El gobernador púrpura. Reforma y reacción política en Entre Ríos
Santiago Ponce
Grupo de Coyuntura Política – CEICS
Mario Luis Bautista Maulión es uno de los curas más representativos de la Iglesia Católica Argentina. El obispo preside la Comisión Episcopal de Comunicación Social, es decir, es el responsable de la imagen pública de la Iglesia y de la difusión de sus acciones. Maulión fue nombrado Arzobispo de Paraná, el 29 de abril de 2003, lo que lo transforma en el clérigo más importante de Entre Ríos, con más de 120 sacerdotes a su cargo.1 No es una buena señal para los progresistas de la provincia de Urquiza: en septiembre de este año, una joven entrerriana violada quiso practicar un aborto. El mismo arzobispo operó para que los médicos del hospital de San Roque no lo hicieran. La muchacha recaló en Mar del Plata donde se pudo intervenir; Maulión, iracundo, puso el grito en el cielo.2 El Arzobispo de Paraná ha intentado canalizar la lucha de los asambleístas ambientales, pero no ha tenido éxito alguno.3 Ese fracaso, contrasta, sin embargo, con su buena fortuna en el interior de la cofradía de las sotanas, ya que consiguió el nombramiento de Daniel Fernández como Obispo Auxiliar de Paraná por vía directa de Benedicto XVI.
Sus posiciones no difieren demasiado de la de muchos miembros del clero, pero últimamente, Maulión tomó notoriedad al entregar al conocimiento público un documento dónde impulsa la eliminación de “la definición de laicidad en la parte educativa de la Constitución provincial”.4 En el informe que presentó, y que redactó la Junta Arquidiocesana de Laicos (JACAL), asegura que “La palabra laica del referido artículo debe suprimirse, ya que su inclusión está imponiendo una determinada y parcializada forma de educar. La imposición de la enseñanza laica en las escuelas del Estado implica una discriminación inaceptable”.5 El dato de que Maulión se muestre con la JACAL no es menor, ya que la organización es presidida por el Monseñor José Luis Mollaghan, Arzobispo de Rosario. Mollag han firmó en 1997, junto a Estanislao Karlic, un comunicado en el que defendía la gestión de Pío Laghi en la última dictadura militar.6 Laghi, acusado por complicidad con la dictadura, había anunciado en 1976, que “hay una coincidencia muy singular y muy alentadora entre lo que dice el general Videla de ganar la paz, y el deseo del Santo Padre para que la Argentina viva y gane la paz”. Esas declaraciones fueron defendidas por Karlic -antecesor de de Maulión- y por Mollaghan. De hecho, Maulión fue quien se cruzó directamente con Kirchner por la destitución unilateral de Monseñor Baseotto.7
¿Por qué es importante retener su nombre? Esta tampoco es una buena noticia, pero ahora para el conjunto de los argentinos. Porque el Cardenal porteño, Bergoglio, tiene que lidiar con graves problemas de salud. No es un secreto que tal vez haya que elegir sucesor. El “gobernador púrpura”, como le dicen al mayor sacerdote de Entre Ríos, parece ser el candidato a la sucesión…
Notas
1Semanario Análisis, 18 de octubre de 2007.
2Semanario Análisis, op. cit.
3Semanario Análisis, op. cit.
6 Clarín, 22 de mayo de 1997.
7 Clarín, 24 de mayo de 2005.