En el día se ayer, se registró un nuevo récord de contagios de Covid-19 en el área metropolitana de Paraná: 191 infectados. Estamos ante una tendencia creciente que se evidencia desde inicios del mes de agosto. Como consecuencia de dicho aumento, las camas de terapia intensiva alcanzaron el 72% de ocupación. Ante esta situación, el peronismo, con Bordet a la cabeza, atenta nuevamente contra la salud de la clase obrera entrerriana. El escenario cercano es el del colapso del sistema sanitario producto de la responsabilidad del ejecutivo provincial y de los distintos intendentes del área metropolitana de Paraná.
El problema está muy lejos de solucionarse. La disposición de Bordet de declarar el aislamiento social, preventivo y obligatorio en fase 3 al área metropolitana de Paraná desde el 31 de agosto hasta el 13 de septiembre inclusive, no soluciona el fondo del asunto. El peronismo sigue priorizando la ganancia de los patrones antes que la salud de la clase obrera: distintas actividades siguen habilitadas (el comercio minorista, obras de construcción privadas y públicas, la actividad industrial, servicios profesionales, profesiones liberales, colegios profesionales, cajas forenses, oficios, entidades bancarias, bares y restaurantes –en modalidad delivery y take away) dando lugar a una nueva flexibilización de la cuarentena con ciertas limitaciones.
De esta manera la situación puede agravarse aun más. Bordet se sigue destacando por su improvisación e ineptitud al no poner en práctica ninguna política concreta para evitar el aumento de los contagios y mejorar de manera significativa el sistema de salud entrerriano. Para evitar un nuevo crimen social es necesario garantizar una verdadera cuarentena con el fin de resguardar la salud de los trabajadores ante la pandemia. En función de ello, el control de la crisis sanitaria no puede quedar en manos de los patrones y de los gobiernos de turno, porque ya han demostrado su fracaso. Debemos ir hacia un programa de mínima que permita el cumplimiento del confinamiento: subsidio universal al desocupado sin contraprestación laboral igual a la canasta básica y la centralización del sistema de salud en mano de los trabajadores. En otras palabras, hay que garantizar la salud de la clase obrera y no de la ganancia capitalista.
Razón y Revolución Entre Ríos
