¿Por quién doblan las Campana(s) de Siderca? De excepciones y reglas: la relación entre empresas y escuelas.
Por Romina De Luca
Grupo de Investigación de laEducación Argentina – CEICS
Actualmente las autoproclamadas “reformas” de la Reforma se encuentran en el candelero.
Nueva secundaria, Ley de Educación Técnica, NAP’s1, pasando por la Ley de Financiamiento, aparecen como los caballitos de batalla kirchneristas en su supuesta ofensiva de desmantelamiento de la neoliberal y menemista Ley Federal. El elemento común que homogeneiza a todos ellos es su “intención” de recuperar la escuela tradicional de excelencia aggiornándola a los tiempos que corren. No en vano, el ministro Filmus sostiene que, “la ley de educación técnica […] será un paso importante para avanzar hacia una sociedad en la que la capacidad, el trabajo digno y el esfuerzo vuelvan a ser el sustento de una movilidad social ascendente” (Clarín, 5/09/2005, p. 21). El problema de la Argentina de los noventa fue su “renuncia a un modelo productivo propio”. En el mismo sentido, Luis Pagani, presidente de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), aplaude las iniciativas oficiales en materia educativa porque se trata de “volver a establecer a la educación como un opción estratégica […] base de igualdad de oportunidades” Una agenda empresaria para la inversión y el crecimiento sostenido (AEA, p.11). De hecho proponen, como una novedad, que las empresas se involucren tanto en materia financiera como en el direccionamiento de tareas de investigación y desarrollo en el sistema educativo. Esto, entre otros elementos, sería fundamental para no desaprovechar la oportunidad histórica que representaría el kirchnerismo y su supuesta vuelta a una Argentina productiva. Pero, en realidad, esta relación es impulsada en forma activa ya desde, por lo menos, el Congreso Pedagógico alfonsinista. Juan Carlos Tedesco, director del IIPE2, y Alejandro Morduchowicz han realizado un estudio en la localidad de Campana que indaga, precisamente, la relación entre “la empresa” local, Siderca, y el sistema educativo3. Veamos cuál es el planteo que han hecho sobre este punto y su importancia.
Escuela y Siderca: ¿gasto eficiente?
Los dos autores mencionados anteriormente se concentran en un estudio de caso: el sistema educativo en la localidad de Campana. Como en todos los trabajos de este tipo se preocupan de señalarnos el motivo que llevó a la elección. La “particularidad” del caso campanense reside en que allí la empresa Siderca, junto al Municipio de la ciudad, contribuye en un 15 % del total de los gastos en el sostenimiento del sistema. Esto “no sólo constituye una novedad sino una gran ventaja”. El aporte que realiza cada uno de estos actores no es igual: dentro de ese plus “extra”, el de la empresa representa algo más del 72% del total. Uno de los motivos que originó el trabajo fue, precisamente, la preocupación de algunos de los “actores más dinámicos” -es decir, de Siderca- en relación a la eficiencia del gasto (es decir, dónde va a parar su dinero). Se espera que el análisis de la ciudad actúe como “disparadora de una discusión que no tuvo lugar todavía en el país”: “cómo hacer que la excepción sea la regla”. La preocupación surge a partir de que no se verificaría en las “pruebas de aprendizaje” un aumento de la calidad educativa. El rendimiento de la escuela local no se destacaría por sobre el conjunto provincial (aunque las pruebas en cuestión reflejan sí un rendimiento ligeramente superior de la localidad en relación a la provincia). Hay que dar cuenta, entonces, de en qué se gastó la plata (no sea cosa que se arrepientan y se la lleven…).
En primer término, habría que analizar -dicen los tecnócratas- hacia dónde es que la empresa direccionó sus recursos. Básicamente, a la construcción de edificios escolares y mobiliario escolar. Esto resultaría por demás lógico si consideramos que la Ley Federal, a partir de la extensión de la obligatoriedad, produjo un aumento de la matrícula escolarizable. Hay que construir aulas, acondicionar las existentes y dotarlas de equipa- miento adecuado para retener y contener a la mayor población escolar. Los aportes de Siderca se habrían destinado a cubrir tal necesidad.
Los técnicos dirán a los señores empresarios que, para medir su inversión, deben utilizar parámetros adecuados. La eficiencia debe medirse en función de los logros de contención y retención de la matrícula: “es un hecho que […] el sistema educativo local logró una mayor cobertura y retención que las escuelas provinciales […] la eficacia debe analizarse a la luz de los objetivos propuestos”. Si la ganancia se mide en función de los objetivos, Siderca ha obtenido beneficios y no debería preocuparse.
En segundo lugar, deben considerarse los efectos indirectos. Si bien la construcción de aulas no incide directamente en la calidad, “el dictado de clases en condiciones poco satisfactorias” sí puede hacerlo en forma negativa. Va de suyo que, con ese argumento, aunque los empresarios no lo vean, su aporte habría contribuido a mejorar la calidad educativa.
