la categoría sexo y el concepto de género. Tenemos que explicar que la sustitución de la categoría sexo por la de «identidad de género» pone en peligro los derechos de las mujeres y las niñas basados en su sexo. La ofensiva patriarcal, bajo un discurso progresista, avanza en la eliminación de los derechos sexuados de las mujeres y elimina la posibilidad de identificar la desigualdad estructural. El ejemplo más reciente es el DNI no binario, política anunciada con bombos y platillos por el gobierno de los Fernández (avalada por Juntos por el Cambio y la Izquierda trostkista) como medida necesaria ya que, para nuestro presidente “al Estado no debe importarle el sexo de la gente». Ahora bien, si el indicador “sexo” se suprime de los formularios, instancias o estadísticas de diferentes Ministerios, Gobiernos, y organismos, ¿con qué instrumentos y sobre qué bases podrán las mujeres fundamentar sus reclamos? Es decir, no se puede verificar con datos reales el impacto que cualquier asunto pueda tener sobre mujeres u hombres. Además, el registro de la diferencia sexual también es la base de la asignación de partidas y recursos estatales que atienden a necesidades básicas de las mujeres.
Entonces, si las políticas públicas que regulan la vida social se basan en sentimientos y no en la realidad concreta, esto afecta la realidad de las mujeres y sus consecuencias van desde detalles mínimos hasta las situaciones de vida o muerte. Días como hoy recordamos y denunciamos que las mujeres sufrimos violencia o somos asesinadas por el simple hecho de ser mujeres. El patriarcado no da tregua y las feministas luchamos por soluciones concretas y reales, empezando por marcar que si cualquiera puede ser mujer: un femicidio sería solo un asesinato y la violencia ejercida sobre las mujeres sería simplemente violencia, ya que al no existir el sexo como categoría jurídica no hay agravante en la violencia patriarcal.
Cuando hablamos de violencia no podemos dejar de lado a la prostitución. Esa práctica que mercantiliza y cosifica nuestro cuerpo como algo que se puede consumir y desechar. Estamos en contra de la legalización formal, de la reglamentación del proxenetismo o de su forma encubierta como trabajo “autónomo”; porque nuestro deseo tiene valor, pero no tiene precio. La prostitución es parte del dispositivo patriarcal y constituye un obstáculo de la lucha feminista. Tenemos la responsabilidad de exigir a la burguesía una solución más amplia: el problema central es la desocupación, por eso la prostitución de las mujeres obreras no se va a eliminar presentando proyectos. La lucha por la abolición de la prostitución tiene que superar el abolicionismo formal; debemos lograr la sanción del prostituyente, del proxenetismo y de todos los que se benefician de la prostitución ajena, a la vez que exigir un subsidio general a la desocupación igual a dos canastas básicas para todas las mujeres obreras desocupadas. Las abolicionistas tenemos que convocar a las compañeras a organizarse para que las mujeres más pobres dejen de ser la prenda de cambio de las limosnas de los proxenetas.
Otro tipo de violencia contra las mujeres que se ha puesto de moda es el alquiler de vientres/ovodonación. La prensa argentina no para de mostrarnos que se están llevando a cabo, cada vez más, prácticas «solidarias» o “altruistas” de alquiler de vientres. De hecho, abundan los proyectos para legalizar dicha práctica. No importa si los compradores son homosexuales, travestis, modelos que no quieren perder su figura o parejas que no pueden tener hijos, el alquiler de vientres y la donación de óvulos supone un paso adelante en la mercantilización del cuerpo de la mujer obrera. A las mujeres nos quieren convencer que «donar óvulos» es inocuo y empoderante y que «gestar solidariamente» para burgueses es otra de las formas (obligatorias, claro) de ser buenas, de cuidar, de ser madres de todo aquel que lo necesite. Rechazamos esta nueva esclavitud y llamamos a luchar por una ley eficiente de adopción.
También exigimos la obligatoriedad de la enseñanza de la educación sexual integral científica, laica y feminista en las escuelas. A su vez, la capacitación de todos los docentes desde una mirada feminista y abolicionista, ya que su rol es fundamental para intervenir y detectar casos de violencia y abuso infantil en la escuela debido a que es una problemática con la que tienen que lidiar -lamentablemente- a diario. La enseñanza de la ESI también es fundamental para luchar contra el lobby proxeneta, el cual construye una densa trama de negocios y mafias que se extiende por todo el sistema político, judicial y policial.
Mientras la sociedad sigue funcionando sobre la base de la explotación y la opresión, las mujeres obreras somos las más vulnerables, en virtud de nuestra clase y por nuestro sexo. Cada día hay más mujeres pobres e indigentes, violentadas en prostitución o gestando un hijo para otros y todos los días nos encontramos con la noticia de un nuevo feminicidio. ¿Qué hizo el Ministerio de las mujeres, géneros y diversidad para detener esta violencia? Al momento, nada, más bien es un órgano propagador y difusor de la ideología queer. Aquí, en una Argentina quebrada por la burguesía parasitaria que la conduce, las mujeres estamos cansadas y hartas de vivir con miedo, temor y que no nos alcance el salario para llegar a fin de mes. Hemos llegado al punto en el cual, o nuestra realidad continúa desbarrancándose o buscamos una salida fuera de ellas. Socialismo o descomposición, esa es la alternativa que enfrentamos. En el feminismo no funciona “el cada una se arregla como pueda”, la forma siempre es buscar la salida colectiva. El feminismo es internacionalista y nuestro objetivo es la emancipación de toda la humanidad, por una sociedad socialista y feminista.
-Contra el borrado de las mujeres.
-Por una ley abolicionista de la prostitución que penalice al proxeneta y al prostituyente.
-Que el Estado garantice la implementación de la IVE en todo el país.
-Equipar las líneas de atención con equipos interdisciplinarios que puedan ayudar a la víctima rápidamente, asesorarla y sacarla de la situación de peligro.
-La creación inmediata de refugios en todas las localidades del país. Asimismo, que el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat disponga un grupo de viviendas para las mujeres con hijos a cargo.
-Que funcionarios y funcionarias que forman parte de las instituciones que atienden a mujeres víctimas de violencia tengan formación y asesoramiento adecuados.
-La promoción de un sistema de alerta y búsqueda temprana de mujeres desaparecidas.
-La creación de un fuero especial para la resolución rápida de los casos, así como también de un organismo que estudie el fenómeno de los femicidios y desapariciones, partiendo del registro efectivo de todos los casos. Las mujeres muertas que no se cuentan están desaparecidas.
-Por una Educación Sexual Integral científica, laica y feminista. Que se eduque contra el sexismo desde la infancia.
-Separación de las Iglesias y el Estado.
Trece Rosas-Frente Feminista de Razón y Revolución
«En la actualidad, el eje central de nuestra agenda es la defensa de las mujeres como el sujeto político del feminismo. Es necesario aclarar, cuantas veces sea necesario, que las mujeres no somos identidades ni autopercepciones y que, por el contrario, ser mujer es una realidad objetiva, histórico-social y biológica.»
Sin animos de conflicto, pero ¿se entiende por esto que una trans no es mujer? y si es asi, ¿que es? ¿cree(no necesariamente y únicamente al movimiento feminista) el partido que las y los trans pueden aceptar estos postulados, o mejor dicho les interesa que estos postulados sean aceptados por la comunidad trans?¿ o dan por sentado un antagonismo irrecuperable?