El Movimiento de Trabajadores Desocupados del Partido de La Matanza (MTD-LM) surge, en 1995. Comienza a organizarse mediante ollas populares en rutas y calles de la localidad, luego de que les cortaran la luz por falta de pago. En 1997, durante el gobierno de Menem, y luego, en el 2001, la organización rechaza recibir los planes trabajar.1 Esta decisión los lleva a un aislamiento casi total, disminuyendo su cantidad de miembros a menos de 50 desocupados.2 De ahí en adelante, serán identificados como los que dijeron “no” al dinero del Estado y reivindicaron la “dignidad” del trabajo.
El dirigente Toty Flores dice que la Cooperativa La Juanita “es un símbolo importante de que con fe, confianza y convicciones se puede transformar la realidad” y que ellos buscaron “reivindicar la cultura del trabajo”.3 Esta actitud será usada constantemente por los medios de comunicación para dividir al movimiento piquetero.4 Un ejemplo de ello es el diario La Nación, que en los últimos 4 años ha publicado cerca de 50 artículos relacionados con la Cooperativa La Juanita y el MTD-LM, en los cuales Flores es elevado a la categoría de héroe y los miembros de la cooperativa considerados como un ejemplo para todos los desocupados porque “rechazaron los planes sociales y juntos se propusieron fijarse como objetivo reivindicar la cultura del trabajo que, en 2001, yacía moribunda en la sociedad argentina”. 5
En septiembre del 2001, el MTD-LM ocupó el predio de una escuela abandonada. Al año siguiente, consigue en comodato el terrero y el inmueble. Al principio, este predio, se utiliza como una escuela popular a la que llaman “Centro para la Educación y Formación de Cultura Comunitaria (C.E.Fo.C.C.)”. En el 2002, intentan abrir una panadería, pero se funden 2 veces. 6 Luego, a partir del 2004, con una gran cantidad de donaciones, llevan adelante diferentes tareas productivas (de panadería, serigrafía y confección) a través de lo que se va a conocer luego como “Cooperativa La Juanita”. Actualmente la cooperativa lleva adelante otras actividades, entre ellas un jardín de infantes y un taller de reciclado de computadoras.
A través de la visita al lugar y de entrevistas allí realizadas pude constatar que en el taller de confección trabajan 3 personas, en la panadería unas 4, en el taller de reciclado de computadoras 4, en el taller de artesanías con papel aproximadamente unas 8. Otros se encargan de coordinar las diferentes actividades, mientras otros trabajan en el Jardín comunitario, en tareas administrativas y de limpieza. Fabián, miembro de la cooperativa, me comentó que la cooperativa tiene exactamente 45 socios.
El mimado de la burguesía
La cooperativa no sólo ha recibido los elogios recurrentes de los grandes periódicos nacionales, sino que también ha sido beneficiada con numerosos préstamos y donaciones de diferentes empresas y organizaciones burguesas para la mayoría de sus actividades.
En el 2004, la cooperativa recibe importantes donaciones para un proyecto de elaboración de guardapolvos con estampados relacionados a la historia de la organización MTD La Matanza (“Pongamos el trabajo a la moda para siempre”). La embajada Suiza donó 5.000 pesos para maquinarias textiles, la empresa textil INTA se encargo de todas las telas, la empresa Casa Quintás capacitó a las costureras, la empresa Tramando permitió utilizar la maquinaria de estampado de sus instalaciones y el Grupo Pampa les dio un espacio a la cooperativa en un desfile de moda. A través de esta exposición de trabajo conjunto entre la cooperativa de desocupados y empresas textiles, la industria textil nacional intentaba limpiar la imagen que la asocia a los talleres clandestinos de producción.
Algunos de los donantes han sido la Confederación General Económica (CGE), la empresa Gas Natural BAN, la Fundación Wallenberg, la embajada de Canadá, Carrefour y la fundación Avina. La cooperativa también ha recibido el apoyo y financiamiento de Solidagro, para una campaña de venta de bolsas de tela. Esta ONG está principalmente dirigida y patrocinada por entidades y empresas relacionadas a la producción agropecuaria. 7 La afiliación política de Toty Flores a la Coalición Cívica explica esta alianza con el capital agropecuario. Fabián, un trabajador de la cooperativa del taller de reciclaje de computadoras, señala el costo de la alianza:
“En las marchas de apoyo al campo fuimos un montón de veces. Porque pensamos que, mas allá de la clase social que nos diferencia, a la gente del campo los están saqueando, le están robando. A ellos el dinero, a nosotros el trabajo. Nosotros quedamos marginados de todo y nos están aislando de todos. Solamente por eso”.
