Horizonte de eventos en el fin del mundo. Un balance de la lucha de clases en Tierra del Fuego – Javier Varela

en El Aromo nº 97

Horizonte de eventos en el fin del mundo. Un balance de la lucha de clases en Tierra del Fuego

Las luchas sociales son las condiciones necesarias, pero no suficientes, para las crisis ideológicas y para poder arraigar un partido, un programa y una estrategia revolucionaria. Para ello, es necesario enlazar las luchas sociales con la propaganda del Socialismo, como en las mejoras tradiciones revolucionarias.

Javier Varela

Colaborador


Las políticas estatales implementadas después de 2001 permitieron relanzar los capitales asentados en Tierra del Fuego y le dieron un fuerte impulso económico. Para 2010, empezó el estancamiento económico y aumentó la precarización laboral. Esta fue una política sostenida por todas las fuerzas políticas del régimen. El ejemplo más claro de precarización son los contratos basuras por tiempo determinado (6 meses) en la industria, que para la fecha representaba aproximadamente un 25 % de los trabajadores industriales. La devaluación gradual fue deteriorando el salario y aumentó la competencia entre capitales. Empezó a plantearse la discusión pública de las reformas de las normas jubilatorias y el control de los sindicatos frente a la conflictividad laboral. Y en forma incipiente el costo para el Estado de sostener la situación de Tierra del Fuego.

En términos del régimen político, para este periodo observamos una alta inestabilidad entre los partidos del régimen. Las rencillas, las internas, las negociaciones (roscas) y rupturas entre los elencos dirigentes políticos son una constante. No solo entre los partidos políticos, sino también (y sobre todo) entre los dirigentes del propio partido o alianza. Esto trajo aparejado una alta fragmentación y escisión y, a veces, directamente el desmoronamiento. Un indicador del grado de fragmentación política es la presentación en el año 2015 de 19 partidos o alianzas a nivel provincial y el declive electoral del partido gobernante desde 2007 hasta 2015. De hecho, había dirigentes del mismo partido alineados en fuerzas distintas. Por ejemplo durante el balotage de 2015 el presidente del MOPOF y otros dirigentes apoyaron a Bertone cuando el resto del MOPOF estaba en la alianza con Sciurano (UCR).  Este, en 2017, es el presidente de la UCR y recrea la alianza con el massismo y el sector del MOPOF, el resto de la UCR realiza la alianza con el PRO en condiciones subalternas.

El gran tema de debate subyacente, además de las cuestiones administrativas y las críticas coyunturales, entre estas camarillas es cuál es el proyecto de reinserción para la provincia frente a la finalización de la promoción industrial en 2023.

Frente a ello, se alinean los diferentes sectores. Van desde la defensa de la continuidad tal cual está, su reformulación (dejar estas industrias e incorporar otras, como autopartes), reconvertir a través de un periodo de transición con los recursos propios (turismo, energía renovable, servicios) o abandonarla. Cualquier salida está condicionada por el ajuste y relanzamiento del capital a nivel nacional. En todos los casos, la principal afectada va a ser la clase obrera, ya que cualquiera de las salidas implica rebajar salarios para hacer competitivos los capitales locales, la reconversión y el costo de la fuerza de trabajo o la expulsión del territorio por medio de la pauperización y la desocupación.

Tradicionalmente las elecciones provinciales se hacen un tiempo antes de las elecciones nacionales, lo que genera cierta incertidumbre con los alineamientos nacionales posteriores. El peronismo perdió en dos ocasiones la elección a gobernador (ambas en balotaje), antes de que fuera elegida Rosana Bertone en 2015 (por el mismo mecanismo). Lo hizo a través de una alianza con grupos políticos que van desde Nuevo Encuentro hasta sectores del MOPOF, que derrotaron a la alianza de la UCR (que aquí se alineó con Massa) y el otro sector del MOPOF y posteriormente a nivel nacional brindó el apoyo a Cambiemos en el balotage.

Antes de asumir se preanunciaba la reforma y tenía una serie de escarceos con algunos sindicatos. Se anticipaba que la victoria o derrota de Scioli no iban a ser obstáculo para llevar adelante el ajuste que los capitalistas consideran necesario. El gobierno de Bertone y sus legisladores se han adaptado a las nuevas pautas y llevan adelante el ajuste sobre los trabajadores estatales.

