LAP – CEICS
“Hay dirigentes que han adoptado las formas de vida, los automóviles, las casas, las inversiones y los gustos de la oligarquía a la que dicen combatir. Desde luego, con una actitud de ese tipo, no pueden encabezar a la clase obrera.” Amado Olmos
La pregunta sobre el asesinato de Ferreyra parece remitir a un problema sencillo: ¿quién lo mató? No obstante, cuando decimos “quién”, nos estamos refiriendo a algo más que al ocasional pistolero: se trata de desentrañar la característica social de la fuerza que disparó. Sobre este punto, una parte del oficialismo y los medios de comunicación hicieron circular la versión de que se trató de una disputa entre trabajadores. Si bien no puede negarse que gran parte de la fuerza de choque de la Unión Ferroviaria estaba compuesta por obreros, es menester entender la naturaleza de clase y, por lo tanto, los intereses que defendía quien comandaba el operativo: José Pedraza.
José Pedraza nació en Funes, San Luis. Su padre fue un obrero ferroviario y José se incorporó al ferrocarril en los ’60. Su activismo le deparó un despido en 1966, pero fue reincorporado luego. Comenzó su militancia más orgánica en la CGT de los Argentinos y hasta se llegó a reivindicar “marxista”. Luego del golpe de 1976, suspendió su actividad sindical, a la que volvió en 1983, acompañando a Saúl Ubaldini, contra el sector más conciliador de Triaca. Ese año se hizo elegir Secretario General, cargo que hasta hoy ostenta. En los ’80, si bien había apoyado la “renovación peronista” de Cafiero, pegó el salto al menemismo cuando aquel perdió las elecciones internas. Su apoyo a las privatizaciones tuvo premio: en 1993, el Estado le entregó la concesión del Belgrano Cargas, el ramal más rentable de la estructura ferroviaria.
Durante la década de 1990, Pedraza estuvo al frente de la gerenciadora Asociación Mutual Intersindical de Recíproca Asistencia y Protección Integral. Esta “mutual” descontaba cerca de diez pesos por mes a los trabajadores ferroviarios entre 1993 y 1998. A pesar de la enorme masa de dinero que llegó a manejar, sus servicios fueron sumamente deficientes. Por lo menos, eso es lo que surgió de las denuncias que terminarían procesando al Secretario General. En el año 2006, se le dictaminó un embargo de 50 millones de pesos por esta causa y por entender que más de 35 millones de pesos salieron sin justificación de la UF. Esos fondos, se sospecha, se destinaban a empresas fantasmas, supuestos proveedores que en realidad eran familiares de los directivos ferroviarios.(1)
Todo esto no se trató sino de vueltos. El verdadero negocio que lo consolidó como patrón es el Belgrano Cargas. Este ferrocarril comprende “trece provincias y la ciudad de Buenos Aires, que representan en su conjunto el 85 por ciento del producto bruto interno de la Argentina, el 78 por ciento de las exportaciones y el 85 por ciento de la población total del país”.(2) Con este paso, Pedraza pasó de ser un colaborador más o menos eficiente de la patronal a ser el patrón de sus dirigidos. Hasta 2005 controló el 99% de las acciones de la empresa. En realidad no exactamente él, sino su esposa, Graciela Coria, quien figuró como presidenta.(3)
Luego de jurar lealtad a Duhalde, se alineó con Kirchner. Desde el 2003, Pedraza recibió de parte del gobierno la suma de 250 millones de dólares, para la reparación y puesta en estado de las máquinas, vagones, vías y demás equipos del Belgrano Cargas. La inversión no se realizó: de 140 locomotoras que tenía el ferrocarril cuando recibió la concesión, sólo funcionan 20. Es el propio Estado personificado en Menem, Duhalde o los Kirchner el que permite la consolidación empresarial de Pedraza.
En el 2005, a pesar de estar investigado por estafas, corrupción y malversación de fondos en el ferrocarril, su sindicato-empresa, en vez de ser auditada, declarada en quiebra e investigada recibió un salvataje del gobierno. Para evitar la quiebra, el gobierno declaró una nueva concesión. Esta vez, Pedraza tuvo que aceptar compartir las ganancias con el grupo Macri, empresarios asiáticos y… Moyano.(4) Así, el ferrocarril pasó a ser controlado por una “democrática empresa gerenciadora” (Jaime dixit) compuesta por el grupo Macri, la empresa china Sanhe Hopefull, Emepa (operador de Ferrovías y la Hidrovía), Roggio (Metrovías), la Unión Ferroviaria, La Fraternidad y el Sindicato de Camioneros. Este holding comenzó a recibir del Estado la suma de 22,5 millones de pesos mensuales y el pago de 1.500 sueldos. Es decir, el Estado (o sea el dinero obtenido del trabajo de la clase obrera) paga los costos de esta empresa a cambio de mal servicio, trabajo precario y formación de patotas.
