En sintonía con la política bolsonarista que llevó a la clase obrera brasilera a una crisis mayor que la de España contando hoy las 16 mil muertes, Kicillof en la provincia no para de pronunciarse a favor de la flexibilización de la cuarentena. Este evidente crimen social de la burguesía se intenta realizar argumentando la crisis económica insostenible. Crisis que la misma burguesía creó.
En Junín los militantes de tal atrocidad forman parte del Frente de Todos (FdT). El concejal Rodolfo Bertone, de esa fuerza, salió a decir que es hora de rehabilitar las actividades económicas que se mantienen restringidas, porque los patrones están al borde de la quiebra. En particular, se refirió al rubro gastronómico. Rubro que, cualquiera lo sabe, es el reino de los pequeños patrones y, por tanto, de los más explotadores y negreros. Situación que es avalada, obviamente, por la burocracia de UTHGRA.
El FdT defiende abiertamente la ganancia patronal, a eso se refiere Bertone cuando habla de sostener una cuarentena que atienda a las “necesidades económicas”. Que no le importan los trabajadores queda claro, porque son ellos los que se exponen al contagio saliendo a trabajar. Los patrones, esos que descuentan salarios en pleno aislamiento y como buenos planeros reciben créditos y facilidades de la mano de Alberto, van a seguir como siempre.
Queda a la vista que el problema del Covid-19 desnuda los intereses de una sociedad basada en la explotación de una mayoría por parte de una minoría. Y también la incapacidad de gobiernos nacionales, provinciales y municipales de crear una salida segura para los trabajadores. O los obligan a salir a trabajar a riesgo de contagiarse, o los confinan en sus casas sin un ingreso que permita una verdadera subsistencia. No hace falta menos cuarentena en un momento en que la curva de casos aumenta en argentina, hace falta una política clasista que obligue al Estado a hacerse cargo de la situación.
El panorama para nuestra clase es complicado. Los municipales están denunciando hoy que sus salarios no alcanzan el piso de pobreza establecido por el Indec, situación que se replica en varios sectores. Los sindicatos frente a esto hacen mutis por el foro y se dedican a la poesía humanista: “todos juntos con buenas intenciones”.
En momentos así se hace fundamental reconocer al enemigo disfrazado de amigo: El Frente de Todos llamando a flexibilizar la cuarentena, el macrismo en la intendencia vaciando los bolsillos de los municipales. Puesto blanco sobre negro, es momento de que nos organicemos.
Por una cuarentena que resguarde la salud de la clase obrera
No a la flexibilización de la cuarentena
Basta de despidos, suspensiones y recortes salariales
Que la crisis la paguen los capitalistas