El día de ayer trabajadores y trabajadoras de Prosegur se manifestaron frente a la puerta de la empresa en Rioja 1035 (Rosario) para denunciar los incumplimientos del Convenio Colectivo de Trabajo y de la Ley de Contrato de Trabajo.
Entre el conjunto de denuncias que manifestaron las trabajadoras, se encuentra el reclamo por un salario de acuerdo al convenio del sector. La empresa obliga a sus empleados a firmar recibos laborales por 60hs cuando en realidad trabajan 240hs mensuales, 12hs al día, en horarios nocturnos que no son pagados como tal y/o en lugares de riesgo.
El salario que perciben por esas 240hs reales trabajadas es de apenas $14.000. Si hacemos la simple cuentita, reciben $58 pesos por hora. Pero la miseria no termina ahí: la patronal paga tarde y en cuotas. Un salario de ese monto representa apenas un 30% de la canasta básica necesaria para no ser considerado pobre.
A todo esto se suma que la empresa negó en plena pandemia las licencias por maternidad y para las personas de riesgo, obligándolas a trabajar incluso en lugares de contagios masivos como hospitales. Como los trabajadores de salud o de comercio, también tuvieron que hacerse cargo de los elemento de seguridad sanitaria costeándolos de sus propios bolsillos.
Prosegur es una empresa rosarina de seguridad privada con vistas a expandirse por toda la provincia santafesina. Se compone de unos 200 trabajadores y ha despedido a por lo menos 20 desde el inicio de la cuarentena. Las condiciones laborales a las que esta empresa somete a sus trabajadores de manera completamente ilegal, son avaladas y utilizadas tanto por el gobierno municipal de Pablo Javkin, del Frente Progresista Cívico y Social, como por el gobierno provincial de Omar Perotti, del Partido Justicialista. Ambos contratan desde el Estado a la empresa Rosegur y son los responsables de que la precarización se perpetúe.
El sindicato del sector, SUTCA, solo apareció en la movilización de ayer y lo hizo para marcar presencia. Su intervención es puramente testimonial, dado que se borró durante toda la cuarentena y muchos de los reclamos tienen larga data. Para colmo, se limita a pedir que se cumpla con la escala salarial actual desde septiembre, que, con un mísero 9,18% de aumento, aún deja a los trabajadores por debajo de la línea de pobreza.
Como puede verse, estamos frente a una alianza que tiene tres patas: patronal, gobierno y sindicato. Todos acuerdan en explotar y empobrecer cada vez más a los laburantes. Es momento de que tomemos el toro por las astas. Los laburantes debemos recuperar nuestros sindicatos y, en un contexto de crisis y ajuste, debemos reconstruir la herramienta que nos permitió hace tiempo salir a pelear por que se vayan todos: la Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados. Allí debemos discutir un programa y un plan de lucha para echar a los que nos hundieron en la miseria.
Por un salario igual a dos canastas básicas para todo el sector.
Estricto cumplimiento del Convenio Colectivo del Trabajo
Por un sindicato de trabajadores independiente de los patrones.
Por una Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados
Corriente Clasista Goyo Flores
Razón y Revolución Rosario
