La provincia de Río Negro fue una de las primeras en cerrar la paritaria docente. Así, con la complicidad de UnTER Central, el 28 de febrero aceptaron una propuesta salarial de miseria. La misma constaba de un 12% de aumento desdoblado: 4% para febrero y 8% para marzo. Además, incorporaba la propuesta realizada por el gobierno nacional, en el marco de la paritaria nacional docente, de cuatro cuotas de $1200 de FONID. Ambas partes se comprometieron a reabrir la discusión para fines de marzo. De esta forma, las clases comenzaron con normalidad, a pesar de las enormes deficiencias en la infraestructura escolar y con salarios docentes por debajo de la Canasta Básica Total. Recordemos que el salario testigo con el aumento alcanzó los $36.115 en una provincia donde, según las mediciones que realiza ATE-INDEC, una familia necesita $ 64.509 para no ser pobre.
UnTER es consciente de esto. A pesar de reconocer que la paritaria fue pobre y las condiciones edilicias no eran las adecuadas, aceptaron la propuesta. El avance de la pandemia y los problemas que arrastró la cuarentena, evidenciaron la realidad de la educación. Uno de los primeros problemas que surgió se relaciona con la precarización laboral. A pesar de lo que se cree, la tendencia a la precarización laboral que afecta a todos los docentes del país, no es ajena a Río Negro. Los movimientos habituales de principios de año, hicieron que, al momento de decretarse la cuarentena, muchas escuelas no contaran con docentes. Con lo cual, aquellos más estables se vieron sobrecargados de tareas. La realidad sorprendió al sindicato. UnTER exigió que el Estado les garantice un haber mensual, el acceso a la salud a través de una obra social y los aportes jubilatorios, a todos los docentes desocupados. Además, pidieron la apertura de Asambleas virtuales (que ya se están llevando a cabo). Sin embargo, como contamos en el Correo Docente, solo se cubrieron los cargos vacantes. El personal necesario que requiere cada escuela para llevar a cabo el ciclo lectivo, no contemplado por el Estado. Por eso, exigimos que en la reapertura de las paritarias se discutan las condiciones de trabajo. Necesitamos que se incorporen dentro del circuito formal todos aquellos docentes que hagan falta para el seguimiento de la trayectoria escolar de cada alumno.
La pandemia obligó a una reestructuración de la tarea del docente con estabilidad. Nuestra labor se reconfiguró con el fin de continuar el proceso pedagógico de manera virtual, potenciando la precarización laboral. A esa sobrecarga laboral, usual incluso en periodos normales, se le sumaron las dificultades materiales y técnicas que acarrean estos tiempos. La virtualidad exige una serie de gastos que la educación presencial no, como es la necesidad de contar con una computadora propia de calidad para darle continuidad al proceso pedagógico que se pretende. Es importante tener en cuenta que muchos docentes cuentan con una sola computadora y que debe ser compartida por todo el grupo familiar, que también debe realizar sus tareas virtuales. Además, debe tener una conexión a internet óptima, ya que es necesario estar conectado todo el día para recibir o entregar trabajos, armar clases virtuales o video conferencias. Como ya explicamos en varias oportunidades, la ESRN obliga a que los docentes trabajemos doble turno. Por lo tanto, para un docente, internet es un recurso necesario, pero no definitivo. Lo que antes alcanzaba con una conexión normal ahora, con las nuevas tareas virtuales, esa conexión se vuelve obsoleta. Si bien existe el rubro material didáctico, éste no puede reemplazar las exigencias de la virtualidad. A esto se suman los gastos en luz y gas, éste último fundamental en las provincias patagónicas como es Río Negro, dónde las temperaturas son más bajas y, en localidades como Bariloche, lo son aún más. Por estos motivos reclamamos un bono que reconozca los nuevos y mayores gastos.
Como vemos, los problemas ya existentes hace años, ahora se potencian con la pandemia. La dirección de UnTER Central es cómplice de la degradación que vivimos día a día. Su accionar habitual, que se limita a pedir lo mínimo e indispensable sin ofrecernos ninguna solución seria, nos lleva a la decadencia. Es hora de decir basta. Necesitamos revertir tanta miseria. La virtualidad es posible con todos los medios adecuados para llevar a cabo la tarea. Nosotros no abandonamos la lucha. Si el gobierno hace oídos sordos, entonces debemos tomar las calles nuevamente.
La Corriente Nacional Docente Conti-Santoro Río Negro exige:
• Reapertura inmediata de paritarias.
•Bono extra mensual y retroactivo para cubrir los gastos en insumos tecnológicos, internet de calidad y mayores costos de los servicios utilizados.
• Recomposición histórica del salario. Salario inicial igual a dos canastas básicas totales.
• Contratación de los docentes desocupados para el desempeño en las tareas de continuidad pedagógica. Incorporación inmediata de todos los docentes desocupados dentro del circuito formal para cumplir tareas pedagógicas.
• Reapertura del Plan Conectar Igualdad. Cada alumno debe recibir una computadora de todas las modalidades y niveles.
Corriente Nacional Docente Conti-Santoro Río Negro/ Razón y Revolución