Fernando Santi Ferreira* – El proceso conocido como “El milagro económico” o “Modernización Conservadora de la Economía Brasileña” 1 fue el momento en que grandes masas de capitales internacionales, asociadas a los capitales locales, emprendieron la construcción del parque industrial brasileño, ligados a la llamada “Segunda Revolución Industrial” (industrias químicas, de transformación y de bienes de consumo durables). El caso de la industria automotriz es un clásico de esta época: estimuladas por las políticas del gobierno Juscelino Kubitschek (1957- 1961), las grandes armadoras de todo el mundo se instalaron en el estado de São Paulo con fuertes incentivos fiscales, económicos y políticos -el desmonte de la red de ferrocarriles de Brasil es consecuencia directa de la implementación de la industria automotriz. El proceso de acumulación iniciado en los años ‘30 -resultado de la Revolución de Octubre que llevó a Getulio Vargas a la presidencia- se radicalizó en los años ‘60 con la implementación de la Dictadura Cívico-Militar (1964-1985). Las presiones populares en contra del Estado en busca de una mayor distribución de los ingresos -por más que muy tibias – llevaron la alta burguesía brasileña a derrocar al presidente João Goulart (heredero político de Vargas y del Laborismo brasileño), simpatizante de los planes de reforma propuestos en el seno de la lucha popular y por la intelectualidad de izquierda, identificada con el nacional desarrollismo.
El bajo costo de la mano de obra, así como la férrea represión estatal, fueron los ingredientes perfectos para obrar el “Milagro”: extracción de plus-trabajo en los standards productivos de la Segunda Revolución Industrial de una mano de obra con un costo de reproducción casi igual a cero. Las favelas, los fétidos centros urbanos brasileños y la explosión del éxodo rural son las consecuencias más visibles y una bomba reloj social armada por la modernización conservadora. Además de la industria automotriz, otro espacio privilegiado para la investigación de este “milagro” es la construcción del polo petroquímico en la ciudad de Cubatão.
La historia del polo petroquímico
El pequeño pueblo de Cubatão2 está localizado en un valle entre la Sierra del Mar -una pared de 600 metros de altura, donde arriba se encuentra São Paulo- y el puerto más grande del país, la ciudad de Santos. Por estar localizada entre el centro urbano más grande y el principal puerto del país y protegida por montañas, Cubatão reunía ventajas estratégicas para la instalación de este polo industrial. Aún en el gobierno de Getúlio Vargas, la joven empresa estatal Petrobrás empieza ahí la construcción de su primer refinería de petróleo, la Refinería Presidente Bernardes, concluida en 1955. Ocho años después terminaba de instalarse en la ciudad la COSIPA (Companhia Siderúrgica Paulista), empresa estatal creada durante el gobierno de Kubitschek. En poco tiempo, Cubatão pasa a hospedar a las principales empresas químicas del país. Ya en el año de 1968 el gobierno federal considera a la ciudad “Área de Seguridad Nacional”3 debido a la importancia que había adquirido.
Entre 1955 y 1963, se instalaron ahí la Companhia Brasileira de Estireno, Union Carbide, Copebrás y Alba Química. A partir de 1964 (año del golpe de Estado) hasta 1977, se intensificará la instalación de industrias, tanto de capitales internacionales y mixtos como de capitales locales. Las empresas más importantes son Carbocloro, Rhodia, Petroquisa, Ultrafertil, Liquid Carbonic y Manah4.
El desarrollo de la industria química brasileña está atada al desarrollo del polo de Cubatão, su sector más dinámico. Aún con la recesión económica que recién había empezado por la Crisis del Petróleo de 1973, la industria química brasileña tuvo grandes tasas de crecimiento entre los años de 1975 y 1982. Para una producción física de 60,26 en el año de 19755, en el año de 1982 la misma había aumentado un 30% (99,25), siendo el año 1987 (121,83) el fin de este ciclo de crecimiento. El valor de la transformación realizada por la industria química en todo el país subió de R$ 3.160.475.376 en 1975 a R$ 12.421.447.0726 en 1982. La población de Cubatão duplicó su tamaño en este periodo: de 37.164 habitantes en 1970 ascendió a los 78.314 habitantes en 19807. La población estaba compuesta prácticamente por inmigrantes del nordeste brasileño que vinieron a realizar los trabajos menos calificados.