Evidentemente, a nivel local, estas políticas de ajuste tienen su piedra fundamental a partir de la derrota de los sindicatos estatales contra las reformas previsionales.1 La táctica utilizada fue una combinación de desgaste, aislamiento, persecución y represión, al mismo tiempo que buscaba aliados dentro del movimiento obrero. Hubo algunos sindicatos que se alinearon abiertamente con el gobierno, como UTGHRA y Camioneros, contra los sindicatos que luchaban.

Esta victoria de Bertone fortaleció a su gobierno en varios sentidos. En primer lugar, le permitió implementar aumentos muy por debajo de la inflación, un 9 % en todo 2016 y un 14 % en 2017, en tres tramos. En términos reales, significó una caída de los salarios abrupta, aunque esta no colme las expectativas de la burguesía (a través de la prensa se insiste que los salarios son muy altos). De hecho, en el momento de escribir esto, el Gobierno está intentando recortar horas en Educación. En segundo lugar, Bertone se fortaleció hacia dentro del peronismo, donde era muy cuestionada. Tanto en los cargos partidarios como en los cargos electorales, logró dejar afuera a los intendentes de Ushuaia (Walter Vuoto, perteneciente a la Campora) y de Río Grande (Gustavo Melella, un radical K).

Para las próximas elecciones, se vuelve a repetir la fragmentación política. Se presentan once listas, cuatro alianzas y siete partidos, de las cuales ninguna va a tener que ir a internas.

Como decíamos antes, la alianza Tierra de Unión (impulsada por Bertone y el partido justicialista oficial), que contiene al peronismo excluyó (o se autoexcluyeron ante la certeza de la derrota) a los restos del kirchnerismo. Una parte del MOPOF apoya al Gobierno. Lleva en primer término a Laura Colazo (concejal de Rio Grande, dirigente del partido verde, en 2015 apoyo a Cambiemos, hija del gobernador radical k, Colazo) En términos electorales, esta alianza tiene una opinión pública favorable, con una intención de voto en torno al 30%.

Los intendentes de las dos ciudades de Tierra del Fuego (hay otros poblados muy pequeños) trataron de desgastar la figura de Bertone a través del apoyo con reticencias al conflicto del año pasado y a través de las disputas administrativas, a la vez que el gobierno los sometió al infierno de la falta de presupuesto. Para estas elecciones, Vuotto (Ushuaia) y Melella (Rio Grande) presentan una alianza Unidad Ciudadana con los restos de las organizaciones kirchneristas (inclusive el Partido Social Patagónico de la ex gobernadora Ríos) por fuera de las estructuras orgánicas de los partidos principales. Su inserción electoral es una incógnita. Llevan al actual diputado Martin Pérez (que en la dispersión posterior a diciembre de 2015 continuo en el bloque FPV)

El PRO (que tiene una interna entre los que son de acá y los que manda Buenos Aires) logró anular la lista de precandidatos de la UCR y no va haber interna en el frente Cambiemos. Su principal dirigente es Hector Stefani (funcionario político de gobiernos nacionales y provinciales, hoy representante del ANSES provincial). A partir del apoyo del gobierno nacional, del arraigo de la UCR y la figura de Stefani, tiene cierta expectativa electoral.

El presidente de la UCR y ex intendente de Ushuaia, Federico Sciurano estableció y encabeza una alianza, UNIR TDF, con la parte mayoritaria del MOPOF y el massismo. Compite por el mismo espacio que Cambiemos. Aunque Sciurano es el primer candidato a diputado por esta alianza no tiene intención de renunciar a la conducción de la UCR.

Cierra el espectro de los partidos del régimen un partido provincial que es un desprendimiento del MOPOF denominado Federal Fueguino, con una antigua dirigente local Liliana Fadul.