Luego de haber tenido que compartir su principal fuente con Macri (padre) y Don Hugo, Pedraza decidió expandir sus negocios, mediante las tercerizadas. Según La Política Online: “La Unión Ferroviaria y la UGOFE -que gerencia los grupos Plaza, Roggio y Emepa-, son los dueños de las empresas tercerizadas que hoy se ahorran el 40% de los sueldos de los trabajadores y cobran subsidios del Estado”(5) . Las empresas son Cooperativa Unión del MERCOSUR (que realiza el cambio de durmientes y rieles), de “Maxi” Pedraza (hijo de José), Raúl Oscar Castellano (Secretario de Medios de Comunicación de la Unión Ferroviaria) y Domingo Galeano (Secretario de Emprendimientos Laborales del mismo sindicato); Herso (reparación y mantenimiento de vías), que pertenece a EMAPA, de Gabriel Romero, BR-T, es de Benito Roggio; Amanci SA, (que mantiene los vagones de trenes), pertenece al Grupo Plaza, de Claudio Cirigliano, quien explota bajo TBA el servicio ferroviario la ex Sarmiento. La tercerización laboral “se dio de manera muy marcada en el caso de los talleres, donde Pedraza tiene una influencia muy fuerte”.(6)
Otro negocio importante para Pedraza habría sido la utilización de un crédito recibido por parte del Banco Mundial, para la reconversión de las obras sociales. En vez de invertirlo en la mejora de las prestaciones, el sindicalista habría utilizado esos fondos para pagar los asesoramientos de empresarios conocidos o amigos de los sindicalistas. Cabe aclarar que la obra social de los ferroviarios tiene como administradora a la misma que La Bancaria, que pasó a la historia por haber provocado muertes de compañeros con medicamentos truchos.
Desde su patrimonio y estilo de vida Pedraza se presenta como el tipo ideal de un burgués. Posee una casa en el barrio residencial de Villa Sarmiento de Morón tasada en más de 700 mil dólares y otra en Parque Leloir.(7) Registra gastos en vacaciones en el 2009 por 400 dólares diarios en el Hotel Sheraton de Río de Janeiro.(8) La noche del asesinato, se lo vio en un exclusivo restaurante, enfrente de la Cancillería, con una señorita y dos botellas de champagne, del más caro. ¿Estaba festejando?
Además de la causa abierta y del embargo ya mencionado sobre Pedraza por la supuesta estafa realizada con la empresa de sepelios, debe sumarse otro expediente presentado en por la Coalición Cívica en el Juzgado Federal a cargo del magistrado Marcelo Martinez de Giorgi, donde se lo acusa, junto al ministro De Vido, como precursores de empresas fantasmas adonde iban a parar fondos del ferrocarril Belgrano por casi 10 millones de pesos.
Conclusión
Hace tiempo que José Pedraza dejó de ser un obrero ferroviario. Es un patrón. Pero no uno cualquiera: es el patrón de los obreros cuyo sindicato dirige. Por lo tanto, lo que defiende esta “burocracia” no son simples negociados o prebendas, ni siquiera una estrategia de conciliación con la burguesía en términos reformistas. Pedraza defiende la ganancia capitalista, su propia ganancia. El gobierno kirchnerista ha transferido fondos para financiar la empresa de este dirigente peronista. Por lo tanto, es uno de los padres de la criatura. En 2005, frente a las pérdidas, el poder de Pedraza en el Belgrano tuvo que retroceder. Nuevos patrones hincaron el diente en su plato. Entre ellos, Hugo Moyano. Pero el ferroviario mantuvo su negocio con las tercerizadas, cuyos obreros se venían levantando contra él. Así como cualquier burgués usa las fuerzas del Estado o privadas para defender sus intereses, Pedraza hace lo mismo usando a sus “patotas” como fuerza de choque y la Policía Federal, como garante, para defender a los suyos. Con estos antecedentes, el gobierno podría haberlo destruido cuando hubiera querido. Si no lo hizo es porque no quiere cortar la rama sobre la que se asienta.
Notas:
(1) Clarín, 24-04-2006.
(2) http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=827596.
(3) http://www.perfil.com/contenidos/2010/10/21/noticia_0018.html.
(4) Diputado Storero en www.elsantafesino.com.
(5) http://www.lapoliticaonline.com/noticias/val/68760/denuncian-negociados-de-pedraza-detras-de-la-muerte-de-ferreyra-.html.
(6) Elido Veschi en http://sur.elargentino.com/notas/union-ferroviaria-sociedad-anonima.
(7) http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=801632.
(8) http://www.mdzol.com/mdz/nota/246427-jose-pedraza-el-capo-sindical-dueno-de-las-balas/.