El Valle de la Muerte
La apertura política a finales de los ‘70 e inicios de los ‘80 fue llevada adelante por las presiones populares generadas en el seno de este proceso de modernización conservadora. De los metalúrgicos de São Paulo hasta los “seringueiros”8 de la Amazônia, la clase obrera fue a la lucha por mejores condiciones de vida y por el fin de la dictadura. Como grandes hechos políticos de esta época están las huelgas del ABC Paulista, la fundación del Partido de los Trabajadores (el PT) y la ley de amnistía de 1979.
Los horrores promovidos por la industrialización de Cubatão empiezan a emerger en la prensa brasileña y mundial. Cada vez más se escucha hablar de los problemas ocasionados por la polución: deforestación, ríos y mangles contaminados, enfermedades de todos los géneros y la famosa “epidemia” de niños acéfalos llevan la ciudad a ganar el apodo de “Valle de la Muerte”. Dos favelas de Cubatão en poco tiempo se tornan el retrato de la historia de esta ciudad: Villa Parisi -una enorme favela detrás de la usina de la COSIPA con grandes índices de contaminación entre sus habitantes por plomo y mercurio- y la Villa Socó -favela que ardió en llamas en 1984.
El segundo episodio es emblemático de la modernización a la brasileña. En la noche del 24 de febrero un error en los caños de nafta de Petrobrás ocasionó el vaciamiento de 700 mil litros por todo el mangle delante de la favela. Muchos de los miserables moradores colectaron y almacenaron combustible para su usufructo y venta. Dos horas después del vaciamiento empezó el incendio. El fuego destruyó en poco tiempo los “barracos” de madera. El número oficial de muertos es de 93, pero algunos órganos calculan más de 500 víctimas fatales, cifra basada en el número de niños que dejaron de frecuentar las escuelas del área y en la muerte de familias enteras sin que nadie reclamase los cuerpos.9 La tragedia perdería el título mayor accidente de la historia de la industria química en el mismo año con el accidente en la planta de la Union Carbide en Bophal, India, otro país tomado como “modelo” entre los llamados países emergentes.
Las consecuencias de la contaminación en Cubatão son inconmensurables. Mercurio, plomo y organoclorados -conocidos como “contaminantes orgánicos persistentes”- son fácilmente detectados en la sangre de los niños de Cubatão. Sin embargo, a la vez que las fuentes de contaminación hoy están muy reducidas, la pesca y el uso del agua de los ríos de la región siguen contaminando a la población local, así como los enterramientos ilegales, muy utilizados por las industrias. Cubatão constituye el ejemplo más macabro del proceso de industrialización profundizado durante la Dictadura Cívico-Militar.
Notas
* Colaborador.
1Para un análisis de esta época ver el libro de Francisco de Oliveira, Crítica à Razão Dualista – O ornitorrinco , Ed. Boitempo, Brasilia, 2006
2En 2007, según el IBGE, el municipio de 142km² tenía 120.271 habitantes.
3Ley 5549 de 4/06/1968. Cuando resulta considerada “Área de Seguridad Nacional”, el territorio queda bajo tutela directa del Poder Ejecutivo de la Federación.
4A Tribuna, Cubatão, 9/04/1998 reproducido en http://www. novomilenio.inf.br/cubatao/ch010.htm
5Número Índice =100 para 01/1991, según el índice IBGE/ PIM-PF. Fuente: www.ipeadata.gov.br e Estatísticas Históricas do Brasil: Séries econômicas, demográficas e sociais de 1550 a 1988, 2 ed. revisada.
6Estatísticas Históricas do Brasil, op. cit. Conversión a los valores actuales: http://brasilmoeda.com
7IPEADATA. www.ipeadata.gov.br
8Obreros que extraen el caucho de las caucheras.
9http://www.cetesb.sp.gov.br/Emergencia/riscos/acidentes/ soco.asp