 

Clase obrera, sindicatos e izquierda

 

Si medimos los conflictos laborales en relación a la población, encontramos que, para este periodo, la provincia de Tierra del Fuego es la que presenta una mayor conflictividad social.2 La curva de alza de conflictos hasta el 2014 es superior a la media nacional y se mantienen cifras similares para 2015 y 2016. La mayor conflictividad se centra en administración pública y enseñanza de manera similar a la tendencia nacional. De acuerdo a algunos indicios relevados a partir de 2016 y durante lo que va del presente año, se produce un descenso de la conflictividad laboral del conjunto.

La derrota de los sindicatos estatales, durante 2016, ha repercutido hondamente en las condiciones de la clase trabajadora. Han descendido la intensidad de las luchas y el Gobierno ha podido avanzar en varios ajustes. En términos políticos, no se ha podido consensuar intervenciones comunes lo que expresa el aumento de la disgregación.

Las políticas de ajuste llevadas adelante por el Gobierno nacional y provincial empiezan a tener efecto sobre el total de la clase obrera: aumento de la desocupación, suspensiones y, de manera incipiente, migración de vuelta. Varias fábricas han recortado los turnos. Cabe aclarar que la cuestión de la vivienda siempre es una cuestión crucial y, en las condiciones geográficas de Tierra del Fuego, aumenta su importancia.

Los sindicatos son una presencia insoslayable en la vida social y política de Tierra del Fuego. A través de ellos, se desarrollan planes de vivienda para afiliados y se realizan diversas actividades sociales, por ejemplo: los sindicatos más importantes poseen clubes deportivos y policlínicos. Las direcciones sindicales han generado fuerte consenso en el interior de las organizaciones, pero no logran superar el nivel corporativo. Con todo, en algunos casos, los sindicatos tienen direcciones divergentes. Por ejemplo, la UOM de Rio Grande está dirigida por Oscar Martínez, que proviene de la izquierda partidaria (aunque ahora es independiente y aliado al kirchnerismo). Martínez está en la CTA y enfrentado a la UOM Ushuaia, que es orgánica de la UOM central.

Se observa cómo el Gobierno ha ido subordinando, en algunos casos, a los sindicatos y, en otros, los ha ido enfrentando. La estrategia reformista empieza a tener cada vez menos pie ante el bloque del Gobierno nacional y provincial.

Esta situación viene desde el final de los gobiernos anterior y frente a esto los sindicatos más fuertes empiezan a desarrollar medidas de lucha por un lado y por el otro desarrollan instrumentos electorales a los fines de tratar de legitimar el programa reformista o condicionar y presionar a los partidos orgánicos. Estos instrumentos son muy similares a clubes electorales que se forman en torno alguna figura pública para esos fines y luego vegetan hasta que se activan con nuevas elecciones.

La UOM de Rio Grande (a través de la Unidad Solidaria de los Trabajadores) articuló con el Instrumento Electoral para la Unidad Popular y se presenta en toda la provincia. La Unidad Popular es el partido dirigido por Victor De Genaro a nivel nacional aunque a nivel local tiene una política propia de tal forma que toda su trayectoria es afín al kirchnerismo. La propuesta básica es resistir el ajuste. Busca la reelección de Martínez. En el pasado han convivido o tolerado los contratos a término en la industria. A pesar de esto, se encuentra bien referenciado en los sectores de izquierda de la provincia. Tiene las características de la política sindicalista (tradeunionista)3 descripta por Lenin. Quedan circunscriptos a la pelea por el salario y las condiciones dentro del régimen capitalista. Tienen cercanía política con la Unión de Gremios pero no han logrado consensuar una participación común.

El Movimiento Político, Social y Cultural Proyecto Sur lleva como candidato al Secretario General del Sindicato de Camioneros en Tierra del Fuego, Pedro Abel Velázquez. Estan dentro del partido de “Pino” Solanas. Sus propuestas no han podido ser encontradas. Todavía no han hecho la presentación pública de candidatos.

A partir de la lucha desarrollada durante el año pasado se constituyó la denominada Unión de Gremios encabezada por el SUTEF que presenta para las elecciones la Iniciativa para la Unión. Junto a SUTEF están las siguientes organizaciones: Luz y Fuerza de la provincia, el Sindicato de Empleados Judiciales (SEJUP) y dos organizaciones que representan a trabajadores de la Municipalidad de Ushuaia: el SOEM (Sindicato de Obreros y Empleados Municipales) y la ASEOM (Asociación Sindical de Empleados y Obreros Municipales). Llevan como candidatos al abogado constitucionalista Federico Rauch y a la docente y dirigente sindical Verónica Andino. Hasta ahora su estrategia ha sido acercarse a pequeños comerciantes y plantear la resistencia de los trabajadores al ajuste llevado adelante por el gobierno nacional y provincial.

Otras iniciativas electorales vinculadas a sindicatos todavía no oficializaron sus candidaturas, ni sus propuestas.

El Partido Obrero participó activamente de la lucha de los estatales y de la mujer, aunque su inserción es incipiente. Trata de diferenciarse de las izquierdas más reformistas, aunque mantiene cierta abstracción en el discurso. La lucha contra el ajuste, unir todas las luchas, “la lucha por un programa político que finalmente coloque a la clase trabajadora como una alternativa política independiente frente a los partidos del régimen”4, sin señalar en ninguno de los casos los medios y las condiciones para realizarlo. Salvo en intervenciones concretas, el eje de sus discusiones está centrado en la interna del FIT. Existen otras organizaciones de izquierda, como el PCR. Tiene grupos militantes que participan en los conflictos aunque no tienen una presencia pública permanente.

También se encuentra una constelación activa de agrupaciones políticas y sociales (por ejemplo, de mujeres o las tomas de tierra) que se referencian con alguna forma de acción autónoma o de izquierda y generan o participan de hechos sociales y políticos. Por ejemplo las tomas de tierra son llevadas adelante por organizaciones que se circunscriben y quedan nucleadas en el barrio que  construyen, negociando con las autoridades estatales. Hay varias organizaciones de mujeres muy pequeñas que en mayor o menor medida se referencian con políticas de izquierda. El caso más conocido es La Hoguera. Más vinculado al peronismo se encuentra el Frente de Organizaciones Sociales.

 

Conclusiones

 

Aunque el régimen político a nivel provincial presenta fisuras y fragmentación, ha logrado generar consenso e imponerse a las luchas sociales. Las competencias mezquinas y administrativas siguen al orden del día sin que aparezca ningún desafío serio, aunque sea en términos electorales. Seguramente, el actual Gobierno encuentre un respaldo electoral importante para continuar con los planes de ajuste.

Estas luchas sociales tuvieron de alguna manera su máxima expresión en la lucha del 2016. Allí realizaron su fuerza, pero no logró generar las condiciones para un desafío al régimen social y político. Las expresiones electorales de los sindicatos son el correlato a la estrategia reformista  y corporativa que impulsan.

Si bien se ha sufrido una derrota, esta no es definitiva. Las luchas laborales siguen estando a la orden del día y hay una serie de cuestiones que la burguesía y sus partidos no pueden imponer si no es a través de un ataque en toda la regla sobre el conjunto de la clase obrera. Derrotar la ofensiva gradual pero sostenida del régimen capitalista sobre las condiciones de vida de la clase obrera y al mismo tiempo superar la estrategia reformista exige por parte de los revolucionarios la combinación de dos planos. En lo inmediato, impulsar y participar de las luchas sociales tratando de superar la repulsión y la segregación, construyendo mecanismo de articulación. Las luchas sociales son las condiciones necesarias, pero no suficientes, para las crisis ideológicas y para poder arraigar un partido, un programa y una estrategia revolucionaria. Para ello, es necesario enlazar las luchas sociales con la propaganda del Socialismo, como en las mejoras tradiciones revolucionarias.

Notas

1Nota de SebastianCominiello:  http://razonyrevolucion.org/hambre-y-represion-la-crisis-en-tierra-del-fuego/

2Rebon, Julian      “De conflicto somos” en Sociedad Fueguina N° 2 – ISSN 2346 – 9579 – ICSE / UNTDF

3Lenin, V. I. – “Que hacer” –

4Declaraciones de Fernando Germani en la presentación de la propuesta del PO. Tomado de http://www.po.org.ar/prensaObrera/1464/politicas/el-partido-obrero-presento-sus-candidatos-en-tierra-del-fuego-1

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