Esta cooperativa no solo ha recibido ayuda para adquirir el capital necesario para las actividades productivas relacionadas principalmente con la panadería y el taller textil, sino que también se la ayuda permanentemente en la venta. Por ejemplo, durante los últimos 4 años la cooperativa realiza para la navidad una campaña de venta de pan dulce. En esta juegan un papel importante una red de organizaciones, fundaciones y empresas, que aportan desde los materiales necesarios para el packaging hasta la difusión, distribución y venta. Son pocos los insumos que efectivamente compra la cooperativa, como las frutas secas y abrillantadas. En la difusión se destaca y propagandiza la historia del MTD-LM, acentuando su no aceptación a los planes sociales. La mayor parte del pan dulce es encargado por empresas y fundaciones que luego lo venden o donan a sus clientes y empleados. Desde el 2006 hasta la actualidad, el precio empresarial del pan fue de 30 a 75 pesos. Una parte menor se vende en el barrio a un precio más accesible. Durante las ultimas 3 campañas se llegaron a producir 3.000 unidades. Según la entrevista realizada a una trabajadora del lugar, es la actividad que más dinero les deja.8 Esto no es extraño ya que están subsidiados tanto los insumos como el precio al cual las empresas compran el producto, debido a su fin caritativo.
Otros ejemplos se refieren a las actividades textiles. En el primer proyecto, “pongamos el trabajo de moda para siempre”, el diseñador Martín Churba encargó la confección de 300 guardapolvos para luego venderlos a 50 pesos en un desfile de 2004. Luego, otros 50 guardapolvos fueron vendidos a Japón, a un precio de 50 dólares. A través de Poder Ciudadano y la CGE se vendieron guardapolvos a la Federación Medica y a la Asociación de Concesionarios de Automotores de la Republica Argentina (ACARA) 9. El segundo proyecto textil, realizado en 2006 y 2007, junto con otras cooperativas, se llamó “Tejer el Futuro”. 10
La miseria disfrazada de éxito
En los últimos 8 años (2001-2009), a pesar de todos los subsidios recibidos, la cooperativa no ha crecido en cantidad de integrantes. Nunca pasó de sostener más de 50 trabajadores. En realidad, no puede garantizar ni la reproducción de esa cantidad pues los mismos han confesado que el ingreso mensual puede ser una suma ínfima. Darío, un trabajador del taller textil, nos cuenta que “lo que sacamos depende del trabajo que tengamos, a veces sacamos 400 pesos. A veces más. Depende del laburo”. Aparte de cobrar salarios de miseria, los integrantes deben complementar este trabajo con otros. Por ejemplo, Silvia, una trabajadora del lugar, reconoce que “la mayoría trabaja acá por las ganas de hacer algo”, ya que “aparte de esto, todos tenemos nuestro trabajito”. Por ejemplo, Julia, la coordinadora del lugar, nos cuenta que en su casa realiza trabajos de reparación y reciclaje de ropa usada. Mirta Graciela Minué, otra integrante, tiene un carrito kiosco en una escuela del barrio.11 En los últimos dos años la crisis impacto en la cooperativa. En el taller textil han pasado, según Darío: “De mucho laburo bien pago a de repente laburar mucho por una mala paga” y aparte han dado pérdida por no poder cumplir con los plazos establecidos por el cliente en sus pedidos.12
A modo de cierre planteamos una serie de preguntas que seguramente el lector sabrá responderse. ¿Los subsidios que recibe La Juanita llegarían tan presurosamente si no hiciera una fuerte campaña ideológica contra el movimiento piquetero y sus demandas de planes sociales y si no actuara como masa de maniobra de la patronal agraria? Comparado con el servicio ideológico que presta a la burguesía, los subsidios resultan una bagatela, teniendo en cuenta la gigantesca publicidad que el MTD-LM hace de la explotación capitalista bajo el nombre de “cultura del trabajo”. Pero, fundamentalmente, ¿puede una cooperativa que no es capaz de sostener la subsistencia de sus menos de 50 integrantes postularse como ejemplo y solución para el conjunto de los desocupados argentinos?
Notas
1 La Nación, 18/11/06.
2 La Nación, 07/11/09.
3 Diario El Litoral, 16/10/08.
4 La Nación, 12/10/04, 12/06/05, 19/08/06, 18/11/06, 19/08/06, 22/08/06, 18/11/06, 13/12/06, 24/12/06, 13/12/07, 14/12/07, 02/06/08, 18/10/08, 13/08/09, 07/11/09. Pagina 12, 09/02/03, 29/03/04, 12/10/04, 02/05/06. Revista El Federal nº 120.
5 La Nación, fechas ya citadas.
6 AA. VV.: Superación de pobreza y cultura del trabajo: el caso de la cooperativa “La Juanita”, Revista Valores en la Sociedad Industrial Nº, Agosto del 2006 y entrevista realizada por el autor a Julia, coordinadora de La Juanita, 01/12/09.
7 Entidades como la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederación Rurales Argentinas (CRA), y APROCABOA (Asociación de Productores de Carne Bovina Argentina), entre otras. Empresas como Bunge Argentina S. A., Cargill, Molinos Rió de la Plata, Monsanto, entre otras. Ver sitio www.solidagro.org.ar
8 Diarios citados. Y entrevistas realizadas, por el autor a Julia (integrante de la cooperativa), el 01/12/09.
9 Información de Diarios ya citados.
10 Ver www.altromercato.it/it/prodotti/MODA/T01/H090/H900
11 Entrevistas realizadas por el autor a integrantes de la cooperativa el 01/12/09.
12 Ídem.