Al salario que no alcanza, a la recategorización de escuelas a la baja y el despido de docentes, a las dificultades para conseguir horas para los docentes jóvenes, a la crisis de infraestructura, al achatamiento de la escala salarial; se suma en la provincia un nuevo capítulo: la armonización de las cajas jubilatorias. Como dijimos en otra
nota, en junio se discutió y se aprobó lo que el PRO, en alianza parlamentaria con el FPV y el Frente Renovador, denominaron la “Ley de Reparación Histórica de Jubilados y Pensionados” (Ley 27.260), en la cual se enmarcan 3 elementos bien disímiles, la antes mencionada reparación histórica (que de reparación tiene poco y de histórica solo el nombre) y el blanqueo de capitales. Dicha ley tiene un apartado que menciona en pocos renglones lo que
el Título V llama “Armonización de Sistemas Previsionales Provinciales”, que en su Artículo 27 dice: “Instrúyase al Poder Ejecutivo nacional que, por intermedio del organismo pertinente, arribe en un plazo de ciento veinte (120) días, a un acuerdo con las provincias cuyos sistemas previsionales no fueron transferidos a la Nación a fin de compensar las eventuales asimetrías que pudieran existir respecto de aquellas jurisdicciones que sí hubieran transferido sus regímenes previsionales, de manera de colocar a todas las provincias en pie de igualdad en materia previsional”.
Ahora bien, la peor parte de toda la situación radica en el decreto 894/2016 que reglamenta la antes mencionada ley y que en su articulado explica con claridad meridiana de que trata la armonización, “Por armonización normativa se entiende la convergencia de la legislación provincial con la nacional en cuanto a los siguientes conceptos: i) edad de acceso a una Jubilación Ordinaria; ii) alícuotas de Aportes Personales y Contribuciones Patronales; iii) cantidad de años de servicio con aportes efectivos; iv) determinación del haber inicial; y v) mecanismo sustentable de movilidad de los haberes jubilatorios”. Todo esto se debería hacer en el transcurso de 5 años, a razón de uno de estos puntos por año.
En definitiva, que todos los sistemas confluyan en uno, el de ANSES, cometiendo una de las injusticias favoritas del sistema, NIVELAR PARA ABAJO; logrando que los compañeros trabajadores vuelvan a ver cómo otro derecho, adquirido y mantenido con la lucha, se escurre entre las manos como agua. Compañero, mire el cuadro y
vea punto por punto cómo la armonización nos impacta concretamente:
Entre Ríos Ley 8732 |
Ley 24016 de jubilación docente nacional |
ANSES | Ley de reparación | |
Edad jubilatoria |
Mujeres: 52 Hombres:54 |
Mujeres: 57 Hombres:60 |
Mujeres:60 Hombres:65 |
65 |
Monto | 82 % móvil | 82% móvil | 70% | 80% de la jubilación Mínima |
Aportes | 16% | 13% | 11% | – |
Años de servicio |
25 | 25 | 30 | – |
En el anterior cuadro se comparan los diferentes sistemas, tanto el provincial, como el nacional docente y el de ANSES, y en la última columna el correspondiente a aquellos que no han podido realizar los aportes correspondientes y son contemplados por la ley de “reparación histórica”.
Se advierte claramente cómo los docentes entrerrianos seremos perjudicados con la armonización. Vamos a tener que trabajar más y cobrar menos. Un negocio redondo para la patronal. Es importante recalcar que el decreto que reglamenta la ley prevé que, si por algún motivo no se pueda armonizar alguno de los aspectos, se deberá hacer un esfuerzo mayor en otro. Así, si fuera inconstitucional un haber menor al 82 %, se establece que se deberá, por ejemplo, aumentar más la edad jubilatoria, o el aporte, o ambos.
Sobre llovido, mojado
Pongamos a la Armonización en su debido contexto. Hoy el docente entrerriano (y es una constante en el resto del país) debe trabajar cada vez más para tener un estándar de vida “razonable”, para adquirir los elementos mínimos necesarios.
No nos cansamos de repetirlo, el salario del que recién inicia cubre poco más de la mitad de la Canasta Básica Total, es decir, lo mínimo que nos mantiene el borde de la humanidad. Para capacitarse, pulir y perfeccionar la función intelectual, el docente ya debe tomar todas las horas de clase y cargos que pueda, incluso trabajar en más de una actividad (como algunos amigos, docentes y empleados de comercio, para pagarse esa capacitación que se le exige.
Debe además, sacar tiempo de donde no tiene para realizar cursos, talleres, perfeccionamientos, pos-títulos luego de una sobrecarga de trabajo brutal.
La docencia es hoy una tarea que, además, enloquece a sus trabajadores, literalmente hablando. El burnout (quemarse en el trabajo) crece entre los docentes y distintos estudios señalan que las condiciones socio-ambientales del trabajo y la falta de recursos abonan el desarrollo de la enfermedad. Según diversos estudios, el burnout (docentes que enloquecen en su trabajo) se incrementó en los últimos años, y por lo menos, el 20 % de los docentes estudiados presentaron síntomas al respecto.
La armonización de las jubilaciones viene a completar este cuadro. Prepárese compañero docente porque si no logramos frenarlo habrá que trabajar más tiempo por una jubilación menor. Frente a este nuevo
ajuste, los docentes de la Corriente Nacional Docente Conti-Santoro exigimos:
• No a la armonización del sistema previsional entrerriano: no queremos trabajar hasta los 65 años y “quemarnos” antes de poder jubilarnos para recibir un salario por debajo del 82% móvil.
• Debatamos en las escuelas un plan de lucha real, con actividades que visibilicen el problema. Tenemos que pasar a la ofensiva. Organicemos a las escuelas para luchar contra la armonización.