Promover reglas
No sólo se trata de tranquilizar al sector empresario particular sino también de promover la “actitud” original de la empresa Siderca en otros contextos locales. Los autores nos enumeran, por lo tanto, las ventajas que conlleva promover este tipo de inversión y los motivos que la originan. En primer lugar, la tendencia de las autoridades educativas a promover la inversión de las empresas locales en el sostenimiento del servicio es de índole práctica: “les resulta más sencillo caminar unas cuadras que recorrer varias decenas de kilómetros”. Por supuesto, existen motivos de mayor peso. Nuevamente encontramos la repetición de argumentos que justifican la descentralización. Campana resultaría un caso testigo. Nos dicen, además, que la decisión de invertir por parte de esa empresa se debe a factores psicológicos individuales de sus fundadores. Casi “visionarios” que creen en la educación. Pero, además, según los autores la fase actual del capitalismo exige ya no una sociedad de conocimiento sino de capacidad táctica. Se entiende por esto la búsqueda de una capacidad de aprendizaje y adaptación constante de la fuerza de trabajo. Ese poder de incidencia se logra a través del contacto directo que se produce en las ciudades chicas. Los empresarios, siendo conscientes de ello, “re-definen” sus relaciones con la comunidad en la que se encuentran localizados. Esta tendencia generaría, además, el tal mentado “círculo virtuoso del crecimiento local”. Una estructura educativa acorde a las necesidades del capital y la existencia de recursos “calificados” “permite generar las condiciones para la localización de otras firmas”. Se trata entonces de hacer que la escuela sea funcional a las necesidades del capitalismo argentino. Porque para los autores el problema del desempleo, en última instancia, reside en la incapacidad de los trabajadores en tener mejor y mayor información, predisposición y adaptación al cambio. Y si no se puede garantizar un empleo, por lo menos, la escuela debería garantizar la empleabilidad. Mediante esta operación discursiva se desplaza la causa del desempleo, de las leyes inherentes de un sistema a sus víctimas, que se convierten en los únicos responsables de esa situación.
Filmus, el original
En el análisis de la participación de Siderca en Campana vemos varios elementos. En primer lugar, la inversión de la empresa para dotar al sistema de la infraestructura adecuada para retener y contener a la masa escolarizable. En segundo término, se señala que sólo la escala local garantiza una mejor incidencia de la empresa en la escuela. De hecho la empresa, en su página web, se explaya enunciando los programas de padrinazgo que promueve para los alumnos sobresalientes y sus gastos en infraestructura educativa. Se asegura la formación de los técnicos que precisa y la contención del conjunto de la masa escolar. Porque si Siderca no “puede” garantizar empleo, como vimos, sí puede garantizar empleabilidad: garantiza contención y focaliza la enseñanza de la “actitud táctica”, abandonando la economía del conocimiento, o sea, un stock de conocimientos que no se sabe bien para qué sirven. De esta forma refuerzan lo actitudinal: portarse bien, ser predispuesto, adaptarse. Siderca es una empresa del Grupo Techint que, a través de Paolo Rocca, es vicepresidente de la AEA. Conoce, por lo tanto, la experiencia de Siderca. Va de suyo que si la experiencia de Siderca se gestó en los noventa, el proyecto actual que nos presenta el kirchnerismo no es nada original. Precisamente se propone garantizar la incidencia de las empresas en la escuela en el sentido que mencionamos. Kirchner prefiere presentarnos el asunto en forma teleológica: “Dios quiera que podamos realmente hacer una fuerte actualización de estas escuelas técnicas a la tarea que requiere el mercado de hoy” (Discurso del 8 de Septiembre en la presentación de la Ley de Educación Técnica). El razonamiento sólo se entiende si suponemos que, como diría Lafargue, para la burguesía Dios es el capital. Lo que se hace hoy día, como vemos, no es más que ejecutar a pie de juntillas el espíritu de la Ley Federal y sus proyectos de vanguardia como Siderca.
Notas
1Como le señala el Ministro Daniel Filmus a los docentes en la presentación de los Núcleos de Aprendizaje Prioritario, estos serían nuevas “cajas de herramientas” en donde, “Los Núcleos constituyen un conjunto de saberes que deben formar parte de la educación de todos los niños y las niñas, tanto por su significación subjetiva y social como por su potencialidad para construir, en un proceso de mediano plazo, una base común que aporte a revertir las injusticias. Sin dudas, esto sólo señala un punto de partida imprescindible. Nuestro objetivo es generar igualdad de posibilidades de acceso a los conocimientos que contribuyan a la integración social plena de los niños y niñas y al sostén de valores que favorecen el bien común, la convivencia social, el trabajo compartido y el respeto por las diferencias. Procuramos establecer estrategias que aporten a la unidad del Sistema Educativo Nacional en el marco de la diversidad jurisdiccional”, p. 5, presentación de las NAP para primer Ciclo de EGB.
2Instituto Internacional de Planeamiento Educativo.
3Tedesco, J.C., Morduchowicz A.: Rendimiento escolar y actores locales: el caso de la ciudad de Campana, Bs. As, UNESCO IIPE, 1999. Todas las citas de este apartado y en el siguiente, corresponden a este trabajo.