Luego del fuerte rechazo social a la continuidad de las clases presenciales, el gobierno decidió suspender la asistencia de los alumnos hasta el 31 de marzo. El objetivo de estas medidas, según Alberto Fernández, es minimizar la circulación del Coronavirus y evitar su incremento exponencial. Sin embargo, las escuelas permanecerán abiertas para garantizar ciertas «obligaciones laterales» como alimentar y colaborar con otras tareas que los alumnos necesiten. Es decir: docentes, directivos y auxiliares debemos continuar asistiendo a los establecimientos para garantizar el cumplimiento de esas otras obligaciones que nada tienen que ver con lo estrictamente pedagógico.
Lo cierto es que hasta el momento la información es confusa. Nadie sabe a ciencia cierta si debemos asistir o no a la escuela. El gobierno no dispuso ningún decreto, ni comunicado oficial al respecto. Mientras tanto, los directivos aguardan las instrucciones de sus superiores. Ahora bien, todo este episodio demuestra la incapacidad del gobierno para reaccionar. Lo que sí queda de manifiesto es lo que piensa la burguesía y su clase dirigente sobre la educación: lejos de educar, las escuelas son espacios destinados a cumplir obligaciones laterales. La vida del personal docente poco importa ¿Por qué debemos ir a trabajar si no tenemos alumnos? ¿Acaso somos inmunes a la epidemia? Lo claro es que al gobierno no le interesa nuestra salud. Lo único que quiere es garantizar la función «solidaria» de la escuela. Pero ni siquiera eso piensan cubrir eficazmente ya que pretenden amontonar a todos los alumnos que asisten a los comedores en los mismos espacios hacinados de siempre. De ser así ¿No corre peligro la integridad de los que asisten a los comedores? Si buscan minimizar la circulación, entonces no se entiende por qué los alumnos deben ir a la escuela solo para comer. Tampoco confirmaron públicamente las licencias para mayores de 65 años, embarazadas, personas con enfermedades cardíacas, respiratorias, diabéticas y renales, entre otras. Hasta ayer, el gobierno solo dijo que la página fue hackeada y la resolución es falsa. Sin embargo, algunos directivos siguen divulgando esa información.
La Corriente Nacional Docente Conti-Santoro exige el inmediato cese de tareas del personal docente, directivo y auxiliar. Si la escuela tiene que abrir sus puertas para alimentar a los alumnos, entonces que el Estado disponga de un sistema de distribución de viandas para no afectar el alimento de los mismos. A la par, necesitamos aumentar las partidas en limpieza e higiene. Todos estos reclamos deben ser sostenidos con paro y movilización a los Consejos Escolares de nuestros respectivos distritos. De lo contrario, la vida de cientos de trabajadores seguirá pendiendo de un hilo.
Corriente Nacional Docente Conti-Santoro 15-